Tres saunas de mayo





Alguna vez me han argumentado que uno de los mejores días para ir a una sauna es a principios de mes, cuando la gente ha cobrado recientemente y aún anda sin problemas de liquidez.

Tal vez sea eso cierto en ocasiones, pero aquel día resultó ser una gran patraña.
Ni mame ni me mamaron... y mucho menos, evidentemente, me follaron.
Decir que había poca gente ya era pasarse de optimista.
El día habitual, la hora acostumbrada, primeros de mes y sin fútbol televisado.
Y apenas cuatro gatos.

La leche de una paja que me hicieron mientras languidecía de aburrimiento tumbado en la camilla del minicine fue lo único en claro que saqué aquella tarde.
Bueno, más bien que me sacaron.
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La siguiente visita, una semana más tarde, no pintaba nada mejor.
Me encontré a Hugo en la entrada, yéndose ya. Cosa rara pues cuando coincidimos lo veo durante un buen rato.
Los vestuarios vacios, y ya dentro dudaba si eramos tres o cuatro gatos, eso sí, muy mayores.

Sólo destacaba un tipo delgado de aspecto inglés, largo como un pino, de cara más envejecida que su cuerpo, fino y esbelto., del cual pude comprobar que era poseedor de una gran polla, la cual mame un ratito en el minicine.
Bueno, más que mamar fue un breve cata, por mi parte, lo suficiente para comprobar saber y dimensiones y por la suya para decidirse a indicarme seguirle a una de las cabinas.
Concretamente la Roma.

Y allí en la cabina de la ciudad eterna pude disfrutar del manjar inglés, hasta que me corrí en la colchoneta pajeándome entre sus piernas.
Allí lo dejé y con un 'Thanks' me despidió.

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La tercera visita del mes se mostraba un poco más animada en cuanto a público, en cantidad, dentro de lo normal para aquella hora de la tarde.
Sin embargo me sorprendió que la media aparente de edad se acercaba mucho más a la mía que otras veces, y la gente mayor también estaba menos "cascada" que en alguna ocasión he llegado a ver.

Y fue entrar en la sauna de vapor y besar el santo.
Mejor dicho, chupar la polla.

Comenzó con el típico tonteo de un roce casual que se convierte en un claro toque.
Del que si te toco, que si me tocas pasó rápidamente al pezoneo, de ahí al quieres poppers y al fóllame.
De lo primero apenas olerlo y de lo segundo pasé.
Con uno tonteaba por delante, otro por detrás y el que estaba sentado en los bancos de obra, se llevó el premio.
Estaba ahí, mirando a contraluz desde la grada, en primerísima fila, lo que a un palmo acontecía.
No hacía nada por intervenir, pero sí disfrutaba con lo que veía.
La mano inquieta sobre su polla erecta lo delataba.
Joven en la treintena, de cuerpo liso, sin pelo, buena polla sin exagerar de tamaño, y una perilla que adornaba su rostro, resultaba muy tentador extender la mano y acariciarle.

La caricia se convirtió en sobeo y en lo que dura un pestañeo me incliné hacia su enhiesta virilidad y comencé a mamar y disfrutar como un enano de aquella rica polla .

No penséis que los tipos con los que estaba liado quedaron huérfanos.
Lo gracioso de la situación es que ambos hicieron lo mismo con otros dos tipos que estaban igualmente sentados en la grada.
Con lo que los tres acabamos inclinados mamando y con el culo en pompa, a los tres tíos que allí descansaban plácidamente.
Tres mamones en acción, con el culo al aire bien dispuestos, pero que nadie aprovechó para follar y aumentar el morbo de la situación.

Cuando el mío acabó corriéndose, yo cambié de escenario.
Tanto vapor y tanta calentura me mareaba.

No había satisfecho toda mi ansia así que me fui para el cuarto oscuro.
Tuve suerte de llegar y comenzar a mamar el pollón de un tiarrón, ambos tamaños, polla y cuerpo bastante acordes entre sí, y si bien además era del tipo que te coge de la cabeza y va marcando su ritmo mientras te folla la boca, también lo era de los que se escurren pronto.
Rápido, no. Rapidísimo que me dejó 'tirao' con la boca aún abierta, mientras se vaciaba de pasión y semen sobre mis pies.
No podía ser todo perfecto.

Dos hombretones, en tanto que ocurría lo anterior, se nos habían posicionado al lado.
Uno se dejaba toquetear por el otro, y yo al quedarme en cuclillas, ansioso y boquiabierto, arrimé el morro al pitorro del más buenorro.

- Te voy a follar el culo -, susurró una voz anónima a mis espaldas, al tiempo que me palpaban el ojete del culo, al ver que tan bien dilataba en aquella ocasión.
Pero fue decirlo e irse.
Con mi gozo en un pozo, seguí mamando alternativamente ambos pollones que a la altura del hocico tenía.

Y cuando, mientras a la vez me pajeaba, me corrí, sentí como comenzaban a lubricarme el culo para follarme.

Pero ya era demasiado tarde.

(Tres martes de mayo 2015)

Comentarios

  1. Si algo he aprendido en mis años de cruising es que en estos lugares la lógica no existe, ni es una ciencia a aplicar. "A primeros de mes va más gente porque acaban de cobrar", en mi caso era "los viernes por la tarde", "los martes a las 19:30", pero a la semana siguiente nada de esto se cumplía. Lo mismo ibas un martes y había muchísima gente, pero al martes siguiente estabas solo... La única regla que se cumple es la de los fines de semana, esa no falla. Ahora que también te digo, que muchos polvazos los he pillado en días de poca afluencia. El Karma, la casualidad...

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    1. Efectivamente Marcos.
      Es una cosa que realmente me ha dejado de preocupar.

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  2. El tercer día me ha parecido un gran día. Esa imagen de los tres tíos siendo mamados a la vez, por tres tíos de pie con el culo levantado es mucho!!!

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  3. Es necesario mencionar que en ocasiones por mas lleno que este el sauna, no pasa nada o al menos eso pasa mucho en Colombia. Hay personas que entran y salen de las distintas locaciones, como con miedo de que alguien los toque, otros tapan sus miembros, aún en días nudistas...yo personalmente soy de los que miró mucho a mi alrededor y si no hay movimiento lo busco. Me parece frustrante ir y salir con la polla sin uso y el ojete cerrado. Gracias perro por tus experiencias.

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    1. Gracias a tí por comentar, Andres0157.
      Tienes toda la razón del mundo.
      Ya que uno paga por entrar, al menos que intenten superar sus "miedos", manias y cohibiciones.

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    2. Es verdad, hace poco estuve en una sauna y senti que la gente hacia un deliberado esfuerzo por ignorarme. Habia una sala con un video y cuando me veian que estaba en uno de los sillones la gente se iba. Me cabree al principio, despues observe que entre ellos hacian lo mismo.

      Hay que ser mas directo? Las veces que intente hablar con alguien la respuesta fue rapida, pero cortes y distante. Uno se acomodo la polla por sobre la toalla, charlamos un rato y se fue. Creo que debi haber sido mas explicito en lo que queria. Es asi?

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    3. Bueno, yo creo que con ser más explicito también puedes provocar que la gente salga corriendo, pero también es más probable que encuentres lo que quieres más rápidamente.
      ¿Quien sabe lo que es más correcto en cada ocasión?

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