Momentos robados III ( En el cine Arenas )




Cine Arenas.

Nada había ido a mejor, sino más bien lo contrario, y recién pasadas las navidades, necesitaba de un buen desahogo.

En mi día más habitual para estos menesteres, en otro tiempo robado, aquella vez iba a ser mi primera escapada al cine Arenas de este año.

Y no pudo empezar mejor que con una encerrona casual entre Manolo y Carlos, dos de mis habituales.
Los dos más posesivos, uno por delante y otro por detrás en el pequeño cuarto oscuro. A Carlos lo había visto por el rabillo del ojo aproximarse por detrás. A Manolo me lo topé de morros.
Ambos enzarzados en una pelea por mis sensibles pezones. Ambos saben que es la manera más directa y fácil de que sucumba.
La lucha la ganó rápidamente Manolo, que estaba enfrente.
Carlos, sin molestarse en desabrochar los pantalones, me los estiró para abajo, dejando mis vergüenzas al aire.

Mientras lamía los pezones de Manolo, Carlos me pajeaba, empujando de la polla para hacerme agachar para mamar de la suya, que ya también campeaba libre en la oscuridad.
La batalla por las gracias de mi boca la ganó esta vez Carlos, más bien por la retirada de Manolo.
Me la folló a gusto, acabando al poco por correrse. Era de esperar y tal vez el otro en liza también lo sabía.
Manolo no debía de andar lejos, posiblemente desde la columna, pues no bien Carlos comenzó a limpiarse, sin tiempo para incorporarme, atacó de nuevo, y que si bien duró un poco más, no tardó en correrse, que no era lo habitual en él, pues normalmente me trastea en diferentes rincones del cine, y de últimas, se corre sobre mi cara en alguno de los w.c. del local.

Con todo, no pasaron más de diez o quince minutos. Pero muy intensos.

Aquella tarde no dió más de sí, di unas cuantas vueltas a ver si encontraba alguien con quien desahogar el subidón hormonal que llevaba.
Pero fue inútil.

Las veces que he vuelto este año al cine, siempre ha sido con el deseo de encontrármelos juntos de nuevo.
Pero a día de hoy, aquella fue la última vez que los vi.

Ni juntos, ni por separado.




Comentarios

  1. Bueno, a veces es mejor quedarse con el buen regusto de haber disfrutado de esos dos tíos... no sea que la vez que repitas con ellos juntos la cosa salga peor y al final acabes con un mal sabor de boca. Esos momentos intensos, aunque duren poco, saben a gloria :)

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    1. En eso tengo suerte, que se apreciar los breves y buenos momentos ;-)

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  2. Volverás a encontrártelos, seguro. Somos animales de costumbres.

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    1. Tampoco me preocupa mucho.
      De hecho, es como dices. Solía ir por costumbre casi siempre un mismo día de la semana, y al cambiarlo no me encuentro casi nunca con ninguno de mis habituales.

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  3. Dichosos 10-15 minutos. Fabuloso hacer correr a tíos y tú disfrutarlo.
    Todos salís ganando. 😋.
    BCN1972.

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