Del Men's al Querell, una mamada y poco más ( 2ª noche - 3ª parte )




(Continuación)

 - Si esta la barra llena de gente, más o menos, entro -, pensé cuando salí del Qüero Gay Bar y me dirigía hacia el Free Eagle-. Nunca había estado tan tarde, por lo que no sabía que me podía encontrar.
Asomé el morro y vi que apenas habían tres tíos entre barra y zona visible del local, por lo que desistí, y me fui directo al Men's.

En el Men's, que no estaba precisamente muy ambientado, un polvo sin historia en el cuarto oscuro, de uno que después de pezonear con otro, se me acercó, tocó mis nobles posaderas y con una triste minifollada de 'ná', me ventiló.

Es cierto que quería bajar el ritmo del día anterior, pero no tanto. Estaba calentorro.
-¿Y no he venido a sexear estos días?- pensé,- pues fuera complejos y tabúes, y tiquisminierías.
Entre en uno de las cabinas, me bajé los pantalones mostrando el culete, de cara a la pared, a ver si alguien se animaba.
Eso, todo hay que decirlo, era casi esperar un milagro, pues arriba en el bar había una docena de tios, pero abajo, en la zona de cruising apenas se podían contar tres los tíos que putivolteaban.

Un tío carraspeó, supongo que para llamarme la atención.
Me di la vuelta, y sin dudarlo, me arrodillé ante él, en plan "dame tu polla que te la como!.
Buen entendedor del lenguaje corporal, entró sin vacilar, dándome seguido a mamar.
El chaval pasaba de los treinta años largos, rubio, alto, de aspecto claramente extranjero, de pocas palabras en castellano y se le notaba cierto deje foráneo, pero que tampoco dijo nada en otro idioma. Con camiseta ceñida marcando, tenía el pelo cortado moderno, rapado de un banda y largo de la otra, peinado todo hacia un mismo lado.
Resultaba en su conjunto algo disonante, edad con aspecto. No le acababa de quedar bien.

En el transcurso de la comida iba dándome un poppers muy flojo, y que, de todas manera no me era absolutamente necesario.
En un momento determinado se dió la vuelta como para que lo follara y, obviamente, no quise.
Seguimos con la mamada y cuando se quiso correr y lo hizo, fue sobre mi cara.
- Bien! - pensé, haciéndoselo saber también con un gesto manual.

No tenía con que limpiarme así que tuve que ir al lavabo y esperar fuera antes de limpiarme.
No me daba mucho apuro que cualquiera me pudiera ver con la cara llena de chorreando semen.
Pero tampoco me vio nadie.

Era aproximadamente las 3 de la mañana cuando llegué al Querell.
Muy poca gente por la calle. Apenas dos chicos y una chica sentados en el suelo y tomando el fresco nocturno y charlando tranquilamente fue lo que me encontré en el camino. Poco más.


No había fiesta especial de las que suelen anunciar y además, por la hora que era, y entre semana, dudaba mucho que el local estuviera muy ambientado.
 - ¿Cerráis en breve?,- pregunté por si acaso.
-  No, hasta las 4.30 - me contestó quién me atendió en la entrada.
Entré, me desnudé dejándome puesto de nuevo únicamente los jockstrap y me pedí una cerveza.

Sólo ocurrió eso. Aparte, eso sí, de dar cuarenta vueltas, para certificar una y otra vez que la docena de tíos que había cuando entré se fue reduciendo a apenas tres cuando sale.

La noche estaba muerta.
Remuerta.

Entre meridianamente contento por haber conseguido bajar de manera considerable el ritmo del día anterior, y contrariamente, decepcionado por lo escasamente intensos de los pocos encuentros y roces habidos en la noche, opté ya por regresar al hotel.

Allí seguían todavía a medio camino el trío de jóvenes en la fresca de la noche.
Apenas quedaban unos 300 metros para llegar al hotel y descansar.

Y entonces, en un lugar insospechado, algo totalmente inesperado estaba a punto de ocurrir.

(Continuará)



Comentarios

  1. Qué bien dejas el cebo. Jijiji

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  2. Mmmmm, me quedo con muchas ganas de saber como termina la historia...polvo callejero entre contenedores de basura, perros que aúllan con vuestros orgasmos...
    Como siempre, un placer leerte!
    Saludos!! @paquetes76

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  3. ¡Macho pero que estás hecho el puto amo del suspense...¡ ¡Cómo nos vas a dejar así! ¡Joder! ¡Qué bueno!

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    Respuestas
    1. Que exageraooo ! ;-)
      La continuación ya mismo, cuestión de horas.

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