De incógnito III


No quería que se me caducara la invitación, como me ocurrió la última vez, así que fuí a la semana siguiente de mi visita al Erotixx.
Cuál fue mi sorpresa encontrarme con 10 o 12 tíos paseando por el local aquel día.
Aunque para ser exactos, no todos estaban paseando.
Unos estaban en las cabinas cerradas, otros con la puerta entornada y otros sí, efectivamente, paseando.
Y el panorama que se ofrecía no me disgustaba.
Un señor bastante mayor que no me hacía sentir nada, dos tíos especialmente morbosos y el resto normales, pero muy aceptables. A todos les encontraba alguna gracia o encanto.

Así, al cabo de un buen rato, cuando ya comenzaba a cansarme del infructuoso ir y venir, me metí en una de las cabinas con glory hole.
De hecho, la primera cabina entrando a mano derecha.
Y también quiero especificar que cuando hablo de glory hole, me refiero a los agujeros circulares de tamaño pequeño o medio, y no a las ventanillas, que particularmente poco morbo me dan.

Al poco entró en la cabina de al lado un tío de buen ver, varonil, según pude apreciar a través de la abertura.
Me agaché, y aún no había bien cerrado mi puerta, que me encontré un pedazo de cipote asomando por el glorioso agujero.
No se andaba con tonterías y parecía claro lo que quería.

Una tranca robusta, contundente, prieta, grande y dura. De aquellas que particularmente me asustan si pienso en que me van a follar.
Pero no era el caso, aquella se asomaba por allí para ser mamada.
Así que le hice un trabajito que duró lo que duró, hasta que se cansó.
No se quiso correr, y salió.
- Bueno, no ha estado mal,- pensé. Pero me había quedado con cierta ansiedad y la sensación de haber dejado las cosas a medio hacer.

Me lo encontré varias veces paseando por el local. Obvio, pues tampoco es tan grande.
Pero lo que me llamaba la atención es que me solía mirar fijamente y incluso sonreía cuando nos cruzábamos.
No suele ser lo habitual, ya que muchas veces, después de enrollarte con alguien y dejarlo a medias, luego, ni te miran a la cara.
Pensaba que igual quería seguir el rollo, pero aparte del cruce de miradas y la sonrisa, no había más señales que me lo indicara.

En una de mis idas y venidas, acabé entrando en una de la tres cabinas del fondo, las más cercanas al sling.
Al lado, encerrado, pude comprobar a través de una de las ventanillas abiertas como un tío se la estaba pelando.
Me lo quedé mirando y le eché mano.
A veces me pregunto de donde me sale esa espontaneidad, pues normalmente, hasta que no me decido a hacer algo pasa rato largo, si es que al final me decido... que esa es otra.
Y no sólo no me rechazó, sino que se incorporó, acercó y asomó su miembro por la ventanilla para darme de mamar.
Un buen pedazo de tranca, gordota, acabada en un voluminoso champiñon, que me cabía justito en la boca.
Se la mamé hasta que, avisándome como debe de ser, soltó una abundante lechada sobre la colchoneta de mi cabina.
Y a otra cosa, mariposa.

Volví al paseito, pero por poco tiempo, pues de nuevo me volví a meter en la primera cabina que me había metido aquella tarde.
Y,...Oh, Sorpresa!, Al minuto tenía de nuevo al mismo tío que al principio de la tarde.
Pues sí,- pensé-, parece ser que quiere segunda parte.
Me ofreció de nuevo aquella hermosura y yo me dispuse a trabajarla, tranquila y reposadamente, como seguramente bien se merecía.
En ocasiones la retiraba, para, al momento, ofrecérmela de nuevo.
Pero en una de esas veces, se agachó, acercó la cara al gloryhole, y por un momento pensé que lo que quería era mamármela a mí un rato.
Pero no. Va y me suelta: Tú eres el del blog, verdad ?
Decir que me quedé de piedra y con la cara de imbécil es poco.
Supongo que lo notó y quiso aclarar: Sí, escribes en el blog tus aventuras de aquí, no?.
-Y eso como lo sabes,- le pregunté. No entendía de ninguna de las maneras como podía saberlo con aparente tanta seguridad. Describirme lo he hecho poco, pero aún así, reconocer a alguien sólo por una descripción me parece muy difícil. Y menos averiguarlo por mi mamada anterior.
-Soy Pepe. El que te dijo que me llamaras así cuando escribieras el relato,-acabó aclarándome cuando me vió la perplejidad escrita en mi cara.
-Hostia !, No te había reconocido, pero ya caigo - le contesté inmediatamente- pues fue sólo mencionar el nombre, que una ráfaga de imágenes saltó a mi memoria.

Era normal que no lo reconociera ya que coincidimos una sóla vez, casi hace un año, en el Erotixx, en medio de una sesión de sexo grupal, y yo no estuve por quedarme con la cara de la gente, sino que estaba por faena, aparte que esta, en muchas ocasiones la hago con los ojos cerrados.
Me acordé perfectamente de lo que pensé cuando entró a la cabina aquella primera y única vez: Mmm... que masculino. De lo que pensé y sentí cuando ví y mamé su polla en aquella ocasión, que fue exactamente lo mismo que hacía un rato, al comienzo de esta tarde, cuando la ví asomarse por el glory hole.
Pero me acordé con especial intensidad de aquello que marcó la diferencia con los otros encuentros que he tenido en el Erotixx. Sus hermosos piezacos que me comí, y que tan grato recuerdo me dejó y que el se llevó.
-Sí, que me hiciste una estupenda e inesperada comida de pies,- añadió-, para acabar de hacerme la luz.
-Que sí, que sí,- le respondí entusiasmado.
Empezó a preguntarme algo, pero no acabando, dijo:
- Bueno... No voy a ponerme a hablar que me distraigo de lo que he venido a hacer.
Se incorporó de nuevo, y volvió a regalarme su preciada polla.
Le pusé más ganas y convicción si cabe, en aquella mamada, aunque solo fuera en agradecimiento a aquella lejana tarde (ver post: cinco de bastos).
Me moría de ganas que me dijera: "Pásate a mi cabina y cómeme los pies como aquella tarde".
Tras un rato, de nuevo se agachó y me dijo: "Quiero correrme en tu pecho".
Y también me pareció bien. No me gusta el semen en mi boca, pero me parece un desperdicio correrse en el suelo o contra la pared.
Me encanta como estalla la leche contra mi cara o mi cuerpo, y sentir después como se extiende suavemente su cálida y húmeda textura sobre mi piel.
Así, tras unos lametones y una breve pajilla, recibí su viril lechada.

Y tras una breve conversación y paso por el lavabo para acabar de recomponerme, me marché.
No recuerdo si se fué le primero o se quedó.

Pero bueno, resultó una tarde muy bien aprovechada.


Comentarios

  1. Comentario de Pepe, recibido por email, después de leer la publicación. Con su autorización.
    ---
    Mi comentario era para animarte a seguir con el blog, que me parece muy bueno. Además escribes bien, que eso ya es un plus importante.

    Sobre nuestro encuentro en el Erotixx, está perfectamente plasmado, nada que decir más que lo pasé estupendamente (hay que ver cómo la comes!) y que me dio mucho morbo que ocurriera todo a través del agujero. En otras ocasiones me gusta más el contacto total y directo, como ya sabes, pero esta vez me pareció perfecto así.

    Me gusta mucho ese local, tiene morbo y los dependientes (sobre todo el de la tarde) son simpáticos. Espero que la gente se vaya animando y tenga más movimiento, porque hay días que está aburridote... También me da la impresión que la gente se corta un poco y no sé el motivo... Pienso que es bueno desinhibirse en este tipo de sitios a los que, al fin y al cabo, todos vamos a lo mismo. Y al fin y al cabo también, nadie te va a obligar a nada que tú no quieras hacer... A veces tengo la impresión de que algunos tienen miedo de sí mismos, como si pensaran que si se sueltan, cometerían alguna locura... No sé si a ti te parece lo mismo.

    Le comenté un día al dependeinte que podría ser una buena idea instaurar un día a la semana entrada en bolas. Me dijo que él lo había propuesto pero que de momento los responsables no estaban por la labor.

    Bueno, no me enrollo más, si quieres reproducir esto en el blog o contestarme por allí, me parecerá perfecto.

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  2. Primero que pasadaaaaa de sexo. Yo tengo un idea en la cabeza de cómo puedes ser, si algún día te veo y te digo que soy Bcn1972 ó Manel del Twitter, espero que seas tú, jajaja. O si me equivoco y resulta que el tío se pone a follar conmigo xq piensa que es excusa para entrarle, eso me llevaré 🤣🤣🤣.

    Lo que comentó Pepe sobre los "posibles miedos" de la gente que va ahí, lo entiendo, xq yo a día de hoy, y según la gente q hay en según que garitos, me corto bastante hasta que me abro, luego soy todo lo contrario 😇

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    Respuestas
    1. Exacto. Esa es la actitud. Si te equivocas, no pasa nada, porque si reacciona en positivo, todo eso que ganas. Claro que, en esta ocasión, el recordaba haberme visto y haber estado conmigo. Otra cosa sería, como en alguna ocasión ha pasado, es enterarme que he estado con alguien que me ha reconocido sin haberme visto nunca, basándose en unos pocos datos u por la hora que he estado en un local, o por haberse reconocido en algún relato. Y luego por email o comentario en blog decirmelo.
      Pocas veces, pero alguna ha ocurrido... y escrito está !

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    2. Exacto. Esa es la actitud. Si te equivocas, no pasa nada, porque si reacciona en positivo, todo eso que ganas. Claro que, en esta ocasión, el recordaba haberme visto y haber estado conmigo. Otra cosa sería, como en alguna ocasión ha pasado, es enterarme que he estado con alguien que me ha reconocido sin haberme visto nunca, basándose en unos pocos datos u por la hora que he estado en un local, o por haberse reconocido en algún relato. Y luego por email o comentario en blog decirmelo.
      Pocas veces, pero alguna ha ocurrido... y escrito está !

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