El hombre perfecto





El hombre perfecto.
Perfecto o casi, y allí estaba.

En la juventud de su madurez, pasando poco de los 40 lucía junto a mí aquel que cumplía todos los requisitos para ser mi prototipo de hombre macho.
Calvo, rostro anguloso, viril, con facciones y mirada de tio duro, cuerpo proporcionado y bien formado, tipo delgado pero con músculo marcado sin estar duros, cintura estrecha y vientre plano con ligera tableta, vello en cantidad justa y bien repartido, culo pequeño y redondo, polla delgada, largo normal y dura, huevos pelados y duros, buenas piernas y buenos y ricos pezones.
Obviamente, texturas y ricuras las aprecié más adelante.

El tipo de  tio por el que me derrito, pero no jamás me atrevo a dar los primeros pasos. Básicamente por temor al rechazo, ya no hago por molestarme en llamar la atención.
Como alguien con tanto morbo se va a conformar conmigo, habiendo siempre mucho mejor ganado que yo?
- No debo ser su tipo-, fue lo primero que pensé, tras recuperarme del shock de la visión.
- Pero oye!, de perdidos al río-, Se suele decir, no?, Y además ya estaba caliente y en situación (ver post anterior).
Así fue como me atreví a magrear su pecho y pellizcar suavemente sus pezones, y a partir de ahí fue un no parar.

Noté enseguida alguien por detrás que comenzaba a toquetear. Miré, cosa que no suelo hacer cuando me abordan por detrás, pues suelo esperar en estos casos que me seduzca el suave tacto de sus manos. No me gustaba mucho, pero contribuía al morbo de la situación.
Seguidamente, otro tio joven de unos 30 o 35 años, sin pelillos, buen cuerpo, pero sin estridencias marcadas, se lió con nosotros.

Apenas unos minutos más tarde, me descubro en una escena poco frecuente.
Tenía a los dos, al  joven de 25/30 años y al macho de mis amores a mis pies, este sin dejar de juguetear con mis pezones,  mamándome sin parar, compartiendo mi polla.
Parecía en esa situación que el dominante fuera yo.
Llamádme tonto, pero aproveché la ocasión y me follé aquellas dos buenas boquitas.
En medio de aquella compenetración, armonía y morbazo del momento, de los tres en plena faena y un corrillo de voyeurs, el más joven sugirió de ir a una cabina.

Una vez allí, me dispuse a ocupar mi lugar natural, y antes que tomaran alguna iniciativa, me agaché y comencé a tastar aquel par de hombrías que no me habían dejado probar anteriormente.
Complacidos, por un momento, se dejaron.

Si a mí llevar una toalla colgando de la mano ya me molesta, no deja de sorprenderme cuando la gente saca de no sé donde, evidentemente porque no me he percatado de ello,  y mi machote particular, un bote de crema, una botellita de poppers, condones, unas pinzas con cadenilla que las une, y el joven un dildo de silicona de 30 cm mínimo y buen calibre que me quitó de golpe el hipo que no tenía.

Una breve esnifada por mi parte, casi de compromiso; ninguna por parte del joven y un par por mi maduro particular fue todo el uso que se le dió al poppers.
Realmente no se necesitaba.

Las pinzas con cadenilla fueron a parar a mis sensibles pezones, con las que, de tanto en tanto a lo largo de la sesión, fue jugando.

El joven se espatarró en la camilla, mientras mi macho, al que yo mamaba sin perder detalle de lo que acontecía, comenzó a trabajarle untando con unos buenos manotazos, su culo de crema.

Caliente, preparado y bien untado, el culo del joven pedía polla a gritos.
El mío también, pero era apenas un susurro.

Con la polla bien dura y preparada tras mi mamada, mi hombretón se enfundó un preservativo y comenzó a follar a nuestro joven desesperado.

Mientras duró las cuatro embestidas, y nos ibamos morreando, al parecer no satisfecho del todo, el joven pidió parar y continuar la follamienta con aquel pollón de silicona.
Ya que lo había traido, buen uso le quería dar.
Rebosante de crema, el culo ofreció buen cobijo a gran parte del instrumento en cuestión con el que se lo estaba follando.
Mientras, mi machote me hizo tumbar patiabierto junto al joven, y mientras con la mano derecha movía graciosamente en un mete y saca el gigantesco dildo, a mí me comía la polla.
Quien dijo que los hombres no son capaces de hacer dos cosas a la vez?.

Al cabo de un rato, acabo dejando el arma de silicona, y comenzó a centrarse en exclusiva a comerme el culo, mientras tiraba de la cadenilla de mis pezones.

Yo estaba tocando en el séptimo cielo, pues la sobreestimulación era considerable, y la comida impresionante.
Suficientemente satisfecho o decepcionado y abandonado, el joven marchó.

Comenzó a lubricarme el culo con aquella crema con olor a manteca, y poco a poco fue follándome con los dedos. Primero uno, luego dos.
Mientras no perdía bocado y seguía comiendo de mi polla. El momento era muy intenso. 

- Córrete !,- me pidió con su masculina voz y lasciva mirada. Y como el chorro de espuma que sale al descorchar una botella de cava, una tremenda corrida surgió disparada hacia su cara.
La leche que no se le quedaba en el rostro, caía sobre mi vientre.

Después, aún tonteamos un buen rato, con besos y pezoneo.

Mientras bajaba las escaleras que hay junto a la playin room, camino de las duchas, sentí una voz.
- Joven, joven !, decía, y suponía de debía dirigirse a mí, pues no había visto ni cruzado con nadie desde que había salido de la cabina.
Me giré, y vi al tipo redondito, simpático y hablador con el que había tonteado en uno de los aperitivos del principio de aquella tarde.
- Qué!, al final te has liado?, Te lo habrás pasado bien, no?, - preguntó con una sonrisa picarona.
- Que sepas que la próxima vez no te escapas !.
Días más tarde me lo encontré en la sauna Nova Bruc, y no me hizo ni caso.

Cuando llegué a las duchas, allí estaba el hombre de ensueño que tanto me había hecho disfrutar aquella tarde.
Con un poquito más de luz, los cuarenta años que me habían parecido que tenía se alejaban rondando más la cincuentena. Posteriormente, en los vestuarios me crucé con el joven, que también aumentó su edad aparente y más bien parecía estar entre sus 35/40 años.
No obstante, con más luz, ninguno desmerecía.

Pero mientras, allí en las duchas, cruzamos unas pocas palabras más, con miradas ávidas de retomar la acción por parte de ambos.

Pero teníamos que marchar.
Y yo, particularmente, quitarme el intenso olor a manteca.


Comentarios

  1. Conseguiste conquistar a tu hombre ideal y tenerlo en exclusiva para ti, haciendo que el otro chaval se fuera con el dildo -digo , rabo - entre las piernas. La intensidad con la que describes cómo te corriste indica que disfrutaste como un buen perrete ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hacía bastantes días que no me lo pasaba tan bien, cierto.
      Pero no tenía ninguna pretensión que el otro se fuera. Pero supongo que al ser únicamente pasivo, necesitaba en exclusiva de un activo.
      Al interaccionar yo más con el activo, supongo que este se quedó porque tanto daba como recibía.
      Digo yo... :-)

      Eliminar
  2. Me quedo con una de las primeras frases, lo de no entrar a alguien por miedo al rechazo. Me ocurre muchas veces, siempre espero que se dirijan a mí, imagino que por inseguridad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y menos mal que, de vez en cuando, hay gente más decidida. ;-)
      De todas maneras, es algo que intento superar, ya que si no, no me comería un rosco la mayoría de veces, pues hay demasiada gente indecisa, temerosa o dubitativa.

      Eliminar
  3. Después de seguirte durante un tiempo, hoy por la tarde me he decidido y fui a conocer la Sauna Nova Bruc. Por ser la primera vez, no ha estado mal...aunque esperaba encontrar al hombre perfecto. Estarias por ahí?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anda ! Pues por poco que no he ido.
      Hoy me decidí por la Condal, y allí estuve.
      Pero te hubieras quedado esperando al hombre perfecto, porque no soy yo, jejeje...
      Gracias por comentar. Espero no sea la última. ;-)

      Eliminar
  4. Impresionante historia e impresionante descripción, Perro. Eres genial describiendo tus experiencias. permites que tus lectores las revivamos y nos pongamos a cien por hora (por lo menos yo). La verdad es que tras tus descripciones no he podido menos que dedicarte una buena paja que me acabo de hacer mientras te releía. No pares guapo. Besotes!!! Manel

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias a tí, Manel.
    A ti se te sube la polla con mis relatos, y a mi el ánimo con tus comentarios.
    Lametones :-P

    ResponderEliminar
  6. Me entran ganas de que os corráis todos encima mío. Perro organiza un bukake en el sexshop de sants

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja.. sí, claro.
      Creo que nos pelearíamos por el privilegio de ser regados ;-)

      Eliminar
  7. Van maduretes abuelos de mas de 55 años al sex shop de la calle de Sants? Hay buen rollo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De ir van, alguno incluso mayor, y unos cuantos con menos, al menos según lo que ví las únicas veces que fui.
      Ahora llamar abueletes a maduros de más de 55, ahí te has pasado, jajaja...
      Pues no hay de esa edad que dan cuarenta vueltas en vitalidad, y algunos de aún muy buen ver, a muchos más jóvenes :-) !!!

      http://en-la-penumbra.blogspot.com.es/2014/03/erotic-palace.html
      http://en-la-penumbra.blogspot.com.es/2014/03/erotic-palace-experiencias.html

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares