Infortunios





¡Mecagüen la puta virgen de la pezuña colorá!.
- ¿Y ahora que voy a hacer? - me pregunté a mí mismo absolutamente consternado.
- ¿Que coño hago yo sin ordenador?.

Me lo había traido expresamente para, principalmente, escribir los post de mis días de vacaciones, y nada más conectarlo, se quedó ahí, muerto!
No daba crédito a mi mala suerte.

Justo por la mañana, antes de salir de viaje, me había saltado el aviso de actualizar el Norton para arreglar errores, si los hubiera. Así lo hice y no los hubo. Luego salió si deseaba hacer una copia de seguridad. No, indiqué, porque ya no tenía tiempo.
Pues ahora me dejaba bien jodido.

Me reventada lo ocurrido porque perdía todos los archivos y fotos de los últimos cinco años.
Me consuela que, como fotos recuperables, están las hechas con cámara de foto digital, que guardo en su targeta micros original, pero las hechas con el móvil, no, ni una.
Pero de los archivos de fotos, de las que uso para el feis, el blog, ni una se ha salvado.
Y todos los otros archivos y documentos importantes, tampoco se ha salvado nada.
Después de respirar profundamente varias veces, y asumir la catástrofe, me mal consolé pensando que aún había tenido suerte de que, en el último momento antes de salir de casa, se me había ocurrido coger la tablet.
Aunque no guarde prácticamente ningún archivo en ella, y pocos programas/apps pues la uso para cosas muy concretas, al menos la podré usar para tomar apuntes para el blog, si bien de manera lenta y muy torpemente, pues para nada controlo el aparatito.

Hasta la vuelta no podría hacer nada, si es que algo se pudiera hacer.
Lo llevaría a una tienda de reparaciones a ver, si cuanto menos, pudiera recuperar los archivos del disco duro.

Pero eran mis primeros momentos reales de vacaciones y había venido a disfrutar.
Así que, que mejor que comenzar con una relajante sauna y si pudiera ser acompañado de un buen masaje, después del disgusto.
La idea de iniciar estos días con una sauna ya la había tenido, pero ahora la necesitaba desesperadamente.
Y sinceramente, no me importaba nada que no hubiera sexo.
Si lo hubiera, bien. Bienvenido.
Si no, pues a aprovechar los beneficios de los vapores y sudores de la sauna.

No tocaba otra que ir a la Apolo Cabaret, con que precisamente inauguré los primeros momentos de mis vacaciones de dos años atrás, con un resultado poco espectacular. 
Por eso iba concienciado en la cuestión de la posible poca actividad sexual.

Sin embargo, siendo el día del cliente, que es más barata la entrada y actúa este hecho de reclamo, y que, más que probablemente los clientes huérfanos de la Sauna Miguel a algun sitio alternativo y similar tendrían que ir, tenía la pequeña esperanza que algo de sexo sí habría, más si recordaba los polvazos del año en la clausurada sauna.

Por causas ajenas a la sauna Apolo Cabaret, las instalaciones permanecerán cerradas hasta nuevo aviso.

Me pareció no haber leído bien.

Por causas ajenas a la sauna Apolo Cabaret, las instalaciones permanecerán cerradas hasta nuevo aviso.

Si lo había entendido, pero no podía creerlo.
Un cartel con un texto muy similar, y sin más detalles, anunciaba que la sauna estaba cerrada.
La imagen de las putas pezuñas colorás me vino a la mente con toda su intensidad y rabia.
Les llamé por teléfono, sin suerte, y les envié un correo por messenger, al cual en poco me contestaron con la misma información que tenía, y que avisarían en cuanto abrieran.

Y yo no sabía que hacer.
Mi frustración y enfado eran máximos.
En apenas cuatro días me había enterado del cierre de The Factory (que me afectaba una posible una noche), el cierre de la sauna Miguel (Dos tardes a la mierda), el cierre de la sauna Apolo Cabaret, que aunque fuera temporal me afectaba en esos días, y me había petado el ordenador.

¿Se podía empezar peor unas vacaciones?- pensé.
Seguramente sí, pero era esta la realidad que me estaba afectando.

No me apetecía volver al hotel y tampoco estaba preparado para ir a la playa.
Pero podía ir al Sexshop Cupido, donde el año pasado había empezado mis aventuras.

Podía, pero no me apetecía.
No me apetecía, pero mis pies se encaminaron solos hacia ese destino.


Comentarios

  1. Dentro de la desgracia, seguro que dejarte llevar por el instinto te reportaría buenos resultados.

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    1. Si, hubo de todo, no me puedo quejar.
      Normalmente suelo hacer frente en positivo a las adversidades.

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  2. Pues estas cosas pasan. Y la verdad da mucha rabia. Yo mismo perdí una historia de unas sesentas páginas, no guardé respaldo y cuando encendí el ordenador me paso E-X-A-C-T-A-M-E-N-T-E lo mismo que a tí. Desde entonces acostumbro a trabajar online (respaldos en la nube) o a mano.

    Pero venga, que de seguro ya vienen más historias.

    ¡Pendiente en leerte!

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    1. Desde luego que la impotencia es total, y la rabia por no hacer las cosas bien, infinita.
      Finalmente, por fortuna he podido recuperarlo todo, después de llevarlo al técnico ;-)
      Gracias por comentar

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    2. El técnico se debe haber puesto las botas.
      ¿No lo notaste más demacrado cuando fuiste a recoger el PC?

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  3. hay que guardar todo en la nube Perro :)
    petons

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  4. Hola perro, me gustaría saber si sabes algo de Marcos, el chico del blog de diario de cruising, o por qué no hay mas entradas de ese blog, gracias, tu blog también me gusta bastante y me ha dado varios pajotes alucinantes

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    1. Hola anónimo ;-) ...
      Pues no. No tengo ninguna noticia de Marcos.
      El año pasado ya comenzó publicando muy poco, y su último post, bueno, como podrás comprobar es de Julio.
      Desde entonces, no se nada de él :-(
      Y la verdad es que le echo de menos, pues le era un seguidor fiel.

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