¡¡ Frío en la sauna !!





-¿Pero donde estoy? - me pregunté nada más abrir los ojos y no reconocer el lugar donde me hallaba, si bien, al mismo tiempo que me formulaba la pregunta, supe la respuesta.
-¿Y que hora deber ser? - Esto sí que no lo sabía. No tenía noción del tiempo que había estado allí, sólo que cuando llegué eran poco más allá de las 15.00 horas. En cuanto saliera, consultaría el móvil o pasaría por el bar.
-¿Y porqué tengo tanto frio? - Eso era lo más extraño y lo que no debería de tener, en ninguna circunstancia puesto que estaba encerrado en una cabina de la sauna Apolo Cabaret. Sólo.

Como comentaba, había llegado muy poco después de que abrieran y me sorprendí que ya hubiera gente campando por los pasillos.
Me había duchado, cosa que normalmente siempre hago al llegar a una sauna, pero en aquella ocasión con más razón pues venía casi directo de la playa nudista Benalnatura y debía de oler y saber a crema solar y agua de mar.


Digo casi directo porque volviendo de la playa en autobús, me bajé en Benalmádena a la altura del castillo de Bil Bil, paseé un poquillo y a medio camino de la sauna me paré a comer en la terraza de El mesón, un restaurante cafetería, y para más detalle pedí del menú gazpacho, pollo al ajillo, tarta de fresa y una jarra de cerveza. Todo 7.5 €.


Después de verse frustrado la visita a la sauna el día anterior, el plan alternativo era este. Después de la playa, sauna.

Pero este frío no era normal. O no debería serlo para estar en una sauna. Lo sentía muy dentro, como aquel que te cala en los huesos y no basta con abrigarse para remediarlo.
Cierto que había estado un par de horas en la playa en un perfecto día soleado de verano, y luego bien comido en el restaurante. Lo lógico era que si uno entra en el calorcito de una sauna, como poco le entre la modorra, tal como sucedió, y se quede uno frito en el primer rincón que pille, que es lo que pasó.

Supongo que el frío me entró por permanecer demasiado tiempo en bolas y en reposo, a horas tan tempranas de la apertura del local, quiero pensar, que no habría dado tiempo suficiente para caldearse, al ser esta una sauna tan grande y espaciosa. O que la ventilación estaba muy alta, o que sé yo, pero el caso es que estaba por pedir un café con leche en la barra, pero me daba vergüenza, y me conformé con una cerveza que, obviamente, no contribuyó mucho a entrar en calor.

Dí un par o tres de putivueltas para observar el ambiente y recordar mis impresiones de mi primera visita a la sauna tres años atrás (2016).
En mi segundo intento (2018), la sauna estaba cerrada por aquellos días. Y este era, pues, mi tercer intento, el segundo con éxito.

Y todo me pareció igual que entonces, todo bien, excepto el frío, la excesiva amplitud y la entrada, que había pasado de 8 a 11 euros.
Y el ambiente muy parecido, salvo que en esta ocasión si percibí alguna mirada de interés hacia mí, pero como no estaba muy por la labor y los espacios no invitan al roce casual, acabé haciendo menos que en aquella ocasión anterior.
O sea, sexo 0/0.

Tenía apuntado en el borrador del post que descubrí un gran jacuzzi que en la anterior ocasión no había visto, no sé si porque no estaba, o si existía, ese día no estaba accesible. Creo recordar que está en la planta inferior.
Aparte de meterme en sus aguas, sé que no hice nada. Y al respecto, no tenía nada más apuntado, con lo que me entra la duda de si realmente existe tal jacuzzi o fue una ensoñación de cuando me quedé dormido. ¿Alguien me lo puede confirmar? ;-)

Finalmente, como no me sentía a gusto, y ya digo que no por el local o la gente, sino por mí, apuré la cerveza y me marché.
No volví durante aquella putisemana.

Espero que en una hipotética tercera visita pueda sacar de allí un relato más caliente que compense mis dos visitas anteriores.

En fín, apenas llevaba 24 horas en Torremolinos y aún me quedaban cuatro días/cinco noches por delante.

(11/7/2019)





Comentarios

  1. Soy Andrew

    Excelente crónica. Pero, ¿ el frío era en efecto la temperatura de la sauna? ¿ no estarías insolado,


    Abrazos

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    1. El frío lo tenía yo bien metido dentro. Venía de la playa, había bien comido y me hice la siesta en una cabina. Supongo que el hecho añadido que estaba recién abierta y los espacios fueran amplios no me ayudaban a entrar en calor ;-)

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  2. A ver si ahora habrá que ir a la sauna con bufanda!! Hahahahha.
    Dicen que a la 3a va la vencida así que,la próxima vez que pises el Apolo Cabaret, triunfas!
    Aunque la triunfada fue el precio del menú: 7.5€, eso sí que es un regalo!
    Un abrazo,Perrete
    Hotdardo 🎯

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    1. Te puedo decir que en verano se está mejor en las saunas, jaja... aunque aquel no fue mi día.
      De eso estoy casi convencido, si bien no veo cuando será la tercera visita.
      Y comer bien y barato, a veces, es posible.
      Gracias por comentar.

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