Mamadas por la República





"¿Y ahora que cojones hago?.
¿Me voy a manifestar por la república o me voy a follar a la sauna?
Ambos objetivos son difíciles, pero no imposibles.
El otro día follé un buen culito, y por aquí ya se vota republicano mayoritariamente".

Así tal cual posteaba en el Feisbuc, aquel 2 de Junio de 2014, en el que el rey de España, Juan Carlos I, impuesto por el dictador golpista Franco como su sucesor, y refrendado en la sacrosanta constitución, anunciaba por fin su abdicación al trono, después de casi el mismo tiempo de permanencia que su tutor en la jefatura del estado.

No se veía mayor afluencia de gente en el centro de Barcelona que un día normal, no así en la sauna, que el trasiego de personal en el vestuario era considerable, tal vez por cambio de turno, y tras el recorrido habitual pude comprobar que no solo muchas de las cabinas estaban ocupadas, sino incluso había murmullos en el lavabo, a saber que estarían haciendo, si follando o 'empolvándose' la nariz, y más movimiento en la playroom del piso superior de lo normal, para la hora que suelo llegar.

Un tipo a cuatro patas sobre la colchoneta mientras se lo follaba uno, y dos a ambos lados tocándole. Un tío mamándosela a otro a apenas un par de metros de la follada; un osete sentado, otro tío bien espatarrado sobre uno de los slings, si bien sin gente que le hiciera caso; y cuatro tíos pululando y observando sin decirse a que hacer.

Al poco que volví, el tipo de la colchoneta estaba siendo follado por otro.
- Que envidia !- pensé, o más bien, sentí.
El resto del escenario no había variado mucho.
Al osete que estaba sentado sobre la camastro, ahora se estaba cambiando un mamador por otro.

Apoyados en el tabique central, la de los glory holes, que separa la cruz de St.Andrés, dos tipos osunos estaban bien liados entre apretujones, sobeos y besos.
Me puse muy cerca, al alcance de sus manos, por no decir a tiro.

Y funcionó porque directamente, sin preámbulos me pusieron a mamar.
¿Debo tener cara de mamón?,- pensé, alegrándome a la vez de que no se anduvieran con rodeos.
Si querían eso, para que perder el tiempo en tocamientos!.

Al poco que estuviera trabajando los bajos del par de osotes, por un rato se nos arrejuntó un tercero, del mismo tipo físico, que resultó ser francés dejó y que en breve dejaba espacio a otro, este último un tanto picha flácida, pero el más guapo y buenorro de todos.
El buen rato a cuatro pollas no duró mucho, como era de esperar, y el último acabó yéndose el primero.
El trío restante, mientras yo seguía con mi banquete de surtidos de morcillas, se estaban poniendo de acuerdo para ir a una cabina y continuar allí.
No me preguntaron.
Me hicieron incorporar y me indicaron que les siguiera.

Llegamos pues a la cabina y yo me dispuse presto a seguir mamando a aquel trío de osos cuarentones.
Entre ellos, pezoneaban, achuchaban, pero sobre todo se besaban.
Largos e intensos morreos y lengüetazos.

Pero el francés, de polla más grande que el resto, curvada hacia arriba y adornada con un cocking metático no tardó mucho en irse, debido a considerable aumento de la pasional y por ende, ambiental, a la que se estaba llegando allí dentro.

- Il fait trop chaud..., mucho calor,- dijo, combinando las dos lenguas, a modo de excusa.

Me quedé a dos pollas, lo cual facilitaba la alternancia.
Entre tocamientos y profundos morreos, yo desde abajo, oía como iban comentando:
-Que boca tiene el cabrón !,- decía uno, en clara alusión a mí.

Apenas me dejaban respirar, pues cuando me separaba un poco de ambas pollas, con alguna de ssus manos libres, rápidamente y con decisión me volvían a amorrar a uno de sus pilones.

-Tú, sigue mamando!-, me ordenaban.

Pero aparte de mi boca, también mis piernas necesitaban, más que un descanso, unos estiramientos.
Así que aproveché para erguirme y desde esa posición, mordisquear el cuarteto de pezones y de paso, ensalivar con unos lengüetazos a otros tantos machorriles sobacos.

Se volvieron locos, al punto que uno dijo que parara, pues de seguir, se correría de inmediato.

Me volví a trabajar sus bajos, procurando no sobreexcitar demasiado al que no se quería correr.
Pero pronto cambió de opinión.

-Quiero correrme ya, tío!- le dijo al otro.
-Pues hazlo sobre mí,- le respondió.
-Será capullo!-, pensé, - el que más trabaja soy yo y me voy a quedar sin recompensa!.

Para hacerme notar más mi presencia, les agarré las dos pollas y me las zampé de un bocado.
Volvieron a enloquecer.

-¿O prefieres que me corra encima de él (refiriendose a mí)?,- le preguntó, para mi sorpresa.
Al menos, mi reclamo había surtido efecto.

Sobreexcitados por la perspectiva de correrse de inmediato, comenzaron a la par a pellizcarme los pezones mientras de la cascaban.
-¿Quieres que te echemos la leche encima?- me preguntaron.
Asentí.
-¿Donde?
- Si, en la cara o en el cuerpo,- les contesté, dándoles a elegir.

Desde la cafetería de El Corte Inglés se veía como el centro de la Plaça Catalunya se iba llenando de gente y de banderas republicanas. De momento, aún les queda el derecho de manifestarse.
Aunque no sirva para nada. Un voto cada cuatro años, en lo que toque, es su concepto de democracia. Nada más.
Y si el 'status quo' del poder y los poderes fácticos peligra, se usa la estrategia del miedo, la manipulación más descarada y las amenazas sin sentido.

Pero mamando a conciencia, uno se olvida del mundo... unos instantes.
Eso también nos queda.
De momento.



Comentarios

  1. ¡Guau! Qué morbazo de situación estar ahí mamando a 2-3 tíos y encima ver cómo les gusta y se vuelven locos, a mi me eso me pone burrísimo... Lo que tu al final no te corriste, ¿no? Y sí, lo bueno de estos momentos es que te olvidas del mundo, de los problemas y del machaque un rato. ¡Y bien que viene!

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  2. No, no me corrí.
    Fue de esas veces que no me percaté de ello hasta mucho más tarde.
    No suele ser mi objetivo ;-)

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  3. Otra vez que nos dejas interruptus... Aunque la larga mamada a los dos osos me ha puesto mucho... Espero que la corrida doble te llenara de leche y te dejara bien pringosito...

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    Respuestas
    1. Jajaja... Julio, a veces hay que dejar cosas para la imaginación ;-)
      Pero sí, la doble corrida me dejó bien pringosito.

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  4. Eso es lo que se llama una genuflexión real jajaja Y lo que nos gusta! Tu post me ha recordado un poco a una visita que hice hace unas tres semanas al Trash, a ver si me pongo a redactarla

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