Sin descanso... (Al día siguiente).




Después de tanto jaleo del día anterior, en el que desde el momento que entré en el cine, hasta que decidí irme apenas tuve 5 minutos de descanso, se me ocurrió, como quien no quiere la cosa, volver a la tarde siguiente a ver que pasaba.
Dos días seguidos es raro que vaya, pero a veces ha ocurrido.
Pero una tarde como aquella, de actividad incesante, resulta bien raro encontrársela.

Tenía un pequeño reparo, y es que no me apetecía encontrarme con Luís, no porque no me lo pase bien cuando coincido con él, sino porque básicamente me acapara mucho rato con los pezones.
Es cierto que me los toca como nadie, y el estado de excitación es continuo, pero quería algo más variado.
Claro que eso no depende del todo de él, sino del resto de la gente que se quiera implicarse.
Y eso, pocas veces ocurre.

Y allí estaba, fumando un cigarrillo en la puerta de entrada del cine.
Bueno, pues nada... pa' dentro.

El cuarto chico estaba vacío, así que me fuí al otro cuarto.
Tampoco había mucha gente, pero enseguida las manos de Luís me rodearon desde atrás dirigiéndose  a mis  tetillas.
Comenzó el juego, camiseta tras la nuca y pantalones abajo.
Al lado estaba el Melenas, que comenzó a colaborar discretamente mediante el magreo del culete y algo de pajeo.
Con su otra mano, se la meneaba.
Debía de estar muy caliente pues no tardó en echar, en una breve corrida,  lefa sobre mi pierna.
Me limpié lo poco que cayó, y dejé a Luis.

A partir de ahí, me instalé en el aburrimiento, o este se apoderó de mí.

Estuve un buen rato observando desde la pared del fondo, a una prudente distancia, como mamaban en las filas del fondo a la derecha.
Prudente, porque no me apetecía cohibirles, ni intervenir.

Por allí corría un tipo con palabra de honor, esa prenda femenina que es todo escote sin estar aparentemente  sujeto por ningún lado. Un CrossDresser, o una?. No quisiera ofender.

En sus paseos pude ver cierto interés en sus miradas.
Yo me mostraba serio, inmóvil, distante. No sabía, de hecho, como actuar.
Es cierto que los CD's no me motivan visualmente ni excitan especialmente.
Pero me plantee, como hipótesis, en caso de entrarle, como hacerlo.
Y no se me ocurría como.
Debía tener yo una actitud dominante ? cariñosa ? hablarle en femenino? Ufff... evidentemente no hice nada.

Ya de últimas, pues había decidido darme la última vuelta antes de irme, me metí de nuevo en el cuarto grande.
Allí había una chaval, alto, joven y se adivinaba guapetón, así entre el difuminado de las sombras.
Pero sieso, distante, estático, inmóvil. No emitía señales...
Tal vez fuera su primera vez. O no, y simplemente no sabía como actuar. Igual que yo hacía un rato con el/la crossdresser.

Me decidí. Tal vez acabaría bien la tarde.
Me acerqué, y le metí mano sobre el paquete.
No hizo ascos, ni otras muestras de rechazo, por lo que parecía ser que tenía el campo libre para seguir haciendo.
Comencé a bajarle la bragueta, sin ayuda por su parte. Estaba paralizado. Que debía de estar pensando ?.

Acerté pronto a sacársela, y el siguiente paso fue casi, secársela !!!, porque la tenía babosa y chorreante.
Sé que eso motiva a muchos, pero no a mí.
Me sentí bastante frustado, pues aquella hermosa y joven polla no iba a ser ni plato ni postre.

Igualmente debía ser desconcertante para el pobre chaval que lo dejara, casí tirado.
Le solté la polla, le hice señal con la mano y cabeza que no quería seguir, y me marché.

La tarde no dió más de sí.


Comentarios

  1. Me gusta que vuelvas a deleitarnos con tus interesantes experiencias, gracias por contarlas. Espero esta semana dar una nueva visita a alguna sauna, ya contare.
    Saludos Luis

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  2. Vaya, por desgracia no todas las tardes no pueden ser cómo las de ayer.

    Bcn1972

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    Respuestas
    1. Bueno, el contraste hace que las buenas aventuras destaquen

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    2. Buena filosofía 😁

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