Una semana extraña

Sí. Así lo ha sido.
Después de las dos experiencias de la semana anterior, me apetecía tomarme un pequeño descanso y dedicarme a mis otras cosas.
Pero, ya de antemano, ocurría que el Amo me había dicho que muy posiblemente me iba a necesitar un día de esta semana, y aparte, había pre-quedado con un par de tíos.
Con lo de pre-quedar quiero decir que les había dicho a cada uno de quedar un día, pero faltaba que me lo confirmaran.
Estos, siempre que coincidimos en el messenger me piden para vernos y pasar a mayores, y aunque no disponen de mucho tiempo, nunca se acaban de decidir. De ahí que les dijera a cada uno: ¿Te va bien para tal dia, a tal hora, en tal sitio?".
Finalmente, el Amo no me citó ( no pudo ) y de los otros dos aún estoy esperando respuesta. De esto último, no me sorprende, ya que suele ser de lo más habitual.
Por este lado, mi voluntad de inactividad salió bien. Por otra parte, el cerebrito de arriba me decía:" Bien. Aprovecha que no te han citado para dedicar las tardes libres a otras actividades" y el cerebrito de abajo respondía " Eso... ya que te has quedado sin compromisos, vete a mamarla por ahí, goza y haz disfrutar". Y uno es un poco voluble...
Eso sí, Lunes y viernes, me fui derechito a casa. Pero el resto de los días no.
Martes fuí al Arenas, y tal como entré, salí. No evité el peligro, pero no caí en la tentación. Y salí contento. Miércoles volví al Arenas. Fueron varias las tentaciones y al final caí. Pero fué algo muy suave, ligero, en la que no me impliqué demasiado. Salí medio contento, de no haber hecho casi nada.
Jueves fui a la sauna Galilea. Realmente fuí porque me apetecía tomar una sauna. Puede parecer raro, pero algunas de las veces que voy, no busco nada. Sólo calorcito, vapor, observar sensuales y no tan sensuales cuerpos, pero ninguna implicación. Y es igual de cierto que cuando buscas no pillas, y cuando vas en plan tranqui y de relax, pues como que no te dejan. Y algo así ocurrió. La sauna de vapor estaba especialmente activa y reclamaban mi participación, algún flirteo en la sauna seca y en los pasillos y cabinas. Esta vez no era un "quiero y no puedo", sino un "no quiero, y puedo". Bueno, he de confesar que algún beso me robaron, algún pezón fué lamido, alguna polla tocada y algún huevo y cuerpo sobado. Pero todo, con poco entusiasmo, la verdad. El cerebrito de arriba se imponía.
Y así acaba la semana, entre un casi y un todo a medias.
La semana que viene, nueva cita en el Erotixx. Te apuntas?     

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