De incógnito II



"... he visto tu invitación pero he llegado tarde, ya mamé tu polla y ahora me gustaría follar tu culo en el mismo lugar, la semana que viene puedo ir de 18:30 a 19:30 dime si tu puedes algún día."
Así rezaba el mensaje que recibí aquel viernes, aunque no lo leí hasta el domingo noche.
La invitación de la que habla era una convocatoria del tipo "tal dia, tal hora, en tal sitio, quien se anime...bla,bla,bla" que publiqué en un perfil.
Cabe decir que no acudió nadie que, al menos, se identificara como que había leído aquel anuncio, si bien sí hubo un poco de historia.
El lugar que dice donde quedar es el Erotixx, y el relato de lo que sucedió el día que me mamó la polla está escrito en el post De incógnito.
La semana que comenta era justo la de Reyes. Semana muy chunga de por sí, con unas cuantas compras pendientes. Días hábiles solo podía quedar lunes o martes.
Como quedar el lunes era muy precipitado para que leyera mi contestación, me respondiera, quedaramos y tal, le escribí: " Vale !!! Te va bien el martes por la tarde ?.
No esperaba contestación, pero por si acaso, yo sí iría a la casi-cita.
De ahí también el título del post, pues tanto la manera de quedar, como el lugar y la persona son muy parecidos al de entonces.
Así pues, llegué puntualmente al Erotixx y me sorprendió no sólo ver a 6 o 7 personas paseando por entre las cabinas, sino comprobar que 7 de las cabinas estaba ocupadas, entre ellas la doble, las del clásico glory hole (no la del vidrio) y la del sling.
La doble estuvo ocupada 3/4 de hora desde que yo llegué, por dos tíos más bien jóvenes, como pude comprobar cuando salieron; y la cabina del sling, por dos tíos que hablaban francés, tal y como se oía a través de la puerta, y las del glory hole iban entrando y saliendo.
Al menos de aparencia, todos los paseantes tenía un puntito por el cual hubiera podido enrollarme con cualquiera de ellos.
Y al poco así lo hice. 
En uno de los paseos, uno de aspecto muy varonil y un tanto nervioso, me metió mano.
Como no le hice ninguna señal de rechazo, se apresuró a invitarme a ocupar una de las cabinas libres. 
Se le veía con ganas de acabar antes de empezar. Debía de llevar bastante rato por ahí, sin acabar de quedar satisfecho.
Sus maneras eran un pelín bruscas. Eso no me molestaba.
Nos quedamos sólo con el calzado puesto y los pantalones bajados, y nos mámamos un poco nuestras respectivas vergas, y algo de popper. 
Pero el tío quería follar. Qué bien, no?. Pues no. No, no.
Ocurría que lo quería hacer a pelo y dada sus prisas y su brusquedad, me temía que mi hiciera más daño que darme placer, para algo que tenía toda la pinta de ser un polvo colibrí.(Tengo entendido que dura segundos).
Le dije que no.
- Pues me puedo correr encima tuyo? -, me preguntó sin vacilar ni un instante.
No sé si llegué acabar de pronunciar la palabra "vale" cuando empezó a gritar como un poseso, a pleno pulmón, como si lo estuvieran destripando.
Me asustó un poco, pero simplemente ya se estaba corriendo.
Cuando acabo de ambas cosas, chillar y correrse, dijo: "Joder, toda la tarde para esto".
Supongo que se refería a las cuatro gotitas de leche que sacó. Pobre !.
Se marchó, no sé si frustado o algo satisfecho, pero al menos aliviado de la tensión que llevaba.
La cabina del sling estaba ya vacía. Tal vez los franceses se marcharon asustados de los chillidos. Quizás.
Al poco me metí en una de las cabinas con glory hole y no tardó en asomarse una polla por aquel pequeño orificio. No bien comencé a mamarla, se retiró, acabó de pajear y se corrió.
Joder, vaya tarde !!!
Esta vez el que se quedó un poco frustado fuí yo, pues era polla de buen mamar.
Me quedé un ratillo esperando a que apareciera otra. Y así fué. 
El tío comenzó a sacársela muy lentamente. Al otro lado, yo espectante.
Y apareció una flácida y minúscula polla. Estamos apañaos !!!, pensé. 
Desenfundó un condón, se lo colocó, pajeó... la polla creció, por decir algo, y me la ofreció.
En fín, me repugna el sabor de los condones, pero no había otra cosa que comer. Así que me puse a ello. Pero la cosa no acababa de crecer como debiera, y yo muchas ganas no le ponía. No estaba nada a gusto.
Así que pensé, le ofrezco el culo y a ver que pasa.
Lo arrimé al agujero, y creo que hubo un intento de penetración, pues contacto llegué a sentir, pero muy breve. Me asomé a ver que pasaba, y vi que dentro del condón, ya se había corrido.
Desanimado salí y por no ponerme a llorar, me puse a dar una vuelta ya casi con la intención de irme.
Pero quien se iba eran los de la cabina doble. Al menos, uno de ellos.
El otro, jovencito, alto, delgado, rubio, blanquito de piel, se quedó por ahí, hasta que se metió en una de las cabinas con las ventinatas a los lados y el asiento en escala, y el video en el lado opuesto,
Allí se metió, y sentado, con los pantalones bajos, se medio pajeaba viendo el video... y a mí pasar.
Me lo quedé mirando, más la larga polla que mostraba, que su cara. 
Y entré a probarla. A ver que pasaba.
Sonrió, me la dejó catar y me dijo de irnos a la cabina doble.
Y allí estuve disfrutando, por fín, de un rato y rabo largo, sin prisas, sin gritos, sin brusquedades, sin condones con mal sabor, sin corridas-express, sin... .
El tío, no tan joven, como me hizo saber, aparte de tener un trato agradable, tenía un culo adorable, chiquito, redondo y prieto, que de haberlo pillado a primeras horas de la tarde, algún uso más que el magreo le hubiera dado.
Finalmente, se corrió.
Yo no, pero disfruté.
     
    
     

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