Sábado tarde - Cine Arenas




Hacía muchos años que no se me presentaba la oportunidad de ir al cine Arenas un sábado por la tarde.
En mi primera época, apenas unos meses, sólo iba en sábado.
Luego estuve muchos años sin ir, y cuando lo hice, sólo era, como ahora, entre semana.
Puntualmente iba en sábado, y desde luego no había color con respecto al resto de los días.
Había mucha más gente, y el cuarto oscuro era, a momentos, un amasijo de carne y brazos tocando todo lo que podían. Un auténtico festín de roces, sobeos y tocamientos varios.
A veces se iba más allá, claro, como ahora también pasa de vez en cuando.

La última vez que fuí en sábado por la tarde, hará cosa de ocho o diez años (soy incapaz de precisarlo) recuerdo que me follaron cuatro tíos, bueno... llegaron a meterla, cosa bien distinta.
Ahora si eso pasa cada cuatro meses, ya es mucho.


Ya que podía, había planeado ir al cine esa tarde, y al salir desde casa, no como siempre que improviso saliendo del trabajo, me había puesto de punto en blanco, no tanto por la vestimenta en sí, tejanos y camisa normales y corrientes, sino que me había afeitado, recién duchado, depilado bien el culillo y limpiado por dentro a la espera de acoger unos cuantos cipotes.
Aparte llevaba siete condones, para que veáis el optimismo con el que iba, dos sobrecillos de gel lubricante, unas toallitas higiénicas, papel de rollo también higiénico y una botellita de poppers.

Optimista, pero a la vez, un poco atacado de los nervios por si me encontraba con un amigo que, cuando va, sólo es esporádicamente algún sábado. Entre semana voy la mar de tranquilo.
Y por muchas circunstancias, no me convenía encontrármelo.

Cuando entré, me sorprendió ver cinco personas en el cuarto oscuro pequeño. Hace meses era normal, pero últimamente suele ser raro encontrar alguien. En el cuarto oscuro grande había gente como una tarde cualquiera de las concurridas, o sea, diez o doce personas.
Pero en ambos no había mucho movimiento.
No me encontré a ninguno de mis habituales, y hasta no bien pasada media hora, no vi unas pocas caras conocidas.

Habian pasado tres cuartos de horas y solo hacia tenido el roce de unas manos temblorosas e indecisas que suavemente aparté.
Aparte de nervioso, me sentía profundamente decepcionado y desmotivado.
Los cuartos no quedaban nunca vacíos, como ocurre entre semana , pero ni con eso había mucha gente.
Y no era muy participativa.

Hice un intento de meterme entre unos, comenzando a lamer el pezón que uno tenía al descubierto, y quién me dirigió con su mano, mi cabeza hasta su polla.
Pero carecía de actitud, ni me la sujetaba, ni imprimía movimientos. Sólo una cosa que me ponía más nervioso todavía eran los pitidos que se le oía al respirar.
Lo dejé.

Pasó mucho rato, y en un momento que había un grupito de tres viendo como uno se la mamaba a otro, me acerqué y uno de los observantes, joven de veintitantos, me cogió de la muñeca para que palpara su polla.
Polla?, No!. Pollonazo!!!
En breve estaba ya mamándole esa pedazo tranca, dura y carnosa a la vez.
Ahora de rodillas, ahora inclinado. Pero no resultaba muy cómodo mantener la boca tan abierta durante todo el rato, y no tenía alternativa a lamerla, pues sus huevos permanecían ocultos tras la bragueta del pantalón. Únicamente su polla era accesible.
No lo entiendo, yo que cuando me pongo a la labor, intento que todas mis partes resulten accesibles.
Pero bueno...
No quise ir al lavabo cuando me lo requirió. Temía por la virginidad de mi culo. Uno es muy voluble, y de pedirmelo igual hubiera caido en la tentación de intentarlo, así que preferí negarme a que se presentara la ocasión.
No insistió, y en medio de la mamada, se la sacó, acabando con un paja y escurriéndose sobre mi mejilla.
Con todo, fue bastante rápido.

Mientras me secaba, el bigotillos apareció de nuevo, y me pilló.
El bigotillos es un señor que parece sacado de los años 70, con aspecto fachilla y bigotito a conjunto, con el que ocasionalmente he tenido roces, pero sin llegar a más, y sin llegar a convertirse en habitual.
Un rato antes se me había acercado para ver si quería hacer algo con él.

- Si acaso, más tarde,- le dije, más con la idea de sacármelo de encima, y mientras ir haciendo.

Sé que con lamerle los pezones tiene bastante, así que, ya por su insistencia y visto el panorama,  para pasar el rato, se los comencé a comer.
Él disfrutaba. Yo me entretenía.
Me tenía bien agarrada bien la cabeza con uno de sus brazos; con el otro iba tocando a otros que se acercaban. Apenas podía moverla, sino era para alternar de pezón.
Alguno por atrás me había ayudado a acabar de bajarme los pantalones, pues hacía rato que los llevaba desabrochados, dejándome todo mi recién depilado culo al aire.
Pero lejos de aprovecharse de él, apenas uno pasaba y tocaba, otro hacía un simil de follar, pero situando la polla en una de las nalgas, otro tímidamente me tocaba el ojete e introducía un dedo, que rápidamente sacaba, y otro, el más aventurado se hizo una paja a mi lado, y me echó la leche sobre una de mis posaderas.

Esto no ocurrió todo de golpe, sino en los 15 o 20 minutos que estuve de merienda pezonil.
O sea, que poca cosa, y mal.
Acabo corriéndose, ayudado evidentemente con una autopaja.

Entre los que rondaban por ahí, sin acabar de decidirse a hacer nada, había un negro que, al verme libre, con cierta torpeza pretendió meterme mano.
Le correspondí esperando encontrar lo que uno sueña cuando mete mano a un negro.
Debía estar desempalmado pues no había mucho que tocar.

- Condón, tiene condón?,- preguntó, para mi sorpresa, pues aún estábamos en la fase del primer toque, y ya pensaba en follar!. La duda era quién a quién.
--, Le respondí lacónicamente.
- Poppe, tiene poppe?,- volvió a preguntar, respondiendo yo afirmativamente.
- Dame poppe.
Saqué mi botellita de poppers, y se lo ofrecí.
Me sorprendió mucho su forma de esnifarlo, pues se la puso en contacto directo con la nariz y inhalando con tanta fuerza que me temía que fuera a ocurrir una desgracia.
-Ven, chupa polla-, dijo devolviendóme la botellita, y sentándose en las escaleras últimas del cuarto oscuro grande.
A ver, para chuparle la polla a otro, y que este se siente tan abajo, implica que el otro esté incómodamente de rodillas en el suelo, cosa que no me importaba, pero se me hacía raro, así que me imaginé que lo que dijo fue: ven ( que te ) chupo (la) polla.
Me la saqué, pero apenas se la había introducido en su boca, volvió a pedir poppers.
- Poppe, dame más poppe.
Le volví a dar, fijándome detenidamente como absorbía los vapores.
Me dió muy mal rollo, y cuando me devolvió la botellita, me fuí.  

Faltaba poco para las siete de la tarde, y lo que debería ser un cuarto oscuro lleno de varoniles y sudorosos cuerpos semidesnudos de hombres maduros, no era más que un desierto de sombras solitarias.

Lo que esperaba que fuera una tarde de merienda de negros, (entiéndase en su sentido de confusión y desorden) no pasó de una tarde floja de cualquier día entre semana.

Volví a casa desilusionado y con el pleno convencimiento de haber perdido la tarde, cosa que me disgustaba doblemente por el hecho de haber sido previamente planeado.
Si improviso y me sale mal, pues no pasa nada.
Pero habiendo sopesado diferentes alternativas (erotixx/condal) en las que nunca he estado en sábado por la tarde, y por querer ir a por lo seguro, encontrarme con un fiasco, da rabia.

Además hay algo que parece que se está convirtiendo en costumbre, y es que, por bocazas, sirva de paso para mamar va muy bien, he vuelto a recibir en todo el hocico.

Cuando voy y le comento a un lector sobre la discrección y cuidados al entrar en la sauna Nova bruc, me encuentro yo con la situación incómoda.
Cuando comento lo aburrido del verano en el cine Arenas, toma siete pollas!.
Y cuando le respondo a otro lector que sábado y domingos son los mejores días, me encuentro en que son iguales que el resto.
Y añadir que cuando el primer laboral siguiente que fui al cine, me topé con el amigo que por múltiples circunstancias no me convenía encontrar, eso sí, fuera, pero a dos minutos de allí.
Mucha coincidencia sabiendo que vive en la otra punta de la ciudad.

En fín...
Si hay otra oportunidad en sábado, no volveré.
Algo se aprende.



Comentarios

  1. Qué surrealista. La verdad cuántas veces ha ido uno con intención de comérselo todo y acaba saliendo casi igual. A mí el tema cuartos oscuros no me va mucho, prefiero ver con quién hago las cosas

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    1. Pues ya ves...
      Basé mi expectación en los recuerdos de lejanos sábados, y me salió rana.
      Respecto a los cuartos oscuros te diré que este en concreto no lo es tanto. A los cinco minutos de estar por ahí ves perfectamente quién es quién.
      Date cuenta en el detalle que ver a un negro en un cuarto oscuro tiene su miga.
      Realmente en el Arenas de los dos que hay, el pequeño lo es más, pues el punto de luz más cercano es un fluorescente azul en la zona de urinarios y hay doy mamparas que limitan un poco la luz.
      Sin embargo en el cuarto oscuro grande le llega de pleno la luz de los lavabos, hay un monitor de video y además la luz de salida emergencia.

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  2. Coincido con el comentario anterior, anda que no me habrá pasado veces el ir a lo seguro, el mejor día a la mejor hora y, al final, quedarme con hambre. Y fastidia, sobre todo si lo llevas planeado de ante mano. Tampoco soy mucho de cuartos oscuros, por aquello de ser un poco selectivo y poder ver con quién hago o deshago, pero reconozco que tienen su punto de morbo si la cosa se tercia bien. Sobre lo que comentas del negro, sólo he tenido una experiencia con uno y fue positiva, ya la contaré un poco más adelante.

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    1. Lo que decía, llamarlos cuartos oscuros a veces es un poco aventurado e inexacto. Zona de cruising en la penumbra sería más preciso.
      Como mucho en un cuarto oscuro debería haber un punto de luz (tipo led, pero débil) para no chocarte con las paredes y que sirva de referencia, y como mucho también que se pueda ver la silueta de las personas, pero no sus facciones.
      Para eso, sino, cualquier punto del local que sea sirve.
      La gracia de un cuarto oscuro está precisamente en potenciar los otros sentidos como el tacto, el olfato y el oido.
      En general somos muy esclavos de la vista.
      Vuestos comentarios me han dado la idea de publicar un post sobre los cuartos oscuros que conozco.
      Gracias a los dos ;-)

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    2. Pues lo espero con ganas, el artículo de cuartos oscuros :)

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  3. Jajaja, el bigotillos es un señor sobre los 50, robusto, latino?
    Porque si es el, a mi que me van mucho los machos fuertotes, me miró de lejos, le miré, pasó por mi lado y se acercó. Y no tuvimos que decirnos nada. Acabamos en el lavabo donde me folló. Y después de eso me invitó a su casa al día siguiente.

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    1. Pues va a ser que no, ni robusto, ni latino (en el sentido latinoamericano), y posiblemente pasara de los 50.
      100% seguro que no era el machote que te llevaste ;-)

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  4. Y por cierto, yo tb soy fan de los cuartos oscuros. Me considero normal-guapo, para aclarar que no soy ningún adefesio. Lo que me da morbo de un cuarto oscuro es que ocurran cosas. A mi me da igual que me entre uno que otro, prefiero que sea guapo evidentemente, pero lo que hace que me derrita por alguien es su actitud. Me quedo mil veces con uno muy normalito que sepa cómo entrarme a uno muy guapo que sea un rollo...
    Y me gusta cerrar los ojos y dejarme llevar por mis sentidos.

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    1. Cierto, la actitud es lo más importante ;-).
      Gracias por tus comentarios.

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  5. Perro.... perdona el atrevimiento.

    Mañana organizamos el 2º ANIVERSARIO de la Sauna NOVA BRUC www.saunabruc.com en Pau Claris, 87 (entre Caspe y Gran Via). Lo celebraremos con aperitivos, canapés, cava (barra libre) y tarta. Entrada General 11.80 €. Si no la conocéis.... ya sabéis.... un lametón!!!!

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  6. bueno pues si hay algún maduro a si con bigote maduro masculino recio me lo pasan que contacte con migo en mi blog www.daddysmaduros.blogspot.com

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  7. Me quedo con el comentario del amigo anónimo (20-11-2013). Yo no soy guapo-normal, me considero normal-feillo, pero que suelo triunfar mucho con luz. Aún así, las zonas de cruising en la penumbra tienen su morbillo, y más si uno va desnudo total.

    Que pena de sábado planificado. Esperemos a algún post de "Sábado planificado en Bruc", estoy casi seguro que será estupendo.
    BCN1972

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  8. Yo feillo, directamente, jaja... y cuando "triunfo" siempre me pregunto porque. Bueno, y lo que alguna vez ya he comentado. Mejor no planificar demasiado y no tener muchas expectativas. Que lo que tenga que ser, será.

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    1. Feillo tú? Ya comentaré, más adelante, dos fotos tuyas del Twitter, que aunque no lo parezca, ya hace días que me fijé y en una de ellas se ve un detalle que me hace pensar q no lo eres. 🤐

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    2. Porque más adelante? Ahora estoy ansiosito por saber, jajaja

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