Areneando II - Transitando el Otoño




Y durante muchos meses, tantos como ha durado el otoño y la mayor parte del invierno, la actividad fue decayendo.
De gris, con breves pinceladas de colores tono pastel, se podría definir esta temporada.
Como el tiempo. Un otoño prolongado, en el que el invierno ha estado poco presente, salpicado de días soleados y poco frío.

Que lo vea así también influye mi estado de ánimo que fue de capa caída hasta bien entrado enero, por lo que es bastante probable que no viviera con tanto interés las experiencias que iba encontrando.

Días sin nada que contar, en los que entraba en el cine, y salía tal cual, con apenas roces, y menos mamadas.
Otros en el que si bien algo ocurría, eso bien poco intenso como para contarlo, y alguno otro que si bien podría haberlo narrado, no me encontraba con las suficientes ganas para hacerlo. Llamémoslo pereza, desidia, tristeza. No importa.

Momentos que se desdibujaban conforme pasaban los días, que al no ser anotados, se confundían entre ellos, se borraban los ratos de aburrimiento y hastío, y permanecían los recuerdos agradables como ascuas en la oscuridad.

Así recuerdo una aburrida tarde en que fuí esquivando a Antonio, más que nada porque era muy previsible lo que fuera a ocurrir, pero que ya de últimas, y viendo que nada ocurría, me hice el encontradizo.
Nos enrollamos. Le calenté al punto de ebullición, arrodillado y lamiéndole con fruicción los huevos, su leche salió disparada como un géiser, saltando por encima de mi y cayendo más allá de mi desnuda espalda.
Sin embargo, aquella tarde no acabó así, sino con una aceptable follada de una bonita, aunque no especialmente sabrosa polla, de un tipo que por allí andaba.

O la de un susurro en el oído, mientras estaba de pie en el minicine apoyado en la pared, y que me sugería seguirle al lavabo, cosa que hice, pero que una vez allí, y yo con los pantalones bajados, me suelta con la conocida frase de alguna ocasión anterior..."Uy, esta muy estrecho. Mejor no te follo", y se va. Y es para soltarle: "Pues trabájatelo un poco, gilipollas!".

Pero uno es educado y no dice esas cosas.


Comentarios

  1. Te entiendo, hay épocas que no nos encontramos con ánimo para estas cosas, hay que hacer nuestra vida, el cuerpo ya volverá a pedir "guerra" cuándo vuelva a estar preparado.

    De momento he tenido suerte y los que me han follado, han flipado de lo estrecho que lo tengo y el placer que eso les da. Veo que tienes poca suerte y los que no quieren follar culos estrechos, te los encuentras todos tú.
    (Bcn1972).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, a veces uno se encuentra muy seguidamente con los mismos comentarios, y se te acaba grabando en la memoria. Aún puntualmente me encuentro alguna vez con que lo tengo estrecho, pero como ya intuía y he podido comprobar es que no hay culos estrechos sino poco ( o mal ) entrenados ;-) . Por otro parte, la palabra clave de este post es "tristeza". Aquel otoño/invierno estuve sumido en una de las épocas más tristes de mi vida (que no viene a cuento detallar en este blog), y ello también quedaba reflejado de alguna manera en mis salidas esporádicas.

      Eliminar
    2. Vaya, siento esa época mala..... 😞.

      Esperemos que eso paso muy pocas veces en la vida.

      Eliminar
    3. Con aquella brutal intensidad, no. Afortudamente.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares