No hay culos estrechos, sino mal entrenados (3er.día - última parte)





Llevaba por los menos unos veinte minutos en el local, cuando un tipo con pinta de listillo repelente  me indicó, cubata en mano y afectada gesticulación, señalándome los jockstrap que yo llevaba puesto, para que me los quitara.

- Esto es una "naked, o sea, desnudo"- dijo, recalcando la frase con un movimiento de cabeza como para confirmarle que le había entendido.

Por el tono le hubiera mandado directamente a la mierda, pero en la cuestión en sí, tenía razón.
Cuantísimas veces un local celebra una noche temática nudista, y los que se desnudan son solo cuatro. El resto, en slips o boxes, o como mucho, y tras una observación del barman se sienten obligados.
Y no habló de los que publicitan que son varios los códigos admitidos.

Por ello, ni caí en la cuenta.
Total, era cuestión de minutos que, con toda seguridad, me los acabara quitando.

Y era cierto, aquel viernes se celebraba la naked party en el Exxxtreme Cruising Club de Torremolinos, sin otro código de vestimenta admitido.

El local estaba más lleno que dos día antes (miércoles de Underwear, naked or Leather) y el público, aparentemente de cuerpos más normales, menos de gimnasio, hormonados o de revista, parecía más accesible.

Por todos los rincones encontrabas gente.
En la zona de cabinas, la mayoría ocupadas, la sala del minicine, con una decena mínima de personas cada vez que entraba, si bien, la mayoría de las veces estaban todos, o simplemente sentados en los sofás, apoyados en la pared o transitando cerveza en mano, eso sí todos a la expectativa de ser abordados, algunos con la ansiedad y el deseo escritos en su rostro, y otros con cara de póquer, no fuera a verse que deseaban lo mismo que todos.
Que en un momento viera una mamada o que en otro, un tío culipuesto sobre la cama preparado para ser follado por quien quisiera (no sé si lo consiguió), u otro a la vista del resto sí se cepilló a uno, no quita que la acción fuera muy ocasional.

En la otra zona de cruising, la parte del Exxxtrem no compartida con el sex shop Cupido, había más un ir y venir de gente. No se producían excesivos agolpamientos de gente, salvo en uno de los cuartos, en el que en las tres ocasiones de culiexposición me folló el mismo tipo las tres veces. Fue un tío mayor, que siempre le costaba meterla, pero una vez conseguido el propósito, una vez dentro follaba bien, pero sin más, estaba unos minutos, y paraba.
Cuando la sacaba, hacia un característico 'Flop', me daba un beso en el hombro o en el culete, y se marchaba feliz.
Yo, quedaba un tanto ansioso de más.

Ansioso como cuando en un momento de la noche, se la mamé a un tío buenorro en la sala de la jaula, pero que después de darme popper y ponerme pues cerdaco perdido, a los pocos segundos se fue.
-Que Cabrón, pensé- Y ahora qué?. Aquí, de rodillas, medio tirado, en lugar más apartado del local !.

Es lo malo que tiene el popper si te dejan así a medias, que te deja como cerdaco hambriento.
¡Terrible!. 

Más tarde, o antes, no recuerdo bien el orden, ya que con tanto movimiento y repetición con varios, como este iba a ser también el caso, me folló un italiano que, si bien en ningún momento dijo palabra alguna, me imaginé que así lo era.
De polla larga y fina, me entró, rápido y bien.
Digo bien, de maravilla, pues casi se podría decir que resbaló dentro.
Fue en la salita de paso donde todo el mundo podía ver y participar, pero en esta ocasión, no fue lo que ocurrió.
Después me volvió a follar el tío mayor de antes, era su tercera vez, y luego, rato más tarde, en el mismo rincón que antes, de nuevo, el italiano, que me pilló del brazo acercándome a él, mientras se morreaba con otro.
Me invito al morreo triple, y cuando esté tercero se marchó, fue cuando aprovecho para follarme por segunda vez.

Pasó un tipo grande con buen cipote, grueso, que mientras me follaba el italiano, me fue dando de mamar,  y cuando el italiano tuvo bastante, me follo el tío grandote, sin ninguna dificultad para mi sorpresa, entró como la seda.

-No hay culos estrechos, sino mal entrenados- pensé.

Y llegó la triste hora de irse
Echando cuentas, en el Exxxtreme me habían follado tres tíos, un total de seis veces, tres el mayor, dos el italiano y uno el pollón, sin contar, claro, el primero de la noche, también pollón, del Free Eagle.

Como el Men's Bar me pillaba de paso y aún quedaba una hora para el cierre, entré.
Había suficiente gente, como antes, por lo que pude entrar sin tener que pedir nada en la barra, y me fui directo a la zona de cruising.

- ¡Qué desolacion !,¡Pero que pasa..., si es viernes !- pensé, cuando lo ví tan vacío.
- ¿Donde esta la gente?.

Aún así pillé a un tío chiquitín, pero de rabaco impresionante. No hubieron muchos preáambulos.
Nos medio metimos en una jaula, en tanto que la reja quedó abierta,  y si bien el tío se la sacó con intención de que fuera a mamársela, fui tan rápido que me la metí por el culo en un zasca, que casi ni se dio cuenta.

¡Lo que hace la recién adquirida experiencia y estar hambriento !.

Con la polla bien metida, no le quedó más remedio que bombear siquiera un rato, que fue lo que hizo por unos segundos, un polvo breve.
Cuando la sacó para que siguiera el trabajito bucalmente, como había sido su primero intención, ni la probé, no fuera que ocurriera lo de dos días antes, curiosamente en el mismo sitio, encontrarla con mal gusto, y lo que es peor, tropezones.
Y se marchó.

Me puse en plan muy puta, pero desafortunadamente, para nadie.
Solo un tío muy mayor y pasado, que ni se le ponía dura, intento darme de comer, pero lo acabé rechazando.

Al poco apareció un tío guapo, muy puesto. Modernito.
- Este tío, aquí  no pega.- pensé.
Y menos pega conmigo.

Sin embargo pareció que quería rollo.
En medio del pasillo se sacó un pedazo de pollón , que solo de verlo, y a pesar de estar bien dilatado a esas alturas de la noche, pensé que aquello no me entraría.
Se dejó tocar, y enseguida, indicó ir hacia las cabinas.
Una rara combinación de atrevimiento, sacársela allí en medio, si bien claro que no había nadie, y pudor, querer hacer algo a escondidas en una cabina.

- Yo cobro - dijo nada más entrar.
Se lo hice repetir porque no le había oído bien
Que yo cobro - repitió.
¡Ah, pues yo también !-quise decirle - pero solo me salió, sin apenas pensármelo, un ¡Apa, pues bueno, pues adiós!.

¿Qué ha pasado? - preguntó un tipo que nos vio entrar y salir en menos de 30 segundos.
- Pues nada, que era chapero - le contesté.
Preguntó por curiosidad, obviamente, pero aprovechó que quería rollete.
- Estás muy bueno, decía , mientras me tocaba la tetilla.
Y uno estas cosas se deja hacer.

El tío no estaba mal, pero yo ya estaba agotado.
El cansancio comenzaba a ganar al hambre.
Y amablemente, saliendo y riendo la jugada con el chapero, nos despedimos.
Él se quedó con un amigo que le esperaba arriba en una mesita fuera del local.

Y yo derechito al hotel, esta noche si, ya sin sorpresas.





Comentarios

  1. Pues la verdad sea dicha. En estos días me folló un peruano con una de las pollas más gigantescas que me han metido por el culo, no es mi estilo, simplemente estaba relajado, la ocasión se presentó y mis efínteres colaboraron. Pensé que me dolería, que no entraría, pero quedé sorprendido del nivel mio para colaborar analmente.

    De acuerdo contigo: no hay culos estrechos si no mal entrenados.

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