¿Donde está la cámara oculta? ( En el Men´s Bar )

Primer dia. Primera noche

Al salir del hotel, después de haber cenado un poco y haberme arreglado para la noche, me fuí directo al Men's bar.

Un JB me pedí en la barra, sin mucho pensar. Me gusta menos que la cerveza, pero me dura más.
Y si me sube, me entero antes.

-¡Santiagouu!- iba voceando un extranjero en el cuarto oscuro, se supone que en busca de algún amigo suyo desaparecido.
-¿Santiagou?, ¿Eres tú? - me preguntó cuando chocó conmigo.
- ¡Oh!, ¡Tú nou Santiago! - exclamó cuando recibió mi negativa.
Pero el tipo, lejos de seguir buscando a su colega, comenzó a sobarme con cierta voluptuosidad. Sin detenerse, siguió chupando mis pezones bien accesibles a través de mi camisa desabrochada.
Me pareció una situación graciosa hasta que otro tipo se añadió por detrás mío al manoseo. Demasiado rápido para tan poca gente en el cuarto oscuro. Me dió en la nariz que me estaban enredando y los manoseos no iban tan dirigidos a darme placer sino a vaciarme los bolsillos.

Me molestaba el hecho, no tanto las consecuencias pues bien poco iban a encontrar. Dos bolsillos con cremallera donde estaba el DNI y 20 euros en uno de ellos, y condones y lubricante en el otro.
Nada más. Ni reloj ni móvil.
Uno aprende con el tiempo a llevar lo imprescindible.
Los dejé bien rápido... por si acaso.

- ¡Hola, soy de Zaragoza! - me dijo directamente y de repente un tipo que se interponía en el pasillo de salida del cuarto oscuro del que yo trataba de salir.
- ¡ Y a mí que me importa! - estuve en un tris de soltarle, pero no me parecía adecuado ser tan borde.
- ¡ Yo no ! - le solté finalmente, con una breve carcajada, pues la situación me parecía curiosa.
- ¡ Ven, que te enseño mis calzoncillos superchulos que me he comprado ! - dijo cogiéndome del brazo y acercándome un poco más hacía un rincón más iluminado.
Se bajó los shorts que llevaba dejando ver algo para lo que no estaba preparado. Pensé que debía de haber una cámara oculta en algún lado.
El tipo llevaba un horrendo calzoncillo tipo slips, plateado superhortera.
Mi cara debió de ser todo un poema.

- No te gustan, ¿verdad?- preguntó  con cara entristecida.
- Hombre... no sabría que decirte - le dije, pues tampoco quería hundirlo en la miseria, con lo ilusionado que estaba.

No pareció importarle mucho.

- No me gusta mamar, pero a tí te lo haría. Tú mismo - sentenció, riéndose y poniendo cara picarona.
- A ver donde lleva todo esto - pensé - el tipo realmente desbordaba simpatía y no, no estaba borracho.
- Va, venga - dije.
Y nos metimos en una cabina.

Al cabo de muy poco rato le sugerí que parara. Mamaba fatal.
- Mejor lo dejamos,¿te parece? - le dije.
- No te ha gustado, ¿verdad?.
- No mucho, no.
- Si es que si a uno no le gusta, se debe notar- concluyó.
Ambos nos reímos.

Nos separamos y yo tomé rumbo al Exxxtreme Cruising Club.

(Continuará)

10-7-2019