Masajes con principio feliz




Después de unas cinco semanas, sentí de nuevo la necesidad de hacerme un masaje.
Así que decidí probar otras manos y otra intensidad, esta vez, los de la sauna Nova Bruc.

Cuando llegué y pregunté, me dijeron que lo tenía que reservar directamente con el masajista y estar atento a la hora, a diferencia de la sauna Galilea, que lo reservas al entrar, o en el momento que uno le apetezca, y cuando el servicio está disponible, te avisan por megafonía.

Para el caso, en definitiva, antes del masaje tenías que estar atento o a megafonía o a la hora concertada, con lo que en ambos casos estás condicionado a un tiempo, indefinido en uno y concreto en otro.
Pero no fue exactamente el caso, ya que en el momento de entrar, el masajista estaba ocupado, y no se me ocurrió entonces llamar a la puerta y concertar hora, como bien se puede, según me comentó a posteriori, si no que fui yendo y viniendo hasta que lo encontré libre.

Mientras, podría disfrutar de las instalaciones o buscar algún rollete para entrenerme.
De esta manera, no estaba con la angustia de que me interrumpieran, sino que era yo en el que en el momento deseado, ir a ver si estaba ya libre el servicio de masaje.

Había ido con tiempo, así que este no me preocupaba.

Me duché y me metí en la sauna de vapor un ratillo, sin enrollarme con nadie.
Cuando salí, me metí en la sauna contigua para secarme más rápido y luego fui hacía el cuarto del masajista.
Pero seguía ocupado.
Fuí entonces un rato al jacuzzi y posteriormente a la piscina a disfrutar de los chorros de agua.
Cuando me pareció oportuno, volví, pero me encontré de nuevo la puerta cerrada.

Fue cuando ya decidí meterme en la zona de cruising, en el lugar menos iluminado de la sauna.
Allí, junto a los tabiques de los gloryholes sobresalía entre dos señores maduros un buen mocetón que se dejaba hacer por estos.

Me sonaba a una escena ya vista, e incluso diría que vivida.

   "Tres tíos (en este caso dos), tirando a mayores, estaban comiéndose casi literalmente a un tío que,       apoyado en la pared, les sacaba a todos un palmo de altura. Joven, buen cuerpo, musculado sin         ostentación, varonil, se dejaba hacer por aquel trío. Uno le sobaba, otro le comía los pezones y           otro la polla. Fragmento de Machote y breve orgía a cuatro en Nova Bruc.

Me coloqué en su lado izquierdo, para ver si podía obtener ración de aquel hermoso ejemplar y de paso cercionarme que era el mismo que aquella vez.
Mi duda pronto se vió resuelta. Su pasividad se transformó en interés, este en acción y a los pocos minutos desaparecía por los bajos dando inicio a una larguísima, intensa y frenética mamada hasta tan dejarme seco como en la ocasión anterior.
Me dejé hacer hasta llegar casi a perder la noción del tiempo y olvidarme del motivo principal que me había llevado allí.
No podía estar una hora más, así que si seguía la puerta cerrada, me ducharía y me iría..

Pero por fín, el masajista estaba disponible.
Probé con media horita e intensidad moderada, pues, después de aquel comienzo feliz, tampoco necesitaba más.

Un mes más tarde, día más, día menos, volví a sentir la necesidad de un nuevo masaje.
Habían sido unas semanas un poco duras, así que recordando el buen hacer de aquellas manos, volví.

Esta vez la espera fue breve, pero el suficiente tiempo de tener otro comienzo feliz.
Fue en la sauna de vapor, al poco de entrar, un tío, de aspecto general relativamente parecido a mí, aunque un poco más mayor, tras palparme el culo cual mercancía en el mercado, me preguntó si quería que me follara.
Y como me iba a negar, con el hambre que tengo en ese aspecto!.
De mamar o que me mamen voy bien servido, pero encontrar polla folladora me resulta algo más complicado.
Y este tenía la herramienta del tamaño perfecto para un buen trabajo.

Se fue un momento a buscar el preservativo a su taquilla, y volvió debidamente equipado.
Comenzó sin problemas de dilatación, en un acoplamiento perfecto, cosa que a la vez me sorprendía, después de tantas semanas de abstinencia anal.
Inclinado yo hacia delante, agarraba firmemente mis nalgas e imprimía unos buenos envites con un ritmo preciso.
Se notaba que era un buen semental follador de culos.
Por delante, para más morbo, también tenía entretenimiento, pues un señor de generosas carnes, se había sentado en la grada superior y me ofrecía su gordete biberón.
Evite masturbarme para prolongar aquel momento tan perfecto, y tan poco habitual de sentirme como un perrito caliente bien relleno por ambos lados.

Y duró, lo que tenía que durar. Ni más, ni menos.
Y a pesar de la posterior ducha, con la polla aún dura y tiesa, mal disimulada con la toalla, entré en el cuarto del masajista y me dejé hacer por aquellas expertas manos.



Comentarios

  1. Qué bien viene un buen masaje cada cierto tiempo y, además en tu caso, tanto con principio como con final feliz, según me parece entender de tus palabras. Follado por un lado y mamando por el otro, no puedo decir más que me encanta jejeje.

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    Respuestas
    1. No lo sabes tú bien lo bien que va. O si?, jejeje...
      Y más, desde luego, que siendo aquellos días mi único objetivo hacerme el masaje, pues lo necesitaba, salí más que contento de las dos experiencias previas que tuve.
      Otras veces vas con más expectativas, y sales sin haberte comido un rosco.

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  2. Increíble, magistral, bien relleno x ambas partes. Que placer observar como te follan mientras te vas comiendo la polla del observador. Creo que entre la visión de verte ensartado y tú dándole placer, ese es el quien más disfrutó (que envidia le tengo)......

    Cómo bien dices: Hay que ir sin espectativas, y que sea lo que sea.
    BCN1972

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