Bajando el ritmo



Siempre ocurre igual. Después de unos días de alto estrés sexual, o dicho de otro modo, de intensa actividad sexual, vienen unos días tranquilos, apáticos, en lo que no me apetece hacer nada, ni que me hagan. Este periodo puede ser de unos días o algunas semanas, pero no mucho más.
Y ahora ha coincidido con unos días de vacaciones. Días de desconexión total. Cero noticias. Ni televisión, ni radio, ni prensa, ni Internet, ni móvil. Sólo paz. Mañanas de sol y playa, mediodías de buen comer y buen beber, tardes de visitas y siestas, atardeceres de paseos, noches de cócteles y cervezas. De unos días sin sexo también se puede disfrutar.

Comentarios

Entradas populares