Sábado noche. El primer polvo




Después de divagar entre las posibilidades opté de nuevo empezar la noche por el Men´s Bar.
Nada nuevo por otra parte, pues se había convertido en la rutina diaria de estas vacaciones.
La saturación de "fiestas especiales" por ser sábado me agobiaba, y al final, simplemente decidí por lo seguro.
Como seguro era que tenía decidido pasar más tarde por el Qüero Gay Bar, por lo bien y diferente que me lo había pasado la noche de sábado que acudí del año anterior, en la sex fetish party, que dió para 5 posts nada más y nada menos ( posts: La última noche, I (Calentando motores), II ( Momento Fistfucking ), III ( Momento mamadas, zapas, hostias...), IV ( Corre la leche )  y V ( Momentos puta ) )

Si bien el Men's Bar, por la zona del bar y pista, parecía un poco más ambientado, abajo, en la zona de cruising y cuarto oscuro parecía una tumba.
No daba crédito. Apenas cuatro tíos, tirando largo, y cada uno a lo suyo.

Pero uno de ellos, supongo que más habituado que yo en ese momento a la oscuridad, me vió entrar y se me acercó más bien tímidamente, y con actitud cuatelosa comenta a meterme mano en el paquete.
Hice lo propio, o sea, echarle mano por encima del pantalón, también, a ver que encontraba, pero no resultó nada, pero nada ilusionante.
Él siguió tocándome, ahora el pecho y las tetillas, pero con excesiva delicadeza.
Con todo, pensé que aquello no podía ir a mucho mejor. No veía yo mucha actitud, cuanto menos morbosa, decidí dejarlo.
Sin embargo, cuando comenzaba a irme, me retuvo con el brazo.

Tampoco tenía más que hacer, que pasear por el espacio casi vacio de la darkroom o zona de cruising, así que decidí darnos una segunda oportunidad.

Al echarle mano de nuevo al paquete por segunda vez, aquello que escondía pareció despertársele de golpe, y cuando asomó por entre el pantalón, el grueso rabo, ahora sí, se mostró de una forma apetitosa.
Bien merecía, al menos, un bocado y luego ya decidiría.

Y bien rica estaba durante el rato que se la estuve comiendo en la zona tenuemente iluminada del cuarto oscuro.

-¿Y si paso a mayores y me la dirijo al culo para que me lo folle?- pensé.

No es una cosa que suela hacer, pues siempre soy de los que esperan a que tomen la iniciativa o directamente me pidan que me quieren follar.
Y así de mal me ha ido tradicionalmente, que en numerosas ocasiones me he quedado con las ganas por no atreverme a mostrarme tan "atrevido", con temor de romper la magia del momento y que el tío en cuestión se fuera, que es lo que muchas veces he hecho cuando me ha pasado lo contrario, que el otro se me ha puesto de culo, y al insistir, lo he dejado. (Si no insiste, acostumbro a continuar).

Era el primer intento de roces y mamadas de la noche y estaba yendo bien. Si el momento se torcía, aún quedaban horas por delante para superarlo.

Y sin apenas vacilar comenzó a follarme el culo, que ya tenía lubricado y limpio, pues había salido bien preparado del hotel por si se presentaba la ocasión durante la noche.

El tío resultó ser un muy buen follador, con una buena y prolongada follada, que no me había podido llegar a imaginar pocos minutos atrás.
Viendo que había acción, un par de tipos, que por allí pululaban, quisieron aprovechar la ocasión para ofrecerme polla, las cuales descarté al primer contacto.
Uno que tiene el morro fino.

Cuando llegó el momento de correrse, se retiró rápidamente y derramó toda su leche, que imagino abundante por los resopidos que emitía, en el suelo

Había sudado como un cerdo. Al menos yo. Y menos mal que la zona de cruising del bar estaba poco concurrido.
Subí un rato para recuperarme y, sobretodo, airearme, cosa que quedó más en un deseo que en un hecho, ya que arriba en el bar, el ambiente sí estaba a tope.

Bajé, volví a subir.
Todo era un ir y venir de gente, pero no se producían apenas encuentros y mucho menos aglomeraciones.
La zona seguía sin llenarse.

Dudaba entre pedirme una cerveza y quedarme arriba un rato, en espera de volver a las profundidades, y que se calentara el ambiente al punto de ebullición o me iba ya al qüero gay bar, mi segundo objetivo de la noche.

Y opté por irme, aunque faltaba un poco para la hora que, al principio, tenía pensado hacerlo.

(Continuará)

Comentarios

  1. Muchas veces, cuanta mas gente hay, menos se interactúa.

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    1. Si, eso es cierto.
      La gente se vuelve más vanidosa.
      Aunque en este caso, la cuestión es que había muy poca gente, lo cual nos lleva a preguntarnos. Cual es la masa critica de gente para que haya quimica activa?
      Ummm...

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  2. Respuestas
    1. Ufff de qué? De vaya rollo? De que calentura ? Ummm ;-)

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