Sauna a medio aliento ( Segunda parte y última )

 




(Continuación)

Pudiera ser que tras correr la cortina de la Sweet Room y entrar el roce de una mano con mi culo fuera casual.

Pero el roce se convirtió en caricia, y este en una palpación y magreo en toda regla.

Sea de quien fuera esa mano traviesa, yo, por mi parte, le daba la bienvenida.

Aún de espaldas a él, le agarré de la polla. No es lo primero que suelo hacer cuando me encuentro en esa situación. Normalmente me arrimo más y me dejo acariciar y sobar para averiguar que tal se maneja con las manos y cuales son sus propósitos e intereses.

Pero en esta ocasión noté tal determinación que ya le supuse macho dominante y empotrador. Y Ojo! que ambos no quiere decir que siempre vayan unidos.

Tenía, pues, un cipote morcillón, gruesa sin ser exagerada y una largura estándar.

Ansiaba catarla para notar como se transformaría, así que me giré hacia él.

El tío comenzó pellizcándome suavemente los pezones, para seguir presionandolos tirando para abajo, clara referencia a que me fuera a trababarle los bajos.

Acepté encantado su orden táctil pues tendría la ocasión de una mamada consentida.
La polla creció, se endureció y adquirió las proporciones perfectas para una buena y cómoda mamada.
Además sabe bien.

El tio era macizo, sin llegar a duro, buen cuerpo y de torso peludo, así como piernas y brazos. La zona púbica también peluda, pero recortada. Perfecta para que no oliera rara y yo no tener cosquillas en la nariz mientras se la comía.

Al rato de disfrutar del buen manjar, me hizo levantarme y cogiéndome del brazo me llevó hasta el otro extremo se la sala, más tranquila.

Allé, tras una breve mamada para entonarle de nuevo, se enfundó un condón, me dió la vuelta y me folló, comenzando un polvo a medio gas.

No duró dura mucho tiempo, pues se le aflobaba.
Se le salió. Lo intentó de nuevo... pero nada.

Me preguntó si quería  ir a una cabina, pero me negué.

Se la mamé con condón, porque así lo quería, aunque con cierto reparo por el gusto, pues sólo sabía a plástico, cosa que no me entusiasmaba.

De hecho, nunca me ha gustado

Cuando se entonó de nuevo, me volvió a meter la polla en mi culo que ya de nuevo ansiaba sentirla dentro.

Se coloó un tío a nuestro lado, y como siempre, yo esperanzado que quisiera tomar parte.

Pero mi follador se desentonó mucho más rápido que antes... y lo acabamos dejando

¿Tal vez fue por el tercero?.

Tal vez por eso, primero nos trasladamos a la zona más tranquila. Igual era de estos tipos que para funcionar necesita intimidad.
En mi egoísmo, no había caído en eso. Yo funciono al revés
Ahora era demasiado tarde

En otra ocasion,  me lo repensaré. Si el tio promete, previo tanteo del porque lo prefiere, tal vez le diga que sí.

Dí un último volteo por el otro cuarto oscuro, también la mayoria de las veces que había pasado, con buena presencia de gente, así como por el minicine, a ratos bastante concurrido, pero tranquilo, pues no había podido presencia ninguna escena de acción morbosa.

Acabé pasando de nuevo por la sweet room, donde me hice una soberana paja al lado de un tío tumbado sobre la cama central y tres tíos mirando, toqueteando y esperando que se las mamara.

Pero ya no estaba por esas.

Por cierto, que el tio tumbado había estado ahí la hora y cuarto que yo había estado en la sauna.

¿Se habría quedado dormido?

Fin.

( 10-2-2022 ) de 6 a 7.15 aprox.




Comentarios

  1. Gracias por compartir. Me leeré la primera parte, pues comencé por el final. Yo soy igual, digo, que no me gusta degustar con forro, lo he hecho en par de ocasiones, pero no mola. Finalizar con una paja en modo de homenaje, está muy bien si la tarde ha sido productiva o por lo menos, de provechosa exploración.

    Abrazos

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    Respuestas
    1. Es que además el condon me deja mal sabor de boca que ni con enguaje con agua se me va. Si, esta vez me dio por hacerme una paja para dar por finalizada la tarde. Muchas veces me he ido de donde estuviera sin correrme. No me es, en si, una necesidad.

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