Polvo frustado






Segunda noche.

No me había recuperado del todo del malestar que me había cogido en la sauna aquella tarde.
Esperaba que con la cena se me iba a pasar. Y se me pasó, ciertamente, pero para cambiar a un estado de  mosqueo después que, al elegir restaurante donde cenar plácidamente porque en la carta del mismo había lo que el cuerpo me pedía, a saber 'pennes a la frutti di mare', que pensaba tomar con un poco de vino, y acabé cenando spaghetti a la boloñesa, con cerveza, porque resulta que esa noche no tenían, ni lo que quería, ni de muchas otras cosas.

Estuve por irme, pero ya había gastado demasiado tiempo en elegir sitio.

En la espera que me trajeran lo pedido, que no querido, había podido confirmar ojeando el móvil, por una foto, el cierre por reformas del Free Eagle, pero me extrañaba porque la foto era de octubre, y para unas reformas de un local tan pequeño, pensaba yo que se necesitaba tantos meses.
Pero flipé cuando, de vuelta al hotel, vi que estaba abierto.

- Mira que bien!, pues ya tengo la primera parada para la noche - pensé.

Así que hacia allí me dirigí cuando salí.
Dos italianos estaban fuera del local tomándose una cerveza y nadie en la barra, excepto tres tíos del staff, un osete de mediana edad, el camarero de siempre (el años anteriores, me refiero) y un chaval delgadito, con barba, muy simpático con el que me estaban entrando ganas de enrollarme con él.
Mucho camarero para tan poco público, pero no voy a ser yo que lo critiqué.
Igual estaban de visita o yo que sé.

Pedí una bebida energética, sin ninguna preferencia entre las que me ofreció el chavalillo simpático con barba, pues no las conocía y de la que finalmente probé tampoco retuve el nombre.
Tampoco es muy importante, pues todas más o menos saben igual.
Me dediqué un rato a observar el local y realmente no vi nada significativo que hubiera cambiado.
Algún detalle menos, alguna cosita más, pero nada que justificara un cierre por obras.

Al poco apareció del piso de abajo un tío que no había visto, me vió, hizo una señal para que lo siguiera y bajó de nuevo al sótano.
Y cuando le seguí fue cuando descubrí el gran cambio. Las tres salitas que antes habían, la primera del video con el barril metálico como mesa, la salita intermedia que hacía la vez de cuarto oscuro y la salita del sling, se habían convertido en dos.
Las dos primeras se habían unificado en una y mucho más luminosa, y quedando aparte, la del sling.

No me gustó. Se perdían rincones. Posibilidades de roce. Claroscuros y semisombras.
Pero bueno...

Allí junto al barril estaba el tipo con la polla, o mejor dicho pollón, fuera.
Ante tal clara invitación me agaché sin demora a mamársela, pero al poco me interrumpió.

- Quiero follarte, pero en el sling - dijo, para en principio gran alegría mía.

Lo acompañé hasta allí, pero a medio quitarme los pantalones cortos comencé a arrepentirme.

- Oye, que todavía no me apetece mucho - le dije - apenas hace diez minutos que he llegado y aún no estoy muy caliente del todo.

El tío, de muy buen rollo, lo entendió.
Era totalmente cierto, pero había un matiz importante. Su pollón me daba un poco de yuyu para un primer polvo, más sin calentamiento previo tal como era su intención.
Pero esto no se lo dije, no fuera a pensar que era un cobardica.
Pues lo soy. Que pasa!. ;-)

Tras tomarme un chupito al que me invitó ( y a los otros clientes también) el camarero simpático, me fuí al Men's bar.

(Continuará)

11-7-2019




Comentarios

  1. Soy Andrew

    Me ha pasao también encontrar machos dispuesto pero de pronto yo no tengo ánimos, o no me apetece o prefiero esperar. En fin,veremos como te fue en Men s Bar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No precisamente en el Men's Bar, pero la noche fue mejorando.
      Pero eso lo cuento en el siguiente post ;-)
      Gracias por comentar y a ver como siguen tus aventuras por Buenos Aires.

      Eliminar
  2. M’agafa molt lluny tot això . Vaig deixar la “vida loca” cuand van començar els slings , no per res ja estaba saturat de bars en els que es podia follar però a mi no em tocaba , cuand era el motiu per el que anava . No vaig tindre mai que dir que no estaba a punt 😜

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. I quand van començar els sling? Tal com ho dius sembla que fa molt, jeje...
      Gracies per comentar ;-)

      Eliminar
  3. Que fuerza de voluntad tienes, yo ante un macho empalmado soy incapaz de negarme a nada jeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver... a mi también me cuesta negarme, pero era muy temprano y, sobretodo, no estaba nada entonado todavía, por eso al verle el pollón me lo pensé dos veces. No quería que me destrozara el culo nada más empezar la noche.

      Eliminar
  4. Te entiendo, yo por suerte dilato bien, sino mi deseo por complacer a los machos me habria jugado bastantes malas pasadas.
    lo mio suele ser al final cuando ya estoy reventado y llega un momento que no puedo darles mas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares