Café Zurich



8 de mayo era la fecha elegida.
Aún faltaban más de dos semanas, pero era el único día que, a priori, a ambos nos iba bien quedar.
Pero tampoco era una fecha certera al 100%, pues como le indiqué, aparte de los imprevistos posibles, yo tenía una cita a falta de concretar fecha, pero que tenía prioridad.
Por su parte, también existía la posibilidad real de anulación en el último momento.
Así que mientras tanto, él se tenía que contentar con las entradas del blog, y yo recibiendo sus amenos y muy interesantes emails.

Poco a poco se iba acercando el día.
Habiamos elegido el café Zurich como lugar de encuentro, ya que para ambos nos iba perfecto dada su ubicación y tal vez el lugar era un recurrente, ya que fue el sitio donde me cité con el primer lector que quería quedar para hablar y conocernos.(Post:Pidiendo perdón).
Ya había quedado anteriormente con otros, pero estos fueron encuentros directos ya en el Erotixx, sin certeza absoluta si iban a acudir o no, y ya para meterse en acción nada más llegar, sin más preámbulos ni explicaciones. (Ver los diferentes post sobre Erotixx de principios del 2011).
Reconozco que esa manera de quedar tiene mucho morbo, ciertamente.
Sin embargo, me da más apuro, e incluso vergüencita, quedar para hablar.
Y que digo yo? Y que cuento?.
Pensar en que tenga que llevar la iniciativa de la conversación, sinceramente, me espanta.
Y si se aburre? Y si le caigo mal?
Esto es casi más difícil de controlar, porque uno puede hablar por los codos pero no resultar mínimamente interesante, y caer bien o no, a veces, depende de sutilezas.

Y llegó el día.
En los emails previos nos habiamos dado una ligera descripción física y al menos por mi parte una muy detallada descripción de como iba a ir vestido.
Por su parte fue más escueto y lo más indicativo fue "un tejano y posiblemente un polo granate".
Merda!, casi todo el mundo lleva tejanos, y de la otra prenda no estaba seguro.
Esperaba que al menos, lo que llevaba fuera granate, y que este no fuera color de moda de este año.
Por otra parte, doy fe que lo que entiendo por granate, hay gente que lo llama lila, violeta, rojo oscuro, sin entrar en las más imprecisas teja subido, tono burdeos, etc...
Podría haber sido peor, pues si bien en cuestión de colores siempre hay infinidad de matices y definiciones, que dependen muchas veces de los ojor que lo ven, no quiero pensar si me llega a decir que iba a llevar la colonia tal o cual.
Nunca me ha ocurrido, pero nunca se puede decir "De este agua no beberé "ni" Este cura no es mi padre".
Y aunque soy un perrete muy olfativo, soy casi incapaz de nombrar o definir un olor.
Por si acaso  no nos encontrábamos, o tuviera que anular el encuentro, en el último email le pasé el número de móvil, haciendo hincapié en que sólo lo usara para enviar mensajes sms.

A la hora prevista, puntual y exacto como un reloj suizo, aparecía por la esquina del café.
Mientras andaba dirigiéndome al punto exacto, que para más detalles era junto al kiosko, comencé a escudriñar a todo paseante y esperante que había o me parecía.
Me sentía como el ciborg de Terminator o cualquier otra pelicula de ciencia ficción, recopilando toda la información que obtenía y analizando y cotejando con mi base de datos para dar con el individuo preciso, aunque no con las mismas intenciones que estos engendros, claro está.
Bingo!, fue fácil y rápido.
Aspecto, altura, tejanos y color del polo correcto.
La edad era el único dato discordante, pero dado mi mal ojo para este detalle, decidí obviarlo.
Parecía más joven de lo que me había dicho, y esto, normalmente suele ocurrir al revés.
Y fui directo y me presenté.
Bueno, no fuí y le dije "soy perro", sino "hola, eres tal?".
La respuesta fue afirmativa, y tras unas palabras más para ir cortando el hielo, entramos al café Zurich.
Tuvimos una más que agradable charla sobre el blog y nuestras respectivas circunstancias, afortunadamente, más o menos al 50%, o al 60/40, pero esta vez, al menos, no tuve ningún ataque de incontinencia verbal, ni mutismo extremo.
Una cerveza y un café con leche acompañaron dos horas de conversación que se nos pasaron volando, y luego cada uno a su casa.

No obstante, siempre me pasa que cuando me quedo sólo suelo reflexionar sobre lo hablado y demás detalles verbales o no, y casi siempre me quedo con la dudas habidas antes del encuentro, aunque no son preguntas que me atormenten.
Le habré aburrido mucho? Le habré caido mal?.
A veces esto ya resulta evidente mientras se desarrolla la cita, otras veces, tal vez por cortesía y educación se mantiene el tipo, y luego, si te he visto no me acuerdo. Y todo queda tan bien.

Al cabo de pocos días recibí un nuevo email en el que comentaba con satisfacción, aunque brevemente, nuestro encuentro.
Y otro email posterior para quedar y seguir con la conversación, u otras cosas...

Comentarios

  1. Otras cosas! Otras cosas! Arf arf

    ResponderEliminar
  2. Que otras cosas quieres, Anónimo? Jejeje...

    ResponderEliminar
  3. Veo que el Zurich se está convirtiendo en un punto de referencia. -:)
    Perro, es difícil saber qué efecto causamos en los demás, pero me parece que no hace falta obsesionarse. Lo digo por esto que escribes:

    "siempre me pasa que cuando me quedo sólo suelo reflexionar sobre lo hablado y demás detalles verbales o no, y casi siempre me quedo con la dudas habidas antes del encuentro, aunque no son preguntas que me atormenten.
    Le habré aburrido mucho? Le habré caido mal?.
    A veces esto ya resulta evidente mientras se desarrolla la cita, otras veces, tal vez por cortesía y educación se mantiene el tipo, y luego, si te he visto no me acuerdo"

    A lo mejor la otra persona también se hace esas mismas preguntas, pero en general no nos complicamos tanto la vida. Si estuvistes charlando durante dos horas y el balance fue agradable -más aún, refrendado por posteriores e-mails-, tus temores son injustificados. No le des tantas vueltas a esa cabezota perruna. -:)

    Y esas "otras cosas"... Ejem. Si llegan a producirse, los lectores queremos información detallada.

    Lametones en el dedo anular de la mano izquierda. -:)

    ResponderEliminar
  4. Bueno, me es inevitable reflexionar, pero como digo, no me atormenta.
    Descuida, que lo que pueda ser contado, lo será ;-)

    ResponderEliminar
  5. Secundo todo lo que dijo Xavi.

    - Tú a mí te me presentas: " Hola, soy perro" y las 2 horas de charla será que tú hablas y yo con ataque de risa descontrolada 🤣🤣🤣🤣.

    Ah, y cuándo tú y yo que demos, te diré que llevaré Eau de Parfum OPIUM (Yves Saint-Laurent), con toques amaderados, así que ya te veo ese día oliendo a todo el mundo 😜. (Bcn1972).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cabrón !! Jajaja... No me hagas eso :-D
      Lo curioso es que cuando he quedado con alguien tampoco me ha entrado preguntándome si era perro, jajaja...

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares