Splash ?... y olvido.



Pues no.
Sólo 6.2 € literalmente tirados, que fue lo que me costó el taxi que me dejó a las puertas cerradas a cal y canto de la sauna Splash.
Aún sigo sin saber si realmente estaba cerrado por cese de negocio, por vacaciones o por alguna otra causa que se me escapa.

A la noche, ya estaría de vuelta en Barcelona, pero mientras tenía todo el día libre.
Era uno de los sitios que quería ir, pero no quedaba tan céntrica como H20, la dejé para el último día.
Y así, poco más tarde de la hora que publicitaba que abría, me presenté.
Y en la puerta me quedé.

Supongo que la gran despedida del día anterior, y el chasco que me llevé al intentar visitar dicha sauna, fue lo que hizo que haya olvidado que es lo que hice después.

Realmente sólo recuerdo haber ido caminando hasta la otra sauna de Benidorm, H20.
A ver... si retengo algunas visiones, muy pocas, pero no como para reconstruir una historia.

Cada día, después de comer, a la hora de la siesta que vendría a ser la de la siesta, habría el portátil, entraba en el blog, y escribía a grandes rasgos, pero sin olvidar detalles, todo lo sucedido la noche anterior.
A partir de ahí, durante estos meses, he ido confeccionando los posts en base a esos borradores. No me ha sido nada difícil recordar.
Pero llegado al del día que nos atañe, y leyendo las notas que escribí, casi me asusto al darme cuenta que será verdad lo que escrito está, pero no me acuerdo.
Y no será porque no pasaran cosas.

Y no, no iba ni pizca de bebido, para las mentes mal pensantes, pues sólo tomé una cervecita a la hora de la comida.

Aquí os dejo escrito, en base al borrador que redacté al día siguiente, ya de la vuelta, de lo que se supone que pasó.

...Llegué al H2O que estaba más vacío que nunca (Respecto a las dos visitas anteriores). Entré en el cuarto oscuro, creyendo que no había nadie. Me senté y noté que si había alguien, sentado, que al momento me tocó, me mamó, hizo que me estirara sobre la colchoneta y siguió mamando.
Vino otro tío, que se nos puso a mamar a los dos.
El nuevo nos dice de ir a una cabina, y pensé que era una tontería, pues con la poca gente que había, si se apuntaba alguien sería un puro milagro, pero acepté. ( Que pensara esto debe ser totalmente cierto, pues lo mismo pensaría ahora, si en una sauna casi vacía me dicen de ir a una cabina para más intimidad ).

Y ahora viene lo bueno, lo que más me sorprende que se me haya olvidado.

...El segundo tío, el que propuso ir a la cabina, mientras se follaba al primero, me incitaba a follármelo también, cosa que rehusé de hacer sin condón.
Fuí a la taquilla donde guardaba un buen montón de ellos, aparte del lubricante. (Esto seguro que fué así).
Cuando volví, acabé follando al segundo tío, mientras este seguía cepillándose al primero.
(Me hago cruces que esto no le recuerde, pues no suele ser para nada normal esta escenita).
El primer tío acabó y ser marchó, y me quedé con el segundo, lamiéndole huevos y polla hasta que se corrió.

Me duché, me metí en la piscina, dí una vuelta para ver que quedaban sólo 4 tíos, dos en una cabina, uno sentado en la sala junto a las duchas, y el otro dando vueltas como yo.
Me tumbé de nuevo en el cuarto oscuro.
Y como me aburría enormemente (eso tengo escrito), a pesar de faltar una hora para que cerraran, me fuí.

Me quedo preocupado...

Y así acabó las aventuras de esas vacaciones, bueno... con la vuelta a por la maleta y el trayecto de retorno, evidentemente.


Comentarios

  1. Creo q con esa escena de sexo, acabó muy bien ese último día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, eso parece. Me sigue pareciendo curioso que no me acordara en su momento, pues por aquel entonces el borrador con apuntes siempre lo hago muy poco después de la aventura. Aunque también es cierto que, el último dia/noche de una putisemana tardo bastantes días en hacerlo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares