Encuentros en la tercera fase (2ª parte)

... apenas me bajé del taburete, Mateu aparecía por la entrada.
"Al final he podido" dijo.Ya, pero nosotros ya hemos acabado, y todos se han ido ya. Bueno... Tomás está en el lavabo.
Podemos seguir nosotros dos, no?. No me costó decir que sí.
En eso salió Tomás. Te apuntas?. Tampoco le costó decir que sí.
Así que nos metimos, esta vez los tres, de nuevo en la cabina. Mientras nos desvestíamos y comenzabamos a mamar apareció de nuevo el mozo de buen ver de principios de la tarde. Aquel que estaba con Tomás cuando llegué, que rápidamente marchó a "reflexionar".
Se enganchó como una lapa a Mateu y a su polla, y todo el rato que estuvo allí, que tampoco fue mucho, sólo tenía manos y boca para uno. Estaba claro el tipo de hombres que le gustaba. No llegó a correrse, y casi como tan repentinamente apareció, del mismo modo desapareció.
Nos pusimos los tres a la labor. Tomás dejándose hacer por mí, yo haciendo lo que Mateu con la mirada me indicaba o con la mano me guiaba, y este dirigiendo y disfrutando del espectáculo. Acabó corriéndose de nuevo, aunque esta vez fue menos abundante.No tardó en irse y menos tardó Mateu en salir en busca de nuevos participantes.
Y así apareció un tío delgado, rubio, lampiño y aún más alto si cabe que Mateu, ya desnudo y con una impresionante polla turgente y de capullo achampiñonado.
Menuda polla de postre !!!. Caí de rodillas ante semejante monumento a la virilidad, aunque temía por mi ojete en el caso que se activara, a pesar que ya lo tenía currado de las folladas de Tomás y Max.
Pude disfrutarla durante un rato, hasta que Mateu le bajó la cabeza indicando que me la mamara. Mucho tuvo que bajar para adaptarse a mi altura, pero lo consiguió y comenzó a regalarme una dulce mamada.
Gozando de la visión, y pajeandose al mismo tiempo cuando mi boca le dejaba, Mateu acabó desperdiciando su leche en el suelo, en vez de regarme el pecho como otras veces había hecho. Se vistió y se marchó.
El dueño del monumento seguía mamando, y un tío se acercó a palparle. Delgado, de aspecto muy viril y cara de pocos amigos, intenté lamerle los pezones, pero no se dejó. Intenté mamarle la polla, pero tampoco se dejo. Lo intentó el  rubio pero tampoco lo consiguió. Solo tocaba, y como mucho se dejaba tocar.
El rubio se tumbó boca arriba, y mientras lo sobábamos y pajeabamos, el nuevo se puso un condón disponiéndose para follárselo.
Y así lo hizo... y así les dejé.
Había disfrutando de lo lindo, pero ya estaba cansado.
Ya en el metro caí en la cuenta que no me había corrido !!!   

Comentarios

  1. tio...me has dejado la polla mas dura q una piedra... yo tb quiero participar cuando montais otra?

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  2. Julio... si me dejas una direcci-on de email para avisarte, lo haré :-)

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