De la calma a la tormenta ( Sauna Condal )
Pagar 16.50 euros por la entrada en la sauna y no encontrar a casi nadir por los pasillos y rincones resultó de lo más descorazonador.
Así, que por la hora, las 2.30 del mediodía y por el reclamo de mi estómago, vacío desde el croissant de primera hora de la mañana, decidí comerme un bocadillo de jamón país, una cerveza y café en el bar de la propia sauna que, por cierto, me costó 6.5 euros.
Los puros los dejaba para más tarde, si es que alguno apetecible aparecía.
Y así lo esperaba, porque el gasto exigía recompensa.
Pero lo único interesante que pasó, si es que se puede decir así fue la contemplación de un jovenzuelo, guapete, muy delgado, poquita cosa, fibrado e hiperpasivo, de polla más bien pequeña y delgada, que estuvo tumbado en la cama de la playing room del piso superior.
El chaval se dejaba tocar, sobar y mamar por quien quisiera, o sea, alguno de los cuatro gatos que pululábamos por el local.
Igual era uno, o puntualmente dos, los tíos que disfrutaban del joven, que muy puntualmente también mamaba.
Unas veces yacía boca arriba, otras boca abajo. Siempre inerte, como sumido en un sueño, excepto cuando se amorraba a alguna de las pollas ofrecidas, que entonces mamaba con toda tranquilidad y parsimonia.
Yo, básicamente miraba y me manoseaba, desde una posición muy cercana, eso sí, casi a tocar de ellos.
Pero no quería romper esa escena.
No hacer por no hacer preferí seguir disfrutando del reposado y sensual, más que sexual, cuadro, tumbado desde uno de los slings de la sala.
Uno de los tocantes del muchacho, cuando marchaba, hizo lo propio, y al pasar por delante mío, tocó, acarició y se marchó.
-Vaya par de bledas pasivas e inactivas que hay hoy en la sauna ! - creí que podría estar pensando el tío en cuestión.
No pude evitar una risilla.
Seguí pensando en que, si alguien algo quiere, algo le cuesta, así que dada mi posición vulnerable y de máxima exposición, patiabierto sobre un sling, quien se atreviera, sólo tenía que dar el paso de tomar lo que quisiera.
No pasó mucho rato cuando, de repente, aparecido de la nada surgió ante mí un tío que, prácticamente se avalanzó sobre mi, empezando casi compulsivamente a tocarme todo lo tocable, besar donde podía, morder lo que me dejaba, sobar los huevos con poca delicadeza y meterme sus dedos en el culo con brusquedad y torpeza.
En unos segundos pasé de la calma y placidez, a una tormenta desatada.
- Como se le ocurra follarme, me revienta el culo, con tanto ímpetu - pensé, un tanto acojonado.
Pero con la misma rapidez cambio de posición, y de estar entre mis bajos patiabiertos, pasó a situarse al lado del sling, junto a mi cabeza, que agarró y donde metió, con la misma poca consideración, su polla en mi boca hasta la garganta, mientras alguna que otra hostia caía.
Con todo, lo único que me molestaba era la posición extremadamente forzada de la cabeza para mi nuca y cervicales.
Y tan rápido como vino y arrasó, desapareció, dejándome sin aliento y con el corazón acelerado.
Y tan de repente como se esfumó, volvió a surgir de la nada, con la misma desatada pasión.
- ¿Pero de donde habrá salido este neandertal?.Como siga así me mata !.
Acabé por decirle que parara.
Desapareció ipso facto, a Dios gracias, y aproveché para incorporarme del sling, bajar e irme.
Me fui a descansar del ajetreo a una cabina, donde me tumbé de nuevo como anteriormente lo había hecho sobre el columpio, plácidamente.
Diez minutos apenas duró mi tranquilidad.
Un tipo entró, comenzó a sobarme y rápidamente pasó a darme de mamar, un tanto bruscamente.
Aquí, con los mismos modos y con más luz, me dí cuenta que era el mismo tío que antes.
-Que suerte la mía !- pensé, con ironía.
Pero esta vez, yo disponía de mayor movilidad, y siendo su maneras igualmente toscas, resultó todo más cómodo.
Con algo de conversación, un poco de guarreo, algún lapo, alguna hostia ( que ya moderó ) y con unos dedos, esta vez bien metidos esta vez por el ano, con la ayuda de una autopaja, me hizo correr
Y me fui, un tanto dolorido todavía de la espalda, cuello y cervicales.
Males que una aspirina alivió cuando llegué a casa.
(Diciembre 2016)
Cierto! A veces uno gasta una pasta y la tarde-noche de sauna se torna aburridísima. De hecho, para mí abril y mayo de 2018 fue para morirse, la única experiencia divertida y de calidad fueron las cervecillas que estaban bien frías, de resto: aburrimiento total.
ResponderEliminarAbrazos
Un placer leerte-
Era un riesgo encontrarme poca gente, pues era mediodía.
EliminarUna o dos veces al año tengo la oportunidad de ir a esas horas, y si bien suele haber poca gente, nunca hay TAN poca.
Pero bueno...
Un besote
Yo suelo ir a menudo a sauna condal y siempre lo paso genial y con bastantes tíos y suelo ir a partir de las 5 de la tarde pero casi siempre viernes y el estar rodeado de tíos en la cama grande o en las saunas uff me encanta
ResponderEliminarEsto va como va. Siempre depende de varios factores pasarlo bien. De acertar el día y las horas que uno encontrara a las personas adecuadas, y la predisposición de uno y de los otros.
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