Trío improvisado




Pocas veces acaba ocurriendo aquello que uno desea.
El día que uno busca algo concreto, malo.
Cuando apetece que te enculen, no encuentras pollas folladoras. Si buscas buen mamoneo, tres cuartos de lo mismo. Y otras veces no buscas nada especial, y encuentras todo lo que esperabas otro día. Y el día que vas supercaliente y a por todas, te quedas con dos palmos de narices.

Aquel día, me había quedado ansioso por no haber podido disfrutar de una buena mamada.Y sin embargo había conseguido una follada espectacular, que no resulta muy habitual, en el que yo era el sujeto activo de la escena, cosa más excepcional si cabe. (Ver post anterior)
Así que volvi al dia siguiente.

El cine no estaba tan concurrido.Los cuartos oscuros muy escasos de visitas. No se veía ninguno de los habituales, ni apenas caras conocidas.
Sólo un par de tíos, muy posiblemente chaperos, me llamaba un poco la atención.
Amigos seguro que eran, pues hablaban con entre ellos con desenvoltura, y si no eran chaperos, me daba por que serían mangantes de bolsillos ajenos.
La tarde no se presentaba muy animada,

Me dí unas cuantas vueltas, yendo y viniendo, de cuarto en cuarto, de sala a bar.
Por un momento, junto a la barra del bar, me pareció ver al cenobita (Post: "Sin descanso").

Seguí dando vueltas, pero no había mucho más movimiento que el mío propio.

En una de las incursiones al minicine, aprecié una actividad poco usual.
Haya poca o mucha gente en aquella sala, la acción no suele pasar de algunos tocamientos, alguna mamada de uno sentado en el asiento y otro de pie, y rara vez se forma algún corrillo con algo de más morbo.

A la izquierda, ya en la zona de las sillas había varios tíos, tres de pie, y uno arrodillado y aparentemente mamando a uno de ellos. No se veía muy bien.
Junto a estos dos, un tipo que me recordó vagamente al inglés con el que me había enrollado de hacía bastantes meses atrás, medio liándose con un señor mayor, pero por lo que se veía, no acababa de cuajar.
El 'Inglés' llevaba un body ceñido de lycra negro. De estos que se necesita buen cuerpo para llevarlo, o poco sentido del rídiculo.
Si encima había llevado camisa, tal vez estuviera sobre alguno de los respaldos de las sillas. No me fijé.
Lo que no tardó fué en pasar los brazos por los tirantes del body, y bajárselo hasta la altura de las rodillas, dejando totalmente al aire su torso y nobles partes.

No me apetecía, en principio, nada con ellos.

Se entreveía mamar apasionada y convulsivamente al tío arrodillado. El cuerpo del mamado tapaba la visión, y sólo se apreciaba las manos agarradas sobre el trasero, y sesgadamente, parte de la cabeza, cuando alcanzaba su punto más alejado de la mamada.

Cabeza calva, se podía apreciar, que bien pudiera ser del cenobita que había visto poco antes en el bar.
Me aproximé para saciar mi curiosidad, pues entonces, y de ser quien me imaginaba, no me hubiera importado montar un trío o cuarteto, allí mismo.

Y sí, era él, y así ocurrió.

Me situé bien próximo del mamador y al alcance del inglés, que comenzo a tocarme.
Obviamente, no tardé en facilitarle el asunto, desabrochándome y bajando los pantalones, a la vez que ponía a disposición del cenobita mi polla al aire.

No tardó en darle bocado, y por unos instantes, estuvo alternando ambas pollas.
Mientras el inglés se desentendía del señor mayor y se centraba en magrearme.

En un intervalo que el mamador volvió en exclusiva con el primero, me agaché y comencé a mamar el buen maromo del súbdito de su majestad, la reina de Inglaterra.
Sacó una botellita de poppers y me ofreció, con lo que mi dedicación y esmero aumento exponencialmente.

Mientras el cenobita acababa con el primero que, tras correrse, al momento se fue, quedando huérfano el pobre mamador.
Se incorporó, y al acercarse a nosotros, aproveche la ocasión para comenzar a mamársela.
Y así, durante un buen rato, estuve alternando ambos pollones, el del cenobita y el del inglés.
Ellos por su parte se entrenían con morreos, magreos y en una amistosa lucha de manos por conseguir a quien tenía que dirigir yo mi mamada.  
El popper corría, mientras sentía clavada en mi nuca la mirada de numerosos espectadores.

A veces, pasar de espectador de la vida a protagonista de ella, sólo cuesta una pequeña decisión y un pequeño paso.
Pero hay quien se conforma sólo con mirar la vida pasar.

Finalmente el inglés se corrió, no sé muy bien donde, pues salió de mi boca rápidamente cuando sentiría irse, pero algo de semen llegó a salpicarme en el pecho.
Y ya sólo con una polla a mamar me dediqué a ella con esmero, hasta que se corrió abundantemente sobre mi rodilla

Mientras los tres nos limpiábamos, vestiamos y adecentábamos, se pusieron a hablar entre ellos. No llegué a oir más que un Good, Good, y algunos gestos evidenciaban que hablaban de mí.
Luego el inglés se me dirigió, como tal cosa (típico de ellos), directamene en su lengua y me preguntó de donde era.
Tuvo suerte que eso lo entendiera, y se sorprendió cuando se lo dije, pues se pensaba que yo también era compatriota suyo.
Y ya ves la pinta de inglés que tengo !!!. Mira que son raros, jejeje...

Y mira por donde, el tío me regaló la botellita de poppers, recién empezada.
No queda claro si por pago a los servicios prestados, o por simple y llana generosidad y agradecimiento por el rato pasado.
Me quedé sorprendido,y agradecido, pues recuerdo que la última vez que pude comprar poppers en tienda, me costó 18 Euros, aunque como pude comprobar más tarde por internet, esta botellita de "expectation room odoriser" de 25 ml  salía por 5 €.

No ocurrió nada más trascendente.
Apenas un medio lío con un tio latino de unos cuarenta y pico años, buen cuerpito, rico para lamerle todo, pero del que tuve su polla apenas  unos segundos en la polla, pues ávidamente me la quitó un tercero, y un breve deleiteo en sus pequeños y duros pezones,

Y sin correrme, me fui.


Comentarios

  1. Como siempre un excelente relato, de una interesante tarde, que como bien dices al inicio del post la sorpresa siempre aparece, y muchas veces no es lo que esperas, lo que buscas, cuando no buscas encuentras y de tarde en tarde se disfruta de los placeres más o menos completos pero siempre morbosos y excitantes.
    Y abundando en las sorpresas, dos martes consecutivos de placer en Galilea..... espero que el próximo también lo sea.....
    (Luis)

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    1. Pues sí.
      Independientemente de uno mismo, lo que vaya a pasar es siempre un misterio.
      Oye, espero que te explayes un poco en comentarnos esos dos martes consecutivos de placer.
      No puedes decir eso, y quedarte tan fresco, jajaja...
      Vas a ir el próximo martes a la Galilea? Mmmm... igual me dejo caer, no sé, no sé, pero sería a partir de las 18.00 h

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    2. ummmm yo a las 17:00 tengo que marchar

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    3. Oooh!!!
      Pues en caso de que fuera, nuestros caminos no se cruzarían :-(

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  2. Para variar una gran relato, cuanto mas leo mas se me hace la boca agua...
    Creo que este lunes por la tarde me acercaré por allí a ver si la suerte me sonrie... Al caso, a partir de que hora hay mas transito?

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    1. Te podría decir que entre las cinco y las siete, y a partir de esa hora, más o menos, decae.
      Pero bueno, es imprevisible.
      El lunes? Pues igual nos vemos. O no. Ya me estoy estresando...

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  3. Cómo bien dices, nunca pasa lo que uno va buscando. Sí que pasan cosas y uno se lo pasa muy bien, pero en la mayoría de veces queremos una buena follada y recibimos una buena mamada..... (x ejemplo).

    Bcn1972

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    1. Casi siempre es así. Pero si es bueno, bienvenido sea !

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    2. Claro, lo importante es disfrutar del momento morboso.

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