Sauna Corinto




Si algo tiene de excepcional y exclusivo la sauna Corinto es su ubicación en el mismo centro de Barcelona, tanto que de estarlo más, estaría en medio de la plaza Catalunya, y su curiosa entrada que la convierte en la más discreta de las entradas posibles al ser aparentemente un portal más, pero que da acceso a una relojería, un hotel y la propia sauna.
Paradigma de las entradas discretas, estando prácticamente en la esquina de la supercomercial calle Pelai con las turísticas Ramblas, con tanto bullicio y movimiento de gente alrededor, nadie se da cuenta cuando entras o sales, y cuando lo haces, nadie sabe donde vas o de donde vienes.

Frecuentado por todo tipo de gente, tal vez predomine más gente joven, y mucho turísta.

Las instalaciones se hallan en el primer piso del inmueble.
Una vez traspasada la puerta, uno se encuentra con la taquilla, en la que te clavan el precio de la entrada, 16 Euros.
Y digo sin rubor alguno que te clavan la entrada, porque eso es común en todas las saunas de la ciudad, quiero suponer que influido por el elevado precio del agua.
De siempre me ha parecido exagerado el coste de la entrada en un día común, fuera de ofertas o día del cliente.

Lo primero que uno se encuentra, como en todas, es el vestuario con las taquillas para cambiarse cómodamente.
Unas cortinillas dan paso al bar, con sus butacas, zona internet y vistas directas a la plaza y Ramblas.
Impagable estar tomándote algo tranquilamente en bolas viendo fuera el ajetreo de la ciudad.

Pasado el bar, la sauna propiamente dicha, que sin ser excesivamente grande, resulta difícil explicar su planta, de recovecos y cortos pasillos que dan acceso a los diferentes cuartos e instalaciones.

Así al entrar, tenemos pasillo enfrente y a la derecha.
A la izquierda, y subiendo un par de escalones nos encontramos con la sala del Jacuzzi, con vistas también a las Ramblas, y siguiendo el pasillo de enfrente, también a mano izquierda viene el cuarto de masajes y un minipasillo con poca luz que da acceso a dos cabinas.
Al final del pasillo, los lavabos, y ya girando a mano derecha, por el nuevo pasillo nos vamos encontrando a la derecha, primero las duchas, luego la sauna seca, y al final, pero a la izquierda, más duchas, y enfrente la sauna de vapor, con muy poca luz.
Cruzando las duchas que he mencionado primero se llega a la sauna de vapor, con más luz, y al pasillo de salida, el que al principio, tras cruzar el bar teníamos a la derecha.
Acabamos llegando a lo vendría ser el centro de la sauna, una sala de forma irregular a modo de distribuidor, del que parte un pasillo que acaba de nuevo en la sala, y de ahí al pasillo de salida.
Al cuarto, tal vez el más grande de la sauna, se accede desde esta salita.
Tomando el pasillo a la derecha, nos encontramos primero un minilaberinto a la izquierda que hacía las veces de cuarto oscuro. Ahora, con más luz, aunque indirecta, pierde su sentido.
Un recoveco, y nuevo pasillo a la derecha, con cuatro cabinas, dos a cada banda, y un cuarto a la izquierda.
Llegamos de nuevo al final de lo que sería la sala irregular, y tenemos un pasillo en forma de L que acaba en dos cabinas, el acceso al minicine y a dos nuevas cabinas, y volviendo a la sala, pasillo de salida.

La verdad es que es más complicado explicarlo que verlo.

Hasta aqui la descripción del lugar.
En el próximo post, mis impresiones y la última experiencia en ella.


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