De vuelta al Men' s Bar y al Exxxtreme Cruísing Club, tres años más tarde.

 

No es hasta que acabo mi whisky JB de 6 euros que me han servido en la barra del Men's que no bajo a la zona de cruísing del sótano.

Ya resulta bien raro, tanto que me tome un whisky como que tarde tanto en realizar la primera putivuelta.

Para ser jueves no está mal el ambiente del bar, que sin estar a petar, tampoco da la sensación de vacío. La mayoría es gente por encima de los 40 o 50 años. Ya me va bien.

Al llegar a la zona del cuarto oscuro y cruísing veo con sorpresa que lo habían ampliado. Me parece increíble pero es casi el doble de grande. También me va bien, pues la zona nueva no es tan oscura como el fondo de la parte vieja. 

A estas horas aún no hay mucha gente buscando algún rollete por la zona, aunque creo que siendo jueves, tampoco creo que se ponga a petar.

Aunque de momento ya ha habido algún intento de meter mano, de los que solo llegan al típico manoseo de la mercancía.

- Pequeña y fofa - habrá pensado alguno.

- Toquetea unos segundos más y ya verás como crece y endurece – pienso yo cuando me pasa.

Pero en estos tiempos del deseo de inmediatez absoluta para todo, es lo que hay.

- Tú te lo pierdes – sigo pensando, aunque también, a veces, es un "menos mal que no sigue".

Hay uno que parece que finalmente quiere liarse, pero es a mí que no me apetece. Demasiado grandote el tio. Temo su cierta brusquedad y me desencaje las mandíbulas o me parta el culo.

Para empezar la noche necesito algo más parecido a mí, en cuanto a modos, formas y tamaños.

Luego, ya se andará.

Subo para quedarme un rato arriba y me pido una cerveza (3.5 €), lo que confirma definitivamente que todo ha subido mucho en este último año.

De hecho, esta putisemana será más corta precisamente por eso.

Con la cerveza en mano se podría decir que me veo casi obligado a bajar de nuevo a la zona de cruísing. El poco rato que he estado putivolteando la concurrencia ha aumentado considerablemente, pues todos los taburetes estan ocupados, así como los espacios libres en barra y paredes laterales, por lo que quedarme en medio como un tonto no me apetece en absoluto. Diferente es si vas con alguien, que te quedas a charlar.

Abajo sigue igual, muchas idas y venidas de la gente, pero pocos rolletes veo que se producen.

Con la vista aún no acostumbrada a la oscuridad camino con precaución, con la botella de cerveza en una mano y con la otra tanteando la oscuridad, toco sin querer a alguien, y uno que estaba allí me suelta: "pero deja que follen tranquilos"!, y tal cual, al instante se va.

Yo me quedo un poco a cuadros, pero paso de dar explicaciones de que aún no veo ni torta, y que ni  siquiera he llegado a palpado nada, simplemente mi mano ha chocado con alguno de los dos que estan, por lo visto, o mejor dicho, por lo "no visto" follando.

Y en definitiva, ¡que coño le importa! al tipo ese si no va con él la cosa, me pregunto yo a mí mismo.

Al rato me voy,  sin hacer nada de nada con nadie.

Espero que mi siguiente parada, el Exxxtreme Cruísing Club, sea más productiva.

Al llegar, lo primero que hago, después de pagar la entrada es desvestirme y quedarme solo con las bambas y los suspensorios, y me doy unas cuantas putivueltas por todo lo grande del local para ver como esta de ambiente.

Y no es hasta después del paseíllo que no pido una de las dos cervezas que entran con el precio de la entrada. 

Otros dos cambios. Normalmente pido en barra lo que sea y después putivolteo, y luego que antes entraban tres cervezas con la entrada.

Volteo, volteo y vuelvo a voltear.

Entre medias, me subo tres veces en los slings para no conseguir nada.

La primera vez no sucede nada de nada. La segunda, dos tipos se pusieron cerca pero a su rollo. Al menos me daban un poco de espectáculo.  Y en la tercera sobre dos tipos rozaron mis nalgas.

Tampoco estoy mucho rato en cada vez, todo hay que decirlo.

Tras una puesta de culo infructuosa, entiéndase ponerse culipuesto sobre la colchoneta, una breve mamada y tres churrupaditas que no llegan, en total ni a los cinco minutos, diria que ni de lejos, es todo lo que consigo en el resto de mi visita.

Bueno, eso y el roce de un pakistaní o hindú, al menos de aspecto, pues igual era hijo de la Gran Bretaña.

Hay algunos líos y follamientas por varios sitios, pero tampoco llega a ser un desmadre.

Después de un buen rato de mi segunda cerveza me voy.

- Las tres-  me dice el camarero cuando le pregunto la hora.

Igual me da tiempo para un pase por el Men's, de últimas

Pero no... ya esta cerrado

A la vista, casi todo esta ya cerrado, cosa que me empreña supinamente cuando la mayoría de los locales publicitan que cierran a las 4.

O eso creo recordar. ¿O es en fin de semana?

No sé.

Para ser mi segunda noche, pero la primera en la que salgo, vuelvo bastante decepcionado al hotel.

A ver si mañana, que es viernes, hay más suerte.

(Julio 2022)