Escarceos de piel oscura





Apenas hacía diez minutos que había entrado en la sauna, y ya me habían follado.
Ocurrió en mi primera incursión en la Big Sex Room, cuando aún no me había acostumbrado los ojos a la penumbra reinante, finalizando la primera putivuelta.
Debía tener escrito en la cara lo de culo fácilmente follable, porque últimamente, la suerte en este sentido había cambiado.
De follar de tanto en tanto, a una semana de locura y un regreso más que fructífero.
Aquella era mi tercera escapada después de la putiweek*

Me sorprendió encontrar gran variedad de tíos, y se oía más extranjero de lo habitual.

Un joven negro se dejaba hacer, pero de manera bastante esquiva. A momentos parecía receptivo. Parecía que si, pero era que no, al menos en lo que se veía.
Hasta Perraco, que como no por allí andaba, se la mamó un rato en la sauna seca, y que fue lo que me animó a intentar algo con él mozo de ebana piel.
Fue en el pequeño cuarto oscuro junto al minicine, pero se quedó en un toqueteo leve de su sedosa piel pectoral y un chupeteo de pezón. No me dejó seguir.
Pero bueno, la frustación tampoco fue muy grande.

Más tarde, esta vez en la Big Sex Room, otro negro, o al menos dentro del cuarto oscuro me lo parecía, más joven, delgado y con un corte de pelo modernillo se dejaba mamar por uno y toquetear por otro.
Y fue el quien alargó su mano para tocar mi peludo pecho e invitándome a acercarme a ellos e intervenir.
No lo tenía fácil, pues en medio estaban estos dos que mencionaba, pero a la que pude, me amorré a su delgada y suave polla, de tamaño pollón, pero para nada de míticas dimensiones.

- Igual no era negro - pensé por un momento, mientras me entretenía en su dulce miembro.

La mamada no duró más que un par de minutos, pues el muchacho se marchó.
Tal vez tres tíos dándole atenciones eran mucho para él y se agobió.
A los pocos segundos, salí y, bien, negro sí que era.
Lo seguí discretamente para cercionarme  y asegurarme de mis impresiones, como así fue, hasta que, liberándose de la toalla y paño, se metió desnudo en la piscina.

Sí o si, me tenía que ir ya,  así que volví a la Sex Room, y en una mamada express que se me ofreció, de un cascada rápida, me corri y me fuí.

Hasta esa fecha, era lo más que había conseguido hacer con gente de piel oscura.

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*putiweek o putisemana, unos días que me tomo al año para "soltarme el pelo". En este caso, fue la del 2017. (Sí, lo sé... llevo retraso 😉)



Comentarios

  1. ¡Qué bueno cuando apenas uno entra a la sauna y a los pocos minutos ya se encuentra follado! Que no satisfecho necesariamente.

    Buen relato, no importa el retraso, tú escribe que siempre es placentero leerte.

    Abrazos

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    1. Cierto.
      No siempre ser follar es sinónimo de quedarse bien a gusto.
      En esta ocasióntuvo que ser así, pues solo deje escrito el hecho para acordarme, pero nada de como paso, jeje...

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  2. Como siempre, muy bien escrito, con humor y vicio-morbo a la vez. Un placer leerte. Un abrazo. DDV

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  3. Nunca he estado con un hombre negro. Es una de mis fantasías. Jooooo.

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    1. Espero que para cuando se te cumpla, sea más intensa que la mía.
      Que lo mio fue un fifty-fifty

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  4. El primer negrito que describes me recuerda a uno con el que hace unos meses tuve unos escarceos de mamadas mutuas en el Big Sex Room.
    Hablaba inglés y era algo tímido, bastante alto, más bien delgado, con voz grave y polla tamaño familiar.
    Me haría cierta ilusión que hubiéramos coincidido con el mismo objeto de deseo, aunque en tiempos y lugares distintos.

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    1. Nunca lo podremos saber, pero bueno, a veces con la ilusión ya basta ;-)

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