... y acabando en la Sauna Condal.




(Continuación)

No más de media hora más tarde, el tiempo de cruzarme el barrio del Raval, llegar y dar el primer volteo, que ya estaba merendando junto a los apartaderos de los sling de la playing room, el largo cipote de un tipo altísimo, tal que, aún totalmente erguido y con simplemente con una leve inclinación hacía adelante de mi cuello, ya llegaba a mamar tal preciado manjar.

Delgado y largo como un día sin pan, el muchacho era imposible que pudiera pasar desapercibido.
Me pareció curioso y gracioso que desde esa altura pudiera reparar en cosita tan pequeña como yo, ya que además fue él quien se acercó.

No tardó en aproximarse otro tiarrón de considerable envergadura, que tal vez por estar más proporcionado no daba la impresión de ser tal alto, pero lo era, si bien le faltaba al menos medio palmo para igualar al otro.

Ese sí, es posible que ni me viera, pues directamente se lió con el larguirucho, y con el que acabó yéndose, me imagino, que a la privacidad de una cabina, dejándome literalmente con la miel en los labios.

Pero bueno, tampoco me importaba demasiado.
No sé si por que vió su oportunidad, o por que se apiadó de mi, al verme súbitamente abandonado, que se me acercó un tío maduro, sobre los cincuenta y pico de años, fuertote, de buen ver a la sombra de la penumbra imperante, que me dió de mamar, sin preguntar, simplemente ofreciendo su polla que mostraba reposada, pero morcillona, sobre su mano derecha.

Al cabo de un buen rato, en el cual esta vez obviamente tuve que estar agachado para mamar, me cogió del brazo, llevándome al camastro de la sala, donde se tumbó y yo continué mi labor mamatoria, de pie en incómoda postura, inclinado sobre él, con la ilusión de que algún tercero, o ya puestos, un cuarto, se acercaran y montáramos conjuntamente una escena aún más morbosa.

Iluso de mí.

Acabé la mamada alternando la postura, sentado o de rodillas, y viendo de reojo como la iniciativa más atrevida de los presentes era la de pajearse a la distancia.
O simplemente, miraban, con algún recatado autotocamiento.

Nada más.

Cuando nos cansamos, si es que  uno se puede cansar de mamar o ser mamado, nos despedimos.

- Nen, un diez sobre diez !-, me dijo, no sé si para regalarme los oídos o porque así lo sentía sinceramente.
- Nos vemos luego ! - concluyó, aunque sabiendo yo que esto sí que era, como la inmensa mayoría de las veces, una mera frase de despedida que no había que tomarse nunca literalmente.
Aunque con un "Hasta luego, Lucas! ", hubiera quedado igual de convencional, pero más simpático. Por aquello de quitarle drama a las despedidas.

Aquello fue lo más emocionante en la sauna de aquella tarde.

Poco más tarde, me dejé seducir por un paquis, delgadito, mono, poquita cosa  que, con su sonrisa fácil me acabó llevando a uno de los cuartos libres.
No necesito palabra alguna. Sólo una sonrisa y un gesto.

Allí por señas me hizo tumbarme y comenzó a mamarme la polla en posición de 69.
Casi se podría decir que, de tan suave que lo hacía, ni se notaba.

En aquella posición, tenía su culo en primerísimo plano.
Era un culito realmente adorable, de los que me enamoran sólo con verlo.
Pequeñito, en consonancia con el propietario, moreno, pero... sin ojete !!!

Si, vale. Es una exageración, pero es que apenas se le distinguía de lo pequeñísimo, casi imperceptible que era.

- ¿Y este tío como caga?- fue lo primero que se me ocurrió, en vez de pensar: ...Y ahora ¿como me lo follo yo?.

Porque como decía, tenía uno de esos culitos que, por su forma y tamaño, me pierden y me dan, cosa muy poco habitual en mí, ganas de follármelo.

Pero la ilusión se desvaneció, y con una palmadita al culo, y el gesto apropiado, lo dejamos.

Aún tuve tiempo de pasarme un par de veces por el cuarto oscuro, un baile lento, semiestátivo de culos buscando polla, magreos muy poco afortunados y un intento imposible de pseudofollada de un tipo muy mayor con un pinga colgante inalterable.

Y la sauna de vapor, vacía, como siempre, en las últimas ocasiones que había ido.




Comentarios

  1. Qué raro lo de la sauna de vapor, con la de barbaridades (en el mejor sentido) que he vivido allí.
    ¿Será que el personal actual prefiere juntarse en cuartos oscuros o play room a gozar del valor añadido del sudor?
    Qué delicados nos estamos volviendo.

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    1. Yo creo suponer que era ( o es ) debido al fuerte olor rancio de moqueta vieja mojada, que en las últimas veces que fui se sentía, tal vez esta última un poco menos.

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    2. Vaya, se nota que estoy desinformado sobre la evolución de estos sitios. A ver si lo arreglan, porque la verdad es que la última vez que visité esa sauna (ya hace un tiempo) seguía teniendo cierto aire decrépito.
      Sigue informándonos por favor, es una función social que seguro que muchos te agradecemos, además de calentarnos como es debido.
      Por cierto, qué lástima lo del paki, aventuro que quizá hubierais disfrutado, tu dilatando y el siendo dilatado, independientemente del resultado final, a veces el valor de recorrer un camino no está en llegar a un destino concreto sino en el atractivo del propio recorrido ...
      Bueno, ya me he ido otra vez por los cerros de Úbeda, sigue deleitándonos, por favor, que aquí muchos te seguimos impacientes.

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    3. En este caso no fue falta de valor, sino vagancia pura ;-)

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  2. Aquel día no fue muy afortunado, no? Leerte es un gustazo, leerte es dejar volar la imaginación, leerte es una invitación permanente a sumergirse uno en la /tu penumbra, Perrete.
    Sigue así

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    1. Bueno, muy afortunado no, pero tampoco en general estuvo tan mal.
      Una rica mamada y otra incipiente bruscamente interrumpida en la Zeus; Una breve con el gigantón y otra, ciertamente rica, aunque solitaria con el cincuetón, el insípido que podría haber sido memorable y exótico encuentro con el paqui, y la torpe danza de pasivos desencuentros en el cuarto oscuro.
      Hubo un poco de todo, algún momento bueno y otros decepcionantes ;-)

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  3. Un paqui mmm lo cierto es que nunca he estado con ninguno. De todas formas si tiene el culo pequeño, y te molaba, es cuestión de.... dilatar. Y de eso sabes.

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    1. El aspecto machorril de la mayoría de los paquis me pierde, para ser sincero, pero no suele ser muy abundante su presencia a los sitios que normalmente he ido. Esta fue la primera vez, de hecho, que se podría decir que he estado con uno, y fue un tanto decepcionante, reconozco que más por mi parte, que no puse más empeño. Pero me resultó deprimente, que después de medio ilusionarme por el hecho, primero del exotismo, luego de su aspecto viril y jovencito, y luego viendo que era bastante pasivote tenía un culito precioso, resultara tremendamente frustrante que prácticamente no tuviera ano para follar, una vez que me había hecho casi, casi la ilusión de meterla. Es que cuando digo que era un orificio diminuto, casi inexistente, no exageroooo !!!

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    2. Bueno pues mas presión. Se me antojan que tienen que tener un tacto suave y un olor tirando a curri

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    3. Suave si, curri no, jajaja ;-)

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  4. Hola perro,
    me gusta mucho cuando describes tus perrerías por la sauna condal, son las entradas que leo con mas interés , ya que es el local que mas frecuento.

    animo!!


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    1. Gracias por tu comentario ;-)
      Igual sales un día retratado, jejeje... aunque sería difícil que te identificaras ya que intento ser impreciso en las descripciones de la gente, por aquello de la discreción.

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    2. Je, je y bien que haces, la privacidad es fundamental en estos sitios,"lo que pase en la sauna, en la sauna se queda", y si me retratas alguna vez, dejas el pabellón bien alto... Que uno ya necesita que le empotren bien ji ji ji
      Un abrazo

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