Tropezando en la misma piedra

No podía dar crédito.
Por mucho que me esforzara no podía creerme que eso me estuviera pasando otra vez, en poco más de un mes.
Las mismas náuseas, las mismas arcadas, la misma rabia contenida, la misma impotencia.
Diferente tipo, diferente polla, el otro cuarto oscuro, el mismo cine.
Esta vez no empuje a nadie, porque nadie me oprimía. No salí corriendo, pues me daba igual vomitar allí mismo.
Desde cuando una polla larga y flácida eyacula litros de leche espontáneamente, eh?.
Esto es la primera vez que me ocurre, y no se será por la poca cantidad de nabos que he comido en mi vida!. Siempre habría creido, y la experiencia me lo demostraba al 100% que una polla se corre en su grado máximo de excitación, estando naturalmente dura.
Pero no en un estado que dificilmente se podría catalogar ni como morcillona.
Pues así estaba yo, agachaíto, mamando aquel cipote que no acababa de endurecerse. No hacía mucho rato que me lo estaba trabajando, después de quitarme de encima a uno en que insistía en follarme con crema, pero sin condón, y que para ir haciendo tiempo para ver si me decidía o no, intentaba perforarme el culo con sus toscos dedos de uñas cortantes. Mira que llega a haber gente bruta.
Una vez liberado, pude centrarme en aquella verga.
Y muy confiado estaba yo que cuando comenzara a crecer, no cabría toda en la boca, me la sacaría y podría disfrutarla en toda su longitud. Tranquilamente, por partes.
Pero no. Aún medio enrollada dentro de mi boca, con el capullo tocando casi el gaznate, la muy cabrona (o el muy cabrón) no va y me suelta un chorretón de semen que me dejó no sé si más perplejo que ahogado, o al revés.
Y entre el ahogamiento y los tosidos, el tío, en vez de excusarse o preguntarme que me pasa, va y se larga !.

Comentarios

  1. Decía no sé quién que si los hijos de puta volaran nunca veríamos el sol. Estos tíos que se corren y se las piran sin decir nada -y ya no digamos en el caso que relatas- son lo peor. A mí también me pasó una vez. En el jacuzzi de la Condal se la estaba comiendo a un tío, apenas la tenía dura y, para mi sorpresa, se me corrió en la boca en un minuto. Y sin avisar. Por suerte, no llegué a tragarme la leche y la escupí allí mismo. Debería habérsela escupido en la cara, darle dos hostias y machacarle los huevos. En fin, has vuelto a tener mala suerte.
    Quizás sería buena idea, antes de empezar una mamada, decirle al tío que avise cuando vaya a correrse.

    Saludos, perrito. :)

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    1. Siempre lo suelo decir cuando veo que la cosa se anima.
      Lo que pasa que la anterior prácticamente no pude, pues me tenía bien agarrado, y esta vez ni me lo esperaba.
      Yo, al próximo le arrancó la polla de cuajo, con mi dentadura canina, y me voy con la longaniza en la boca y moviendo el rabillo, a un rincón para destriparla.(Es broma, jeje... Esto me pasó hace un par de semanas, aunque entonces no estaba para tonterías).

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    2. Hace como un mes en el boyberry me gustó un pavo que estaba en uno de los ordenadores y me entró curiosidad de que estaría leyendo, y mirando de soslayo su pantalla conseguí ver el nombre de la página... que era tu blog!!! Menudo descubrimiento, me quedé un buen rato leyendo tus historias, que muchas de ellas son también las mías y las de mucha gente. Enorabuena. Suelo leer alguna historia tuya cuando voy a algún sitio de perreo que tenga ordenador: boyberry, sex shop avda roma, corinto (donde estoy ahora)... Siempre dejo la ventana abierta al irme con la idea de que alguno que venga detrás le pueda interesar y disfrutar como yo con tus "nuestras" historias. Bueno voy a darme una vueltecita a ver... que tengo hambre. gUUUau!!!

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    3. No me ha quedado muy claro si descubriste mi blog en ese momento o ya lo conocías.
      Bueno, me alegro de disfrutes :-)
      Y sí, realmente se pueden considerar historias de todos, pues son las experiencias cotidianas en lugares y momentos precisos. No son historias de rompe y rasga, ni enrevesadas tramas.
      Cosas que a cualquiera puede ocurrir, con la diferencia que yo las cuento, y de alguna manera animo a mis lectores más tímidos, recelosos o que se sienten apurados pero a la vez ansiosos de hacer algo, que a veces sólo se necesita un muy pequeñito paso para disfrutar ( o no ) de una experiencia, pero ese pequeño paso debe de salir de nosotros mismos.
      Bueno, y has podido saciar tu hambre durante la vueltecita ? ;-)

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    4. Ah, y gracias por hacerme "publicidad" de esa manera, jejeje...

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    5. No estuvo mal la merienda e aquel dia, pero no se me da tan bien contarlo como a ti. Si, fue ese dia cuando descubri tu blog, y como me quede tan flipado que... se me olvido por completo que me gustaba el pavo que antes lo estaba leyendo. Cuando fui a buscarlo, ni rastro. Y mi calenton... multiplicado. Calenton que al final siempre logro saciar, aunque a veces el final suele tardar en llegar, ya suelo encargarme yo de que tarde. Mientras a disfrutar.

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    6. Menos mal que la tarde tuvo un final feliz :-)

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  2. Xaval, me apena leer estos relatos de malas experiencias, pero por otro lado nos ayudas a que cuándo nos encontramos en estos casos podamos ir con "pies de plomo".

    Estos relatos los tomo cómo una advertencia......
    Gracias x compartirlo.

    (Bcn1972)

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    1. De las buenas y de las malas experiencias se aprende. Y para bien o para mal, en este mundo hay tipos de todas clases.

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