Reflexiones de un día de transición




Siempre resulta curioso como apenas unos minutos muy concretos llegan a alterar de manera radical el posible recuerdo de una tarde o noche.
De como una salida anodina, poco excitante, poco variada en las experiencias encontradas o decepcionante ante las expectativas creadas, o que simplemente esta más o menos bien, pero que sabes a ciencia cierta que no pasará al club de los recuerdos selectos, aquellos que pasan mucho tiempo y sigues recordando con detalle, o incluso recurres a ellos para echarte una pajilla de tanto en tanto.
Una experiencia que, si no es por el borrador escrito para el blog y convertido posteriormente en un post más o menos decente, pasaría directamente al baúl de los olvidos.

Este fue el caso de la experiencia narrada en los dos posts anteriores, "Calentando motores en la sauna Miguel" y "Tres machos pollones y folladores".

En el primero, que narra la primera parte de mi estancia en la sauna, aún habiéndolo pasado bien, no había ocurrido nada notorio para recordarlo especialmente.
Si que hubieron las dos mamadas al tipo guaperas, alto y pollón, el Apolo, pero fueron bastante anodidas en tanto que no hubo interacción. Como si se la hubiera estado chupando a una estatua.
Y la mamada sin historia a mi polla a través del glory hole, o lo que no llegó a pasar en el jacuzzi.

Pero también hubieron interminables paseos por los pasillos, múltiples entradas en las zonas de penumbras de los diferentes rincones del cuarto oscuro, varios sube y bajas a la piscina del piso de arriba donde tampoco pasó nada aparte de bañarme, o un par de entradas en la sauna de vapor en las que estaba yo sólo con el vapor y nadie más. Cosas no narradas.
Una tarde muy común, candidata al olvido.

Hasta que ocurrió lo del segundo post, en el que una decisión camino ya del vestuario para irme, hizo que que aquella tarde quedara marcada como inolvidable.

Un conjunto de sucesos, en este caso folladas, que si hubieran sido aislados ya estarían bien, pero tal vez con el tiempo se medio olvidaran.

El polvazo pasional y animal (no por bestia) del polaco, seguido del metódico y frío Apolo, y el traicionero y enérgico del tercero, convirtieron aquella tarde en memorable.

Si bien, y como decía al principio, la guinda que hizo diferente aquella tarde ocurrió en los últimos 20 minutos, en otras ocasiones, los momentos especiales se van sucediendo espaciadamente a lo largo de la tarde/noche, con sus pausas intermedias, que fue lo que ocurrió la siguiente vez que salí, ya sábado por la noche.

El viernes noche, después de los tres polvazos, no me apetecía salir.
Me sentía totalmente satisfecho y preferí quedarme en el hotel, disfrutando de las sensaciones que aún recorrían mi cuerpo, mi mente, y relajarme leyendo y escribiendo.

Perdí la oportunidad de ir al Exxxtreme, donde el taquillero me comentó dos días atrás, que aquella era la mejor noche.
Pero no me importaba.

Al final, saldría el sábado noche.
Siempre se suele decir que es la más animada.
Una noche, que cuatro polvos, y nuevo record, marcarían la diferencia.

Pero eso lo contaré en el próximo post ;-)


Comentarios

  1. Leer tus experiencias entorno a tus paseos por la penumbra es revivir un pedacito de tu vida. Yo como lector me convierto en ti a través de tus recuerdos y sensaciones vivo tu sexualidad y eso lo hace especialmente interesante.
    En los cinco minutos que dedicó a la lectura de tu post quiero ser tu ser desinibido en tus visitas a las saunas de tíos y sexshop.
    Sigue así

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    1. Muchas gracias por tus palabras, siempre halagadoras y de ánimo :-*

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  2. Jooooo. Quiero ya el siguiente!!!!!

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  3. Me encantan tus entradas donde relatas tus experiencias sexuales, pero tmb me gustan mucho entradas como esta, mas reflexivas y, por decirlo de algun modo, mas intima, ya que aquí desnudas tu mente, que es algo mas privado que el cuerpo.
    Y esa frase final, dejandonos con la expectativa..., con la maestria de un guionista de Netflix.
    Esperando el desenlace.
    Un morreaco,
    Hotdardo

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    1. Bien es cierto que mi cuerpo es bastante más público que mi mente. Y desde luego es mucho más fácil entrar, jajaja ;-)
      Muchas gracias por tu comentario :-)

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  4. Eres sencillamente genial. Cada vez que uno entra aqui sabe que desconecta, porque tu le ayudas a desconectar y a sumergirse en tus mundos de penumbra

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    1. Parece poco, pero si consigo hacer desconectar, en realidad es un gran logro. Y me alegro :-)

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