Despedida Nocturna (2ª Parte)




Con el culo contento y después de la mamada a esa conocida polla que ya comenzada a ser casi de la familia fui a por una cerveza que me refrescara un poco.
De nuevo abajo, me metí esta vez en el primer pasillo de la izquierda.
Las veces que lo había hecho en los días anteriores, era entrar y salir, no sin echar una ojeada a las jaulas laterales para ver si encontraba algo interesante.
Pocas veces ocurría el encontrar acción de a dos, supongo que, por muy poca más luz que hubiera respecto a otras zonas, y ser además  ser un lugar un poco más de paso y a la vista, intimidaba más al personal para que se desinhibiera.
Como digo, es un suponer, ya que en los días precedentes nada me había surgido allí.

Esta vez, en la última jaula de la derecha, me encontré con un tío en la treintena, sin camiseta, rapado,de tórax bien formado y peludillo sin exagerar, y en la penumbre, se adivinaba guapete. Un buen ejemplar, sin duda.
Eché mano sobre ese viril pecho, y fui correspondido de la misma manera, pues yo llevaba la camiseta puesta, pero por detrás del cuello, y pronto nos enzarzamos en un toqueteo de pezones, caricias, toqueteos, palabras y besos.
Valenciano con unos días de vacaciones, de polla más bien pequeña y corta, pero no por ello menos sabrosa, como pude comprobar seguidamente.
En aquella jaula, nuestra intimidad a dos no duró mucho, ya que al poco, otro turista de la piel de toro, madrileño para más señas se unió a nuestra pequeña fiesta.
También buenorro y bien dotado como pude comprobar.
Dos cosas resultaban curiosas. Aunque poco, algo ibamos hablando, y eramos tres en armonía.
Mientras ambos se liaron con besos, me dejaron libres los bajos, cosa que aproveche para saborear y juguetear a la vez con aquellas dos pollas que se me ofrecían.
Estaba en una de las posiciones que más motivan; agachado frente a dos miembros viriles. Cabe decir que contra más haya, más me motiva.
En plena faena de mamoneo conjunto o alternativo, según me iba apeteciendo de tener una o dos pollas en la boca a la vez, entró en nuestro rincón de la lujuria un cuarto participante, que se lió principalmente con el valenciano.
En un abrir y cerrar de ojos, que en la penumbra poco importa, este último, se quedó con los pantalones bajados y sin camiseta (No sé donde la puso).
Le adiviné joven, de complexión muy delgado, pero de carnes prietas, cintura estrecha, polla delgada de largo standard y culo pequeño, firme y redondo. Una ricura, vaya.
La pasión estalló entre el valenciano y el cuarto integrante, dejándonos un poco de lado al madrileño y a mí, con mi mamada.
Éste no tardó nada en correrse y marcharse, y yo, lejos de irme y sin cambiar de mi posición agachada, intenté unirme a la nueva pareja trabajándoles los bajos a ambos, y no pude resistirme a comer de aquel riquísimo culo que a tan escasos centímetros de mí se ofrecía. Era mi tipo de culo.
No me rechazaron, e incluso cuando a ratos me separaba de ellos, hacían muestras de buscar mi cabeza para que siguiera con mi labor.
Pero llegó el momento de estirar las piernas y reponer cerveza, así que cuando marchaba, me preguntaron sorprendidos: Te vas?.
- Sólo de momento. La noche es larga,- les respondí.

Un rato impreciso más tarde, de nuevo por la zona de cruising, por segunda vez esa noche me pilló el de la camisa hortera, que ciertamente me da apuro aún llamarle así, pero no se me ocurría ningún nombre y más cuando hacía dos días que no la usaba.
Y tuve nueva ración de biberón.
Como siempre, cosa breve, pero intensa.

Varios intentos no tuvieron éxito, ya fuera por mí o no, hasta que me encontré otra vez con el valenciano, en la última jaula del otro pasillo.
Y no tardamos en liarnos de nuevo, y fue cuando me propuso de ir a su hotel.
Si una cosa tenía clara en estas vacaciones es que no quería acostarme con nadie, y sólo cedería en ir a un hotel o casa, si era para una sesión, de sexo o no porque no era estrictamente necesario, dominación-sumisión.
Y como no pintaba para nada que eso fuera así, le rechacé la propuesta. Y seguimos a lo nuestro.
Al poquito apareció nuestro amigo común, no el madrileño, sino el "cuarto", y fué, para mi sorpresa que me dí cuenta que era mulato.
Le había estado comiendo el culo y el rabo a un mulato, y yo sin saberlo!!!.
Y nos liamos de nuevo los tres. Sorprendente.

Otra vez llegó un momento de descansar, y les deje seguir.
Esta vez no se sorprendieron, sino que me despidieron con un "hasta luego".
Me fui a por otra cerveza, a la cual, amablemente fuí invitado por el barman. Por lo visto ya me tenía fichado como consumidor cervecero, pues ni me preguntaba ya la marca, y como cliente de la casa.

Bajé de nuevo, me dí un garbeo, metí alguna mano que otra, pero sin cuajar.
Y no me pude creer lo que ví.
En el primer sitio donde nos encontramos, ahí estaban el madrileño y el mulato.
Bien recibido, otra vez nos liamos a tres bandas.
Puro vicio...

Y como no hay dos, sin tres, les dejé apasionados continuar a ellos solos.
Aquello ya no iría a más.

Salí, y tonteé con uno, y mientras nos liábamos, me pidió que le follara.
Como no me apetecía follar, sino ser follado, le dije que no, y al parecer, él estaba en la misma situación, por lo que nos separamos, lamentándonos.
  
Al poco, ví al valenciano que se marchaba.
- Salgo a fumar-, dijo.
- Ok,- le contesté.

Minutos más tarde, me encuentro con el mulato.
- Has visto a ...-, y sin dejarle acabar la frase, le contesté, a la vez que le guiñaba el ojo.
- Esta afuera... fumando, y creo que esperándote.
Se despidió con una blanca sonrisa.

Parecía que la noche se acababa, con aquella remontada espectacular que comentaba al final del anterior post.
El de aparencia de los años setenta que me folló, el de la camisa hortera que por dos veces me dió de mamar, el madrileño al que también se la mame, el valenciano y el mulato que en tres ocasiones diferentes de la noche nos liamos bien liados, todos habían marchado ya.

Pero aún hubo más...

Comentarios

  1. Perro, felicidades por tus éxitos. Un mulato ...., mmmmmm..., uno de mis deseos insatisfechos. Me encontré con uno hace unas semanas en la Sauna Condal, rapado, no muy alto pero muy bien formado y con una buena polla, pero pensé que podría ser un chapero y no hice caso a lo que me parecieron insinuaciones suyas. Seguramente estaba equivocado y me perdí algo bueno, porque luego le vi dando de mamar a un espectador del cine que parecía insaciable, hasta que se fueron a una cabina. Me consuelo pensando que, según sinceramente me pareció, era demasiado exclusivamente activo para mi. Aún me falta evolucionar algo más hasta llegar a ser un versátil completo, redondo como se decía antes, que es lo que me gustaría.
    Pero todo se andará.
    Aunque algo tarde por mi parte, seas bienvenido de tus vacaciones y gracias por alegrarnos e ilustrarnos con esas vivencias tan cachondas. ¡Que dure!

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  2. Y el mío cumplido sin darme cuenta, satisfactoriamente, a la segunda vez que nos liamos aquella noche. Antes no me había dado cuenta, cosa que tiene su gracia.
    Como bien dices, ya se andará ;-)
    Muchas gracias, Maresme, por seguir estando ahí, leyéndome y opinando.

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  3. Niño, eres el puto amo de las remontadas.
    X hoy no quería leer más, pero me vas a hacer leer el siguiente para ver cómo termina la remontada de estas Puti-Vacaciones 😋.
    (Bcn1972).

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