Lo que dió de sí 50 minutos en la sauna Bruc




Con apenas 50 minutos disponibles dudaba si entrar o no en la sauna.
Cuando meses atrás el tiempo era tan breve me escapaba al Arenas Cinema, pero ahora que ya dejó de existir, gastarme lo que cuesta una entrada por menos de una hora era para pensárselo dos veces.
Finalmente decidí entrar.

Que hubiera bastante más gente y más variada que el último día, el del multipolvo y varias cosas más, no era garantía de nada.
Y de hecho, pasó más de 20 minutos sin que nada ocurriera.
Realmente desesperante cuando se va con el tiempo justo.

La Big Sex Room estaba bien llena de tíos, pero solo un tiarrón y un buen mamón a sus pies parecían disfrutar del momento.
El resto sólo miraba, tal vez con queriendo hacer pero sin atreverse.
Yo, aquel día, me incluía en el paquete, hasta que me decidí a intervenir.

Me coloqué junto a estos dos buenos mozos que se lo pasaban tan bien y comencé a acariciar suavemente el pecho del machorro, el cual parecía dejarse hacer, pero sin intervenir.
Continué con un pezoneo y con el mordisqueo de sus poco perceptibles tetillas, y el mozuelo se seguía dejando hacer pero sin un ápice de voluntad por interactuar.
Así que allí les dejé.

Cuando un poco más tarde volví, no quedaba rastro de ambos, y la única escena destacable era la un joven sudamericano de piel suave y tatuada, al cual me acerqué, que estaba con un señor que entraría con todas las de la ley en la respetable categoría de anciano.
Estos contrastes siempre me sorprenden.

-Sería el joven hembrita o machito- pensé, pues en mi poca experiencia con ellos nunca me había encontrado con un término medio, que entiendo yo debería de ser lo más habitual.

El muchacho me siguió con la mirada, extendió su brazo hacia mí y ladeó ligeramente su cuerpo hacia donde yo estaba.
Le pezoneé suavemente, primero una tetilla, luego la otra, al punto de notarle como le entraba cierto calentamiento en aquel joven cuerpo preparado ya para el siguiente paso.
Así que bajé a su polla, más bien pequeña, pero recia.
En mi primer intento de pajearle, me retiró la mano, cogiendo esta y llevándola de nuevo a los pezones.
Sin cejar en mi empeño, en una segunda tentativa el resultado fue el mismo, y fue cuando decidí también pasar, pues me temía que era demasiado pasivo para mí, ya que, de hecho no había hecho nada más que dejarse tocar.
Más o menos como el tiarrón de antes.

Me fui a dar un volteo, y como nadie se animaba a dar un primer paso, y mucho menos un primer roce, al pasar por delante de un tipo en sus cuarenta y tantos, delgado que estaba junto al sofá de la big sex room, le acaricié el pecho.
Se dejó, y comenzamos un buen juego mutuo de pezones.
Muy suavemente, quizás como para asegurarse que ahí estaba, comprobar la temperatura corporal o la facilidad de dilatación empezó a inspeccionarme el ano.
Cuando alguien intentaba intervenir, en vez de dar el típico manotazo, me cogía y desplazaba de lugar, así hasta que en una de esas ocasiones me hizo sentar, y aprovechando me nueva situación me dispuse a mamársela durante unos minutos, ahora que tenía su polla a la altura de mi boca, hasta que se lo repensó y se sentó en el sofá, donde yo entonces, arrodillado en el suelo ante él, continué mamando su bonito pollón, sus tetillas, sus dedos cuando me los acercaba y todo aquello que, en cada momento me indicara.

Cuando se cansó, me levantó e hizo tumbar en la cama central de la big room, subiéndose él a continuación y colocándose a horcajadas sobre mi pecho e inclinado sobre mí, siguió dando de comer su sabroso rabo.
Bien aprovechándose de mi escasa movilidad y expuesta postura, hubo alguien que se dispuso a mamarme la polla durante un buen rato, y que solo pude sentir ya que no veía más allá del ombligo de mi follador bucal.

Esta doble mamada, de comerla a uno mientras un tercero hacia lo propio con la mía, se esfumó de repente en esa extraña sincronización, que no por rara menos frecuente, se da cuando ambos a la par me dejaron allí tirado más caliente que una perra en celo.

Poco duró mi confusión y abandono, pues un tiarrón de pelo en pecho, torso fuerte y buen pollón, que presumiblemente anduviera observando la escena, se acercó, me cogió por banda y comenzó, este también, a follarme la boca, literalmente, siendo de estos que disfrutan haciendo llegar a que el otro dé continuas arcadas a ritmo de sus embestidas.
Esto que llaman 'gagging' o 'cock gagging' no es algo que precisamente me entusiasme pues sinceramente lo paso mal.
Estuvimos un rato hasta que se cansó, posiblemente de ver que intentaba controlarle sus profundos empujes.

Así que otra vez solo, me dirigí a donde el último día estaba la pareja del 69, que luego tras lamerme el culo me follaron, donde esta vez había un tipo en pose de follarle, de pie, pero inclinado hacia adelante, con los brazos apoyados en al cama, mostrando todo su culamen hacia fuera.

Era un tío calvo, de piel clara, joven y muy buen cuerpo... al menos todo en la apariencia que daba la mortecina luz que apenas entraba por la velada ventana, y por la puerta de acceso a la big sex room.

Tanteé aquel culo, superabierto y caliente, y comencé a juguetear con él.
Apareció entonces de nuevo por allí, el cuarentañero de antes que, en esta ocasión  me metió decidida y enteramente su dedo indice por mi culo, mientras yo realizaba la misma operación digital en el calentorro trasero del joven.

Y con una autopaja me corrí.

Mientras me escurría del todo y limpiaba un poco con el paño la leche derramada, el tiarrón de pelo en pecho que todavía también andaba por allí, se folló a pelo, sin preámbulos ni historias, el culo del joven de piel clara.

Me duché y me fui pitando.
Los cincuenta minutos se habían agotado.

(Mayo 2016)



Comentarios

  1. ¡Vaya! ¡Para sólo tener cincuenta minutos fue una estupenda velada! Yo necesito tomarme unas cuatro horas cuando voy de sauna, primero por el precio y segundo porque a veces pasan las horas y no hay nada de nada.

    Aunque he tenido ocasiones en que me dispongo a pasar seis horas y allí mismo, en la primera ducha, me caen unos tíos a comerme la polla y a pedir que me corra sobre ellos, y ¿qué puedo hacer sino satisfacerlos?

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    1. Jajaja... claro que sí, hay que satisfacer al personal, que luego tiene que ser recíproco ;-)
      Pero madre mía, 4 horas en la sauna !!!.
      Mi media está entre una hora y cuarto y una hora y media, aproximadamente, normalmente porque estoy limitado, ya que aprovecho huecos de tiempo.
      Pero es que cuando no he estado tan limitado pocas veces he llegado a pasar de las dos horas !!!
      Gracias por comentar, guapo :-*

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  2. Yo igual, de echo era un comentario que te iba hacer. Que una de las coas que mas me chocan es que vas de sitio en sitio, y siempre con el tiempo cronometrado. Y creo que en mi vida he estado menos de dos horas en una sauna... de echo en alguna ocasión recuerdo "discutir" por no tener que pagar otra entrada por pasar de las 8h allí. Me encanta cazar, merodear, disfrutar de la sauna como tal (jacuzzi, saunas, piscina, etc).

    Por lo demás como te dije en fb jeje, aprovechas muy muy bien el tiempo.

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    1. No tengo muchos días ni margen de maniobra.
      De lo contrario, si no para cazar, tal vez si intentaría disfrutar más de las instalaciones, o sencillamente podría quedar con mis feisamigos aunque sea para una cervecita o un café ;-)

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  3. Continuando la línea de comentarios sobre el tiempo que estamos en la sauna, un servidor actualmente no puede estar más de dos horas por mis limitaciones particulares, pero cuando no las tenía podía fácilmente llegar a las seis/siete horas o, cuando la sauna Condal solamente era de 24 horas los fines de semana, más de una tarde/noche de sábado+media mañana de domingo me había pasado en ella y no estaba nada mal, aunque de vez en cuando hubiera aburridos ratos de excesiva calma para mí, pues lo que me gustaba (como ahora) era la primera parte de lo que dice Dominus Jaime, cazar y merodear, pero no tanto usar las instalaciones de la sauna como tal.
    Por eso valoro que para tener sólo 50 minutos fueron muy bien aprovechados, nunca he hecho una visita tan concentrada.

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    1. Válgame Dios ! Siete horas en una sauna !!! Ufff...

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  4. En la sauna se debe de estar el tiempo necesario que uno vea que lo puede disfrutar plenamente. Es indiscutible, creo yo. Esta pequeña introducción para seguir el hilo de los comentarios. ¿Alguna vez habéis probado llevar a la sauna un juguetito erótico? Yo me los compro en un Sexshop online que están muy bien. Es una pasada lo que se goza.

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    1. Particulamente con lo máximo que he acudido ha sido con mis condones, y a veces lubricante.
      Aunque doy fe que hay gente que, de tanto en tanto, veo gente que se ha llevado cosas ;-)

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  5. Pienso que las saunas son para disfrutar y las horas que estés por allí son indiferentes, pero eso sí, llevaros siempre vuestros PRESERVATIVOS por es importante estar protegido.

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    1. Prometo que un día de estos intentaré estar, por lo menos, cuatro horas

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  6. Ya no voy, es un poco deprimente, pero cuando fui ciego de deseo, cachondo, recuerdo que el tiempo no fue el limite , solo puse de limite mi imaginación , acudí a un glorihole, luego, a montjuic y por ultimo al sauna el cumulo de fantasías se hizo realidad follar follar no solo sexo oral

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    1. A veces resulta deprimente, pero esa percepción también depende mucho de nuestras espectativas y resultados.
      Yo procuro siempre ir sin espectativas, a ver que pasa e improvisar.
      Si parece que no pueda ocurrir nada, disfruto de las instalaciones ;-)

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