Sauna Condal, principios de año.




Si a uno no le apetece estar con nadie, pensar en ir a una sauna resulta un poco absurdo, a no ser que uno vaya esquivando al personal y acabe encerrándose en una cabina.
Pero esa tarde hacía frío y ansiaba reconfortarme con un poquito de calor. Un poco, el justo para superar el helor interno instalado en lo más profundo de mi ser, que desde hacía semanas me abocaban irremediablemente al abismo de la tristeza.
No buscaba sexo, ni siquiera caricias, solo relajación, soledad y silencio.
Para lo primero mejor una sauna, pero para lo demás, mejor una iglesia. Pero este perro no sabe verse en ese sacro lugar.

Pensé que siendo las fechas que eran, la gente estaría más preocupada de las compras navideñas, o habría salido de vacaciones, y tal vez por eso me dirigí hacia la sauna condal.
Esto también suena un poco incongruente pues no es de las menos concurridas precisamente, sino más bien lo contrario.
Por contra, como tampoco es de los sitios que más frecuente, como el lector ya debe saber, casi seguro no iba a encontrar a nadie conocido.
Casi se me cayó el alma al suelo cuando en la entrada caí en la cuenta que era el día del cliente, pero por fortuna, dentro de la sauna no había tanta gente como me temía.
Después de una ducha y de pasar por la sauna de vapor y la sauna seca, me sentí mucho mejor, pero en vez de aislarme en una cabina, opté por sentarme en una de las gradas del cine, cosa totalmente inhabitual, que no recuerdo haber hecho desde que esta está nueva disposición de las gradas.

Hasta ese momento, lo único que me había llamado la atención era un tipo atractivo, delgado, de pose un tanto altiva, de andar ligero y que miraba siempre más allá de uno, como buscando a alguien.
Un cazador, sin duda, buscando presa, - pensé.
Sentado sólo había un tipo grande, osuno. Y un par de tíos permanecían de pie, sin llegar a entrar del todo.
A eso que se asomó el "cazador", avistó al tipo osuno y salió lanzado, directo hacia él.
Directo a su polla.
Este aceptó con toda naturalidad su aparición y su mamada. Ofreció poppers al "cazador", y este prosiguió con su festín.
Alternaba yo esta visión con la película, cuando ví un tío de pie junto a mí que me sonreía.
Yo estaba sentado en la grada inferior, justo nada más entrar.
Y al primer vistazo no le reconocí, pero si al segundo.
Ostia, Tomás !!!, el de los encuentros en el Erotixx.
Y tan pronto como así, ya me estaba ofreciendo su pollón, al cual es difícil decir que no.
Y aunque no me apetecía nada, me puede mi vocación servil, y me puse a mamar, si bien es cierto que con poco entusiasmo y desgana.
No tardó en percatarse de la escena que se nos ofrecia unos metros más para allá, y me invitó a acercarnos.
A nada, los cuatro nos ibamos a una de las cabinas de la sauna.
En cualquier otro momento, casi literalmente me hubiera corrido por el camino sólo de pensar en lo que podía esperarnos, pero no esta vez.
Estaba por decir: id vosotros, que yo me voy.
Pero no fué hasta unos minutos después de entrar en la cabina y haber seguido con la mamada, cuando Tomás me pidió para follar, que le dije que no.
Les dejé allí, a los tres. Lo sé lo que hicieron ni cuanto rato estuvieron.
Pero tampoco es difícil de imaginar.
Cuando les dejé, El Oso ya se estaba tirando al Cazador.

Me tomé una ducha y a dar un paseo.
En un momento dado, me dió por meterme en uno se esos pequeños cuartos oscuros hechos a resultas de antiguas cabinas, y allí sentí como un tío comenzaba a tocarme precavida y dulcemente las nalgas, para poco a poco acariciarme el ano.

- Te gusta?-, me preguntó.
Indudablemente le contesté que sí. Me gustaba y, al no hacer yo nada más que sentir sus manos, me relajaba.
- Me gustaría verlo-, afirmó.
- El qué?, pregunté bien tontamente, pues si me estaba tocando las posaderas era de suponer que a eso se refería.
- El culo -, contestó obviamente,.
- Me gusta verlos cuando los toco y jugueteo con ellos,- prosiguió.
-Vamos a una cabina?.

Acepté ingenuamente pensando que sólo quería verlo. Yo estaba tranquilo y relajado.
Lo miró, observó, alabó, tocó, acarició, magreó y llegado el momento afirmó:
- Me gustaría follármelo, puedo?
- Y de mi boca salió un... bueno, como quieras.
Quiero pensar que fue el estado de relax y bienestar al que me indujo con sus artes táctiles, junto con mi consabido afán por complacer, que sucumbí a su petición.
Y así, continuó sus labores de relajamiento anal, lubricación y follamienta.
Cabe decir que el tipo iba convenientemente preparado con sus condones y vaselina, aparte de armado con una polla estandar que no me ofrecía temor a que me hiciera daño.

Y el polvo fué breve, suave y bonito, Sí, se podría decir que así fue.

Lo siento por Tomás.
Si me lees, Disculpa.
Otro día, tendrás tu ración ;-)  

Comentarios

  1. Ves? Algunas veces voy a la sauna (la que sea) solamente a relajarme, a desconectar, a pasarme horas en Jacuzzi, sauna húmeda, seca y duchas...... Te aseguro que se puede, almenos a mí no se me acerca nadie, 😂😂😂😂.
    (Bcn1972).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me creo que no se te acerque nadie, jaja... Si, algunas veces he ido a la sauna solo a relajarme y lo he conseguido sin ayudas de terceros.
      Es gracioso lo de Tomás, porque, a fecha de hoy, hace apenas 15 días, me lo encontré en la Bruc y me echó un buen polvazo. Puntualmente me lo he ido encontrando, pero por a o por b, no acababa últimamente de hacer nada con él, para su "disgusto". Suerte que, aún insistiendo, tiene un buen conformar.

      Eliminar
    2. Pues te lo prometo, no sé xq si me miran yo giro la cara, si me siguen no hago caso......no sé, pero el caso que si quiero ir a relajarme, nadie se me acerca 😁.

      Coño, apareció Tomás??? Haciendo cuentas, te folló sobre finales de Abril 2023......Enhorabuenaaaaaa.

      Eliminar
    3. Si, si... Apareció e hizo un buen uso de mi trasero y yo de su polla, jajaja ...

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares