Visiones de un día de cruising en el Erotixx (sex shop)




Dos cabinas sencillas con las puertas cerradas, lo que da que pensar que podrían estar ocupadas por entre dos y cuatro tíos, la cabina doble ocupada, a través de cuya puerta se sentía el rumor de dos voces, un tío joven rapado sentado en el banco entretenido con el móvil,  un tío con barba y olor a menta, y un culo peludo que asomaba por un gloryhole era el escenario que me encontré al Erotixx nada más llegar aquel día de principios de diciembre.

Por ser el día y la hora que era me parecía que había una multitud.

Al poco de entrar, y tras haberme cruzado un par de veces con el chico mentolado, a la altura del cuarto del sling, comenzamos a toquetearnos y los pantalones pronto cayeron a altura de los tobillos. Tras un breve pajeo mutuo, el muchacho en cuestión dió visos de querer ser follado, y vista la reciente experiencia de unos días atrás, el hecho que era relativamente joven y tenía un buen culito, me dió por aceptar.

-Tienes preservativos?,- le pregunté inocente de mí, en tanto que no caí justo en ese momento que yo iba bien cargado. Tal vez fuera la costumbre de preguntar.
No me contestó.
Se cogió de los pantalones y aún estando a medio subir salió literalmente por patas, dejando un rastro de olor a hierbabuena.

De hecho se fue, y no lo volví a ver más.
¿Que gente más rara hay por el mundo?,- pensé, pero sin darle mayor importancia.

Seguí pues dando vueltas y paseos por aquel pequeño laberinto de cuartos y pasillos.

Toqué el culete peludo, a través de la apertura de la pared pero no me entusiasmaba ni me motivaba a hacer nada especialmente sensual ni sexual con él.

El panorama había cambiado un poco.

Aún así, el del móvil seguía jugueteando con él, pero esta vez ocupando la cabina doble.
- Ya ves la gracia !, pensé, indignándome un poco, en tanto que estaba inutilizando un espacio que otros podrían estar aprovechando mejor, haciendo algo que podría haberlo hecho continuando sentado donde estaba.
No sé si en algún momento caería en la cuenta que pagó siete euros para hacer eso.

Rondaba por allí también un señor mayor sin más que comentar , y un tipo muy alto y delgado con barba mal afeitada que le daba un aire de malote, al cual vi apenas unos segundos. Una pena.
No se donde fue a parar.

Un pajeador o más bien automanoseador sentado dentro de una cabina con la puerta entornada, que no hacía más que eso, mirar pelis heteropornos y magrearse el bulto sin sacarse nada.

Otro tipo con lo que me pareció una falda de tubo, zapatos de tacón y  mostrando buenas cachas. Otro con pinta de inglés de pub, de regordete con las mejillas sonrosadas, y otro ocupando una cabina esperando mamar a través del agujero de la gloria.

Finalmente opté, tras muchas vueltas, por sentarme en una de las cabinas de asiento elevado, la central de las que están junto a la cabina del sling.
Tras de mí entró un ansioso mamador que por lo visto me seguía, dándome un buen repaso de chupadas y lamidas.
Por la puerta entreabierta se asomó otro tipo alto y delgado, no era el de antes y a este no le había visto.
Se puso a tocarme buenamente lo que podia de mi polla y a enseñarme su buen cipote, poniendo cara de vicio, mientras el otro seguía comiéndome los huevos y el rabo.

Pero me cansé de la situación.
La mamada estaba bien, pero el que tenía hambre era yo.
Y de hecho, desde que había entrado, no había pegado bocado a nada... de nada.

Cambié de escenario y me metí en la cabina de gloryhole compartido, las primeras a la derecha cuando se entra al local, dejando la puerta abierta, como casi siempre.
Me bajé los pantalones, mientras seleccionaba algo un poco más gay de lo había puesto en el video, y me dispuse a meneármela hasta que alguien se decidiera a entrar.

Y se metió el travestido.
Se arrodilló, comenzó a mamar y me pidió que le castigara los pezones.
Intenté poner algo de mi buena voluntad, pero ese punto femenino junto con una poco convincente mamada, hizo que poco a poco me destrempara.

La visión de una minipolla asomando por el agujero de la pared remató la escena, y aproveché para dejarlo, o más bien, para hacerle una señal de que lo dejara.

No insistió.

No había llegado a plantearme el cambio de ubicación cuando se asomó y entró el alto y delgado del pollón que hacía poco me había puesto cara de vicio.
Hice el gesto de levantarme la camiseta para facilitar posibles tocamientos que, de repente, salió disparado como la pólvora.
De nuevo flipé.

Se asomó una polla desaborida a la que apenas le dí dos lengüetazos.
Mi poco entusiasmo se debió notar porque enseguida la retiro.

Salí, paseé.
Paseé y paseé.

Ví y observé.

Parecía que el señor mayor, aquel del principio del post se estaba liando con el travestido, junto a las terminales de video, cerca del lavabo.
- ¿se lo iba a follar?.

No llegué a saberlo.
Acabé yéndome un tanto frustrado y con hambre de polla y de comida increíble.

En un bar cercano me comí un bocadillo de anchoas y pimientos, acompañado de una Moritz.
Tampoco era tan mal sustituto.

A grandes males, grande remedios, jejeje...




Comentarios

  1. Lástima de tiempo desaprovechado, pero para los lectores no avezados al cruising seguro que es interesante el compendio de situaciones tópicas en algunos momentos y lugares como los que describes, esos tipos que son como el perro del hortelano que, como es bien sabido, ni come ni deja comer y que parece que van al cruising (tanto si es en un local como al aire libre) a fastidiar más que a otra cosa, los que huyen de pronto y te hacen pensar que han sido presa de un arrepentimiento súbito antes incluso de cometer el pecado y los que van de verdad y sin tapujos a buscar sexo por la vía más rápida y desinhibida posible, como la CD y el hombre mayor, generalmente incomprendidos por el resto.
    Muy buen retrato, real como la vida misma.
    Si saliste con hambre del Erotixx, después del bocadillo de anchoas también debiste quedarte con sed, no? ¡Vaya día!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si ya va bien que haya gente de todo tipo, pero a veces hecho de menos que falte gente más activa(en general) y abierta.

      Eliminar
  2. Pasivo Psicótico24 de mayo de 2016, 13:14

    Es cierto que algunos locales tienen la singularidad de atraer a gente peculiar con comportamientos divertidos y alguna vez perturbadores.
    Este es sólo uno de los muchos motivos que hacen que valga la pena ir al Erótixx.
    Parece que tenga acciones del local pero como de vez en cuando me dejo caer por allí cuanta más gente haya mejor para todos :).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por mi parte ya te digo yo que no tengo acciones ni privilegios en ningún sitio.
      Y de hecho nadie sabe si es perro quien entra por la puerta del local.

      Eliminar
  3. Mmmmmm...Un paseo por las entrañas del Erotixx poco productivo. A veces uno va con una idea y se encuentra un panorama que se la desmontan. Comer polla no comiste pero si un estupendo bocadillo!!No mal que por bien no venga.!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si uno va con una idea preconcebida de algún lugar, lo más seguro es que se lleve una tremenda decepción.
      La actitud más positiva es ir con la mente lo suficientemente abierta como para pensar en, haya lo que haya, aprovechar lo que se pueda, en el sentido que si nadie te mola, aproveches el tiempo para disfrutar de las instalaciones del local, sea sex-shop, sauna o disco/bar musical.

      Eliminar
  4. ¿Cuanta diversidad no? Debe ser un sitio interesante. Aunque es una lástima lo fugaces de los encuentros. Sigue pareciendome curioso la mayoría aplastante de pasivos en esos sitios, claro vamos activos y es como un buffet libre. Espero que almenos el bocata estuviese bueno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bien pensado, para ser un sitio pequeño, si que hay bastante diversidad de gente desde un punto de vista de edad y aspecto, pero no tanto de actitud. Pero bueno, casi siempre hay o acaba apareciendo alguno un poco más activo que los otros.
      El bocata y la cerveza riquisimos !!! :-)
      Muchas gracias por comentar.

      Eliminar
  5. Hola, aquí Gato.
    Pues he descubierto tu blog hoy y me parece muy interesante! La verdad, el crusing es algo que me planteo desde hace un tiempo, pero como vivo por las afueras de BCN da palo ir ahí exclusivamente para eso.

    Voy a seguir leyendo tu blog a ver si me animo a ir a alguno de estos locales! Aunque soy algo más cortado para estas cosas!

    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola gato !
      Bienvenido y gracias por leerme.
      Me alegro que te parezca interesante.
      Son mis vivencias las que explico aqui, tal cual, sin florituras.
      Espero seguir viendote por aqui y que sigas comentando, y con tus aportaciones, poder mejorar ;-)
      Un saludo !

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares