Via Lactis ( Como un Via Crucis, pero de 8 estaciones )...

Primera estación
Lamiendo a Antonio

Alabado sea ese cuerpo bendito, adorado Antonio. Cuerpo de Macho, rotundo, robusto. Limpiando con mi lengua, de todo pecado, tu cuerpo y tu alma. Lamiendo y relamiendo tus pezones divinos. Y tú, gozando y gimiendo, sudoroso y extremecido por el placer otorgado. Orgulloso de mi devota dedicación, acabas ofreciéndome sobre mí, tu néctar celestial. 
Y en ese momento, Oh, Señor, te hiciste presente.
Y ya sólo tuve ojos para tí.
(En el pequeño cuarto oscuro)

Segunda estación
El primer descanso

Benditas las visiones que exaltan mi alma. Benditas sean las que engrosan mi arma.
Allí, de lado, apoyado en la pared, de nuevo Tus manos, Oh, Señor, se posaron en mi desde atrás. En pezón izquierdo y nalga derecha.
Y me susurraste al oído: Ven conmigo !!...
Y te seguí

(En la minisala del cine)

Tercera estación
Me arrodillo por primera vez

Y allí, en la zona más oscura de la sala, lugar de paso de pecadores y la más concurrida, me dijiste: Arrodíllate, y come de mí. 
Y allí me ofreciste trozo de tu cuerpo divino.
...Y comí de tí.
(Al fondo de la sala grande)

Cuarta estación
Me arrodillo por segunda vez

Levántate, Hijo mío, y sigueme.
Y de nuevo, Señor, te seguí.
Me llevaste entre butacas, te sentaste y acomodaste.
Y yo, directamente me arrodillé y esperé. 
Y de nuevo me ofreciste tu maná.
Y me alimenté de ti.
Y fué allí donde me ofreciste por primera vez los efluvios de gloria que elevaron mis sentidos e hicieron incrementar mi devota dedicación.

(Entre butacas)

Quinta estación
Y no hay dos, sin tres

Y me llevaste de nuevo allí donde te me apareciste por primera vez.
Ahora el lugar estaba vacío
Pero Tu presencia lo llenó todo.
Y en nueva genuflexión te reverencié

(De nuevo en el pequeño cuarto oscuro)

Sexta estación
En la intimidad con el Señor

No me robaste un beso, yo te lo dí.
No me desnudaste, yo lo hice por tí.
No me abrazastes, tomaste de mí.
Marchaste, y yo te seguí.

(En un lavabo)

Séptima estación
Clavado por tres estacas

Sudoroso, me hiciste sentar
Sin camiseta, me hiciste mamar.
Deliciosa estaca larga y dura.
Mientras curiosos pecadores observaban
Observaban y esperaban,
su turno.
Te retiraste y ofreciste mi boca hambrienta
Segunda estaca, fría y gorda,
que derramó languida sobre mis pies.
Tercera estaca, cálida y viciosa
que derramó viscosa sobre mi piel. 

(Al fondo de cuarto oscuro grande)

Octava  estación
Leche Bendita

Y me llevaste de nuevo a tu soledad
Y sólo cuando quisiste
Cuando me viste preparado para recibir tu don
Vertiste sobre mí,
tu siervo,
tu divina gracia.

Amén

(Entre los maderos del cuarto oscuro grande)

Así aconteció el 21 de Marzo,  y así ha sido narrado.


Comentarios

  1. Muy bueno, impresionante. Excitante, desgarrador, irreverente, morboso, parece escrito con semen y sangre.

    ResponderEliminar
  2. genial. Dejo de ser ateo y me hago de esta religión.... la buena literatura.

    ResponderEliminar
  3. Ufff !!!... Anónimos de las 15.15 y de las 16.14 ( no se si sois el mismo), vuestros halagos me sobrepasan. Muchas gracias :-)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares