5 de Julio, el día que no fué.



Estación de Atocha , Madrid, 5 de Julio.
Poco más de las 5 de la tarde, y a 6 paradas de metro de mi destino.

Que haría allí, tan lejos de donde vivo y de donde estaba de vacaciones?

Meses atrás, creo que a mediados de febrero, leí en uno de los blogs que frecuento que en un local de Madrid iban a realizar cada jueves una fiesta, de larga tradición en alemania, pero nueva en España.
El local en cuestión era el Cooper Bar, que se publicita como "Naked Fetish Gay Bar" que así en inglés suena muy "cool" , pero que si estuviera en castellano, creo que hasta el inglés más tonto sabría traducir.
La fiesta se llamaba de "yeguas y sementales", que rápidamente piensa uno en que unos dan y otros reciben, y no va nada desencaminada la idea, pero con matices y reglas.
Estas están muy bien explicadas en castellano en la web fickstutenmarkt y las reglas a seguir. No dudéis en picar estos enlaces para saber los detalles, y a ver si otros locales de nuestras ciudades se animan a organizar fiestas parecidas.
En mi caso, tras leerlo me puse taquicárdico perdido.
Viajar a Alemania me era imposible, y a Madrid, a corto o medio plazo, también.
Así que me contenté con leer las preguntas que otros usuarios hacían a los organizadores, y algunas de las experiencias de participantes que iba viendo publicadas de tanto en tanto.

Sin embargo, allá por mayo, y una vez planificada y contratada mi semanita de vacaciones, pensé en que desde allí podría hacer una escapada de una tarde-noche a Madrid.

Me puse a comprobar las diferentes alternativas de transporte que se adaptaran a mis necesidades, o sea, para llegar entre las 15,00 y las 17,00 y salir al día siguiente entre las 7,00 y las 9,00 y a precios razonables.
Tren y avión, con sus diferencias, se compensaban, con lo que optar por uno y otro dependería de la disponibilidad de plazas.
Y aunque bien sabido es que cuanto más tarde se reserve plaza, más dificil es obtener exactamente lo que uno quiere, tras mucho pensar decidí que reservaría en última instancia, o sea una vez en destino, si ir o no ir.

Se me presentaban demasiadas dudas.
Primero, y en principio el más importante era que para gastarme un buen pico, que entre transportes, entradas y consumiciones calculaba que se me irían no menos de 250 euros, que si ya duelen en una situación normal, en época de crisis, aún más, debería tener un tanto garantizado cierto éxito.
Tenía que planear que hacer el resto de la noche, una vez en Madrid, después de la fiesta del Cooper, pensando en cuanto podría aguantar allí y en que condiciones saldría.
A grosso modo había planeado que una vez saliera del leitmotiv  de la escapada ir a una sauna a descansar, para luego ir a otro local de sexo tipo The Paw, que ya conocía de años atrás, volver a otra sauna para acabar la noche, o al Strong, al que hacía más de 15 años que no iba.
Como no lo tenía nada claro, pregunté por email a un muy buen conocedor y asiduo de locales de sexo de la capital, al que sigo sus peripecias en su blog, que me podría aconsejar.
Pero no me contestó, y sigo sin saber porque. Me extraño mucho. Podría pensar que, aunque en mi email explicaba muy bien lo que quería, al final hacía una breve descripción mía, e igual se pensó que quería ligar y no era su tipo. Nada más lejos de la realidad. En fin, yo que sé. El caso es que no le guardo rencor y sigo leyendo su blog.

Por otra parte, los comentarios que leía de la fiesta, muy pocos por cierto, no se parecían demasiado a las alemanas, ni en su desarrollo, ni en su organización y control, lo cual me desmotivaba muchísimo.
Otro aspecto que me preocupaba era mi capacidad de aguantar toda una tarde y noche de "juerga y folleteo", tanto por el cansancio, aún preveyendo las pausas en la/s sauna/s, y váyase a saber si serían de descanso o no, como en mi tolerancia al alcohol que pudiera ingerir durante toda la noche.
Obviamente ambas se podrían controlar. Pero no estoy acostumbrado a tanta, presumiblemente, intensidad.

Y lo que más me preocupaba, precisamente porque se me escapaba totalmente de mi control, era la posibilidad que se diera cualquier tipo de adversidad que provocara un retraso importante en mi vuelta al redil de mi hotel, junto a la playa. 
Ante cualquier desafortunado imprevisto, apenas tendría margen de tiempo para reaccionar o remediar la situación, sin que ello tuviera graves repercusiones.

Me decidiría estando ya de vacaciones, según viera como se iba desarrollando mis salidas nocturnas, si encontraba un mínimo de ambientillo que hiciera sentirme a gusto. Como aguantaría las noches y su repercusión en el día siguiente.
Son las historias que os he ido contando en estos últimos post publicados desde julio.

Y ahora qué?
Fui o no fui a la fiesta de yeguas y sementales ?




Comentarios

  1. Hola

    Me ha echo mucha gracia leer tu relato sobre la fiesta de las yeguas y sementales. Me he visto en una situación muy muy similar pocos meses antes, en Semana Santa.
    La diferencia es que yo fui desde valladolid, por la tarde-noche volviendo al día siguiente por la mañana, y sí que estuve en el cooper.
    Si que me follé a unos cuantos, pero no había nada parecido a lo que anunciaban en la web.
    Una pena porque la idea es bastante buena.

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  2. Hiciste allí lo que cualquier día en ese lugar, u otro día en otro lugar.
    Una pena, desde luego, por no ceñirse a lo que se publicita. Eso resta credibilidad al local para futuras ocasiones.

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  3. Yo fui a una de ellas al copper. Muy entusiasmado y nada, no había nada distinto de cualquier otro día. Frustran te.

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