De cruising en el sexshop Cupido de Torremolinos




Primer día.

Llegué aquella tarde de Julio a Torremolinos sin ningún tipo de incidentes, retrasos, ni problema alguno.
Ni siquiera con alguna anécdota triste o divertida, buena o mala, que poder contar.
Pensé que tal vez sería algún tipo de augurio de la incipiente putisemana que comenzaba.
En este caso, no sería bueno.

Una vez instalado en el hotel, lo que incluye haber deshecho la maleta, ordenado la ropa y accesorios en sus respectivos sitios, haber tomado una relajante y a la vez revitalizante ducha y haber descansado un ratito, me dí cuenta que ya era un poco tarde para ir a la sauna Apolo Cabaret, que era mi primer destino deseado .
Relativamente tarde, ya que tenía que contar también con la media hora mínima para llegaría y estar allí siquiera entre dos o tres horas disfrutando de la sauna.

Sí. Era el día del cliente y por ende, el de mayor afluencia, pero según había podido comprobar por internet, aquella ya era la hora de bajada de afluencia de público.
Bueno, aquella iba a ser la primera alteración de lo poquísimo que tenía previsto fijo para estos días, según comentaba en el post anterior.
No me importaba demasiado, pues decidí ir al día siguiente que, si bien ya no era el dia del cliente, a buen seguro que gente habría igualmente.

Aproveché para comprar un par de cosillas que me hacían falta,.
Me pasé por la tienda Boxer para comprarme el jockstrap que este año iba a usar en mis cacerías nocturnas, y lubricante en el sexshop Cupido, y ya que estaba allí, pagué la entrada para acceder a la zona de cruising.

Unas siete personas conté en la primera vuelta de tanteo para ver como estaba de ambiente y todas ellas me sacaban mucha más edad que la mía, o eso me parecía, ya que costumbrarse a la poca luz requiere de cierto tiempo.
No obstante, aquello ya me decepcionó lo suficiente como para dejar de putivoltear. No me apetecía ni buscar ni provocar morbo, así que busqué una cabina donde refugiarme y de paso protegerme del frío del aire acondicionado que tenían a tope. Así también amortizaba el precio de la entrada mientras veía porno gay.

Cuando comencé a atemperar un poco el cuerpo, acostumbrada ya la vista de a buen seguro, y un tanto aburrido del porno, cosa que aunque os sorprenda me suele pasar, salí de la cabina para ver realmente como estaba el panorama.

La cantidad de gente en el local no había variado, pero pude observar con detenimiento que había tres tíos un poco más jóvenes de lo que al principio me habían parecido: un andino que rondaría la cuarentena, un treintañero varonil alto y barbudo, y un guaperas, sobre la cincuentena, con los que intuía que tal vez podría haber un acercamiento con resultado satisfactorio.
Al menos, así de primeras.

Volví a la cabina dejando la puerta medio abierta, me senté, saqué mi rabo por encima del pantalón y comencé a tocarme sin tapujos, mientras, tenía puesto el video porno y echaba lascivas miraditas cuando veía pasar a alguno de los susodichos.

El primero en entrar fue el andino, eso sí, después de pasar tres o cuatro veces por delante y pararse para mirar.
En mi caso, con polla en mano, el mensaje era claro:"Puedes entrar". Otra cosa es que queramos lo mismo. Pero el se mostraba dubitativo:¿Me gusta lo suficiente?, ¿Querrá que se la mame o será él el mamón?, ...
Al final se decidió y cuando entró cerró tras de sí la puerta.
Por la parte práctica me parecía bien, pues así no entraba tanto aire frío y el calor de nuestros cuerpos, llegado el caso, haría aumentar la temperatura y nos desinhibiría un poco.
Pero por la parte morbosa, el hecho que cerrara la puerta impediría que se añadiera a la acción algún hipotético tercero.
Y para rematar las escasas expectativas de morbos añadidos también cerró las portezuelas de los gloryholes anexos.

- Adiós mirones y manos 'despistadas'! - pensé con resignación y tristeza.
- A ver si este rabo delgado y tamaño estándar me compensa - me dije al ver como se asombaba por la bragueta de sus pantalones cortos, que poco duraron en su sitio.
No olía mal así que no dudé en ponerme a la acción y comenzar a mamársela, al tiempo que suavemente le pezoneaba.

Pelo corto y lacio en la cabeza y un discreto vello en el pubis era toda señal de pelo que tenía en todo el cuerpo.

Al cabo de un rato, el muchado decidió agacharse para mamarme un poco, cosa que agradecí, y que puestos, aprovechó para tocarme el culillo ahora que lo tenía mucho más cerca de sus manos.

El interés por mi ojete fue en aumento y no tarde en ofrecerle una mejor perspectiva del mismo, pues tampoco era cuestión de hacerse el remilgado.
Me acabó de dar la vuelta, inclinándome yo hacia adelante, y comenzó a lamerme (y bien lamido, sea dicho) el ojete en cuestión, como preparándolo para una hipotética follada que acabó siendo real.

- ¿Tienes un condón?- me preguntó, para mi mayor regocijo.

Mientras se entretenía en enfundarse el cipote, yo me untaba el culillo con el lubricante que, minutos antes, había comprado en el sex shop y del cual aún no había salido.

- Súbete en el asiento - me pidió.
- ¿Que me suba al asiento? - le pregunté sorprendido, pues no veía como me iba a follar si iba a tener mi culo a la altura de su cara, por lo menos.
Pero supongo que viendo mi cara de extrañeza precisó que me pusiera en cuclillas encima del mismo, y espaldas a él.
Me pareció que la postura me iba a ser, aparte de inestable por las posibles arremetidas, tremendamente incómoda y difícil de aguantar durante mucho rato, así que, si bien me dispuse de esa posición, a la mínima molestia bajé una de las piernas para que tocara suelo y aumentara la seguridad.
Y ya fue entonces cuando pudimos disfrutar de un buen polvete hasta que se corrió.

- ¡Uy, yo no quería! - se lamentó - Espero que hoy la parienta no quiera mucha guerra.

No era la primera vez que me hacían un comentario similar, pero normalmente es por no querer correrse por si tiene que cumplir con la parienta o agradecerme haberle dejado al punto, listo para llegar a casa y poder cumplir con ella.

En fin que, en cualquier caso, el tío se marchó contentó.

Cuando apenas me había dispuesto del todo para la siguiente ocasión, entró directo el treintañero barbudo, decididamente y sin ningún tipo de dudas ni complejos aparentes.

- Que suerte la mía - pensé - pues de los tres tíos a los que había echado el ojillo, era el segundo que me respondía, y aparte, era el que más me gustaba.

Entró, cerró también la puerta y las portezuelas que me había apresurado a abrir nada más se fue el andino y sin decir nada, se sacó el rabaco y me dió para mamar.

- Mira, y encima de guapo y decidido, bien dotado!.

Pero mi gozo duró apenas un par de minutos.
Sin mediar palabra, abrió la puerta y con el rabo aún colgando se fue.
Así tal cual.

De nuevo quedaba patente que atractivo y educación no necesariamente van de la mano.

Estaba ya valorando la opción de irme o quedarme un ratillo más en la cabina cuando apareció el cincuentón guaperas que estaba muy bueno, como pude comprobar enseguida una vez dentro cuando se descamisó.
Dotado además de un buen pollón, le propiné una buena y larga mamada, alternando con sus huevacos y lamidas de pezón.
Mientras el se entretenía pezoneándome. Tenía un punto dominante interesante.

Al cabo de mucho rato, me preguntó si quería que me follara.
No estaba muy seguro de querer, primero porque ya tenía el culo satisfecho por el polvo del andino y luego por el calibre de su herramienta.
Estaba al límite de mi tolerancia normal. Sin embargo, al rato se lo ofrecí.
El proceder fue idéntico al primero. Mientras yo me ponía un poco de lubricante, el se sirvió de los condones que yo llevaba.
Me ofreció poppers, eso sí, y creo que fue lo que me convenció para intentar la enculada, pues sabía que llevaba.
Y tras esnifar un poco y sentir como se me relajaba el esfínter, procedió con un buen polvo.

Cuando se corrió, maldijo:
-¡Cabrón, me ensuciaste !
-¿Perdón?- pensé para mí - que me está contando si voy limpio como una patena, pues antes de salir del hotel me había hecho la ducha anal de rigor, y además, si acaso se habría ensuciado el preservativo.
Pero no hice comentario alguno. Le dejé renegar y, así tal cual, sin agradecer el buen momento que nos habíamos regalado mútuamente, se marchó.

Y ya fue cuando dí la tarde por acabada.

De vuelta al hotel, por curiosidad y como me pillaba de paso, me acerqué al Free eagle por si estaba abierto,
Pero eran las ocho de la tarde y seguía cerrado
- Ya estamos como hace dos años !¡ Que poca formalidad! - pensé, sintiéndome un tanto contrariado.
y recordando el comentario de un cliente con el que me enrollé el año anterior .

Ya veía que de las tres cosas únicamente previstas ( La visita a la sauna  nada más llegar para aprovechar el dia del cliente aplazada para el día siguiente, y la visita al Alcatraz) ir a la fiesta sin camiseta del Free Eagle, famosa de los domingos, que el año pasado ya había llegado tarde, este año ya veía que también me la perdería si es que el local estaba realmente cerrado.

Grrr... A ver si tendría que alterar también este año la rutina...

Bueno, tampoco era cuestión de adelantar acontencimientos. Igual era el día de descanso del local.
Ni tampoco tenía derecho a sentirme frustrado.
La visita a sexshop cupido había resultado finalmente satisfactoria.

(10-7-2019)




Comentarios

  1. Soy Andrew.

    Excelente leer tus putiaventuras de la putiweek.

    Estaré atento.

    Disfruté el comentario de la parienta. Yo comenzando con Montse me iba de puteo y después la tía pedía caña. !qué le vamos hacer!

    ¿Tanto frío hacía en la zona de Cruising?

    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En principio hace más frío del aparente por el contraste del calor de fuera de la calle, ten en cuenta que es julio. Luego, cuando te acostumbras, se está bien, fresquito. El problema aparece si a uno se le ocurre situarse ligero de ropa en una de las cabinas con la puerta abierta, junto enfrente de uno de los aparatos de aire acondicionado ;-)
      Del comentario, como decia, no es la primera vez que me lo dicen. Me suele hacer bastante gracia.
      Gracias por estar ahí y comentar. :-*

      Eliminar
  2. Vamos, que ha sido una tarde muy movida!
    Y me ha puesto tu relato....

    XOXO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre, muy movida no sé.
      Lo justo para salir satisfecho diría yo.
      Me alegro que te haya puesto ;-)

      Eliminar
  3. Uffff nen sempre exitants els teus escrits...

    ResponderEliminar
  4. Oye,pues aunque no fuiste al Apolo,empezaste triunfando,no? Ganas de saber cómo siguió la semana. Y tmb ganas de ver cómo te queda el jockstrap que te compraste,heheheh...
    Y el tipo que se quejó de que salió manchado....,de verdad,mira que hay que ser puntilloso....,seguro que no fue para tanto....
    Un abrazo Angelillo.
    Hotdardo ��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tanto como triunfar no sé. Digamos que no lo pasé mal.
      Foto del jockstrap, bueno de algún año anterior pero que también sirve pues era idéntico, hay en algún post. Pero no recuerdo cuál.
      Y si el tipo salió manchado, ni lo ví, ni lo olí (y tengo el olfato fino). Yo creo que exageró. Ni me molesté en contestarle ;-)

      Eliminar
  5. Me gustaría hacer mamadas a un grupo de varios en CRUISSNG de guadalmar whasspp 681984735 Jhonny de Málaga 60 tacos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y yo tambiieeeenn !!! No conozco guadalmar. He leido que es zona de cruising pero no sabría por donde moverme. Lo mismo me pasa con la zona de campamento Benitez. He leido que hay cancaneo, pero no la conozco. Casi que podriamos ir juntos y haber que pasa !

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares