... al Barranco de Xixo


Acceso desde la playa

- Cuidado con los rumanos,- me advirtió Miguel, no sé bien a cuento de que, mientras nos dirigíamos al lugar de cruising que me quería enseñar.
No sabía si era un comentario para que no me dejara engañar por ellos, por si eran amoríos de peaje o amigos de lo ajeno.
- Suelen estar por esta zona, así que cuando vuelvas, ten cuidado,- fue lo último que me comentó del tema.

El camino se me hizo eterno, más que nada porque no tenía ni idea de donde me llevaba, pero seguro que no pasaron más de 15 minutos desde que salimos del New Copper.

Bajamos por las escaleras que daban acceso a la playa, por debajo del paseo, y allí, a medio túnel había una hamaca y dos tíos.
Pasamos por delante de ellos y ya al salir a la playa Miguel me dijo que no había nada interesante.
- Aquí en la playa o te refieres a los dos tíos del túnel ?, le pregunté.
- A los tíos. No me gustaban.Uno era muy feo y el otro viejo,- me contestó, sin más.
Sólo pude responderle con un triste "Ah!!", no por pena, sino porque al pasar por el túnel estaba más pendiente de mirar por donde pisaba, que por el ver de quién se trataba. Obviamente iba un poquito pedo.

Así que volvimos, esta vez por la pasarela de madera que bordea el paseo a pie de playa.
- Bueno, aquí te dejo. Si quieres volver ya sabes el camino, y si te vas para tu hotel, acuérdate de lo que te he dicho,- me dijo despidiéndose.

Me quedé sólo.
Y me volví sobre mis pasos, para cercionarme de como eran los tipos en cuestión.
Pero ya no había nadie.

Me senté unos segundos en la solitaria hamaca, cuando justo bajaba un tío, de unos cuarenta y tantos años
mal llevados.
El tío no dudo mucho en acercarse, sacársela y darme de mamar.
A mitad del túnel
Que podía hacer alguien como yo, sentado en una hamaca, bajo el túnel del paseo maritimo del final de un barranco a una hora intempestiva de la noche en la que ya todos los locales estaba cerrados, y el cual, por poco movimiento que hiciera se notaría que iba un pelín ciego?.
Pues eso, y no se lo pensó dos veces.
Y afortunadamente el asunto fue muy breve.
Apenas me la metió, la sacó para correrse.
- Bien !, pensé, pues no me gustaba 
Se fue y yo hice otro tanto.

Camino del hotel, la noche comenzaba tímidamente a romperse.

Casi llegando a la zona vieja de la ciudad, donde empieza el puerto y los jardines, me crucé con un tío, con gorra de visera, buena pinta aunque no porque esté bueno, sino más bien porque tiene cierta gracia.
Al llegar a la misma altura, nuestras miradas conectaron.
Nos sobrepasamos y ambos nos giramos para seguir mirando, volvimos sobre nuestros pasos aproximándonos y sin mediar palabra nos metimos mano.
Algo impensable allí a otras horas.

Chapurrea escasamente inglés, y muy pocas palabras en español, pero mal que mal no hicimos entender.
No se podía ir a su hotel, pero yo llegué a descubrir el motivo, y yo no quise que fuéramos al mío.
- Te gusta leche?,- me dijo, dejándome totalmente sorprendido que, como extranjero, de lo poco que llegó a decir en español fuera precisamente eso.
- Where are you from?, le pregunté.
- Moldova,- obtuve por respuesta. Bien no era rumano, sino moldavo, dos pueblos, con el mismo idioma, como catalanes y valencianos, pensé.
A pesar que la comunicación verbal no era muy fluida, logramos quedar para vernos en el Bears Bar, entre la una, y la una y media de la noche siguiente.

La luz iba venciendo rápidamente a la noche.

Vendría ?
Estaba convencido que no.

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Como llegar ?

Es muy fácil y no tiene pérdida posible. Entre unos cinco y diez minutos caminando.
Atravesando los jardines de Elche, se sigue por el serpenteante paseo marítimo que bordea la playa de poniente.
Si se va por la playa, no hay más que seguir la pasarela de madera que bordea el paseo a pie de playa,que en un momento se corta, pero sigue más adelante, hasta llegar indicado por un cartel (ver foto de cabecera de post).
Si se va caminando por el paseo, basta con fijarse en las baldosas del suelo, que dibujan circulos de colores, que van cambiando a tramos hasta llegar a los azules y luego a rojo.
Y  es allí, al poco de empezar el rojo cuando se encuentra al otro lado de la calzada el acceso a la playa por debajo del paseo.

Localización del túnel del Barranco de Xixo sobre una vista aérea de la playa de poniente de BENIDORM.
A la derecha el casco viejo de la ciudad y el puerto.

Nota: Como todo lugar al aire libre, es zona AYOR (All your own risk) como se indicaría en la guía Spartacus. Por cierto, aún existe?.

  

Comentarios

  1. Pues aunque parezca mentira, todavía existe la Spartacus Gay Guide, que tanto nos ayudó a algunos en nuestros viajes al extranjero hace, ay!, tantos años.
    http://www.brunogmuender.com/products/details/id/7400_Spartacus_International_Gay_Guide_2013-2014/cat/369_Reise/
    Por cierto, tu última nota del post donde la mencionas casi no se ve en mi ordenador, por lo similar del color del texto con el del fondo.

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  2. Anda !!! Pues tienes razón. No sé ve bien.
    Gracias, voy a ver si lo arreglo ;-)

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  3. Que raro se me hace que tengas aventuras en aire libre.....pero mola también.

    Bcn1972

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    Respuestas
    1. Me da tanto apuro como morbo, sobre todo los bosques. Me pasaría los días desnudo como una cabritilla "haciendo cosas" con los machos cabríos que me encontrara. Pero bueno... Esta vez no ocurrió casi nada.

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    2. Me encantaría cómo a tí, aunque no haga nada con nadie, pero el sólo hecho de estar desnudo en un bosque, pasear, estar en la naturaleza, oler el aire fresco.....x desgracia bosques así, donde los héteros no aparezcan, es imposible ☹️

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