Saunas de diciembre ( En la Condal )





¿Qué tienen las saunas de diciembre en especial?

En realidad nada.

Si un caso, no tanto por la sauna sino por el mes, pues dispongo de algunas horas libres más, que me da también por dejarme caer un par de veces por la sauna Condal, y que las visitas a ambas, Condal y Bruc, suelen ser fuera del horario habitual de tarde.
Sobre el mediodía, primeras horas de la tarde.
Si bien, este año recién pasado (2018) se extendió también a noviembre.

          Sauna condal 12/12/2017

Apenas habían siete tios en el momento de entrar en este horario de mediodia, sobre la una. La sauna seguía en obras, pero al menos ya habían acabado con la nueva zona de taquillas, mucho más grande, amplia y luminosa que la anterior.
La toallas volvían a ser blancas, y no las granates de los últimas veces que había ido.

De la gente, no había nadie en la planta de arriba. Dos estaban en el bar tomándose algo cada uno a su rollo, otros dos paseando por los pasillos, y los tres restantes liados entre sí en la sauna seca.(Uno bajito 35/45 años, otro un poco más bien cincuentón, y otro mucho más mayor).

El bajito me sonaba, de haber estado con el tal vez, pero el recuerdo me era bastante difuso.

Fue cuando lo vi restregarse sobre el más mayor que me acordé que me sonaba precisamente de eso.
De los habituales anónimos del Arenas, era uno que cuando "intimaba" con él, siempre eran todo magreos y rozamientos corporales.
Vamos, lo que se llama frotting o frottage.
No me apetecía involucrarme, aunque el cincuetón, que en ese momento solo miraba, me hacía señas para ello.

No fue hasta más tarde, cuando ambos, el cincuentón de buen ver, de pie, y el conocido del Arenas, de rodillas sobre la cama de uno de los cuartos, se morreaban y tocaban, mientras el viejete les comía el rabo, que el primero volvió a invitarme, me acerqué y me lié un ratillo con ellos, rollo besuqueos, tocamientos y pezoneo, básicamente.

En su conjunto no acababa de sentirme cómodo, no sé si por la presencia del viejete con el que no me apetecía interactuar más allá de posibles caricias, o el recuerdo de los frotamientos con el del Arenas, que tampoco me hacía gracia.

El caso fue, que al cabo de poco más de 10 minutos les dejé.

Me fui al bar donde aún estaban los dos de antes, tipos normales de mediana edad con los que no me hubiera importado tener algún roce...a priori.
Para hacer un poco de tiempo, aproveché para comer un bocadillo, tomar un cerveza y un café.
Cuando acabé, sólo me faltaba el puro.

De nuevo me fui arriba, a ver si en este lapso de tiempo había ya alguien en la playing room.
Me tumbé, con la toalla bien dispuesta, yo encima y boca abajo.
A los pocos minutos de mi relax, apareció un tipo que se situó a unos pasos de mi, posicionando ante mí, y tocándose visiblemente el paquete por encima de la toalla en una clara invitación a comerle la polla.
Pero no hizo el menor atisbo de acercarse, hasta que me medio incorporé y le alargué la mano para cogérsela, que fue cuando comencé a degustar aquella polla que resultó de lo más deliciosa.

No fue hasta que se acercó el viejete y comenzó a liarse con tocamientos con él que no me di cuenta que mi mamado era el del Arenas.
-¡Fijate ! Es la primera vez que se la mamo... y lo que me había perdido hasta entonces.
En el cine, solo frotamientos por encima de los pantalones, y resulta que debajo de ellos se escondía semejante tesoro.
No obstante, comencé a perder el interés.
Pero no ellos, el viejete se puso a cuatro patas sobre la cama y el otro, mi mamado comenzó a follarle con la lubricada polla que le había yo dejado.

Me retiré hacia un lado, donde un tipo altote, también de mediana edad y como pude comprobar cuando pretendió follarme, rabicorto.
El asunto se quedó en eso. En un intento.
Junto a nosotros notaba la presencia de un tercero.

Pero ignoraba totalmente de quien se trataba.
Este, el ignoto, se colocó detrás del que pretendía follarme, con las mismas intenciones.
Afortunadamente para él, le resultó más fructífero el intento, pues a los pocos segundos me abandonó para abrirse a su follador, que resultó ser un tipo joven, guapo, delgado, ligeramente fibrado y aire paqui, detalles que pude acabar de constatar cuando me lo volví a encontrar en las taquillas cuando me iba.

Lo más intenso de aquel mediodía fue la mamada, pero sin exagerar, ni excesiva pasión por mi parte.
Y nada más ocurrió durante el rato que estuve aquel mediodía de una tarde de medio diciembre.
Fue la típica en la que vas sin muchas expectativas, en la que la realidad te lo confirma y que, de llegar mínimamente a hacer algo, aún así te planteas si ha valido la pena el gasto de dinero y tiempo para el resultado obtenido

Por suerte, a lo largo del mes vendrían otras sesiones más entretenidas.
Pero eso, aún no lo sabía.





Comentarios

  1. ¡Hay de todo en la viña del señor! En par de ocasiones me he topado con los tíos que les mola el frottage. A mí ni me va ni me viene, aunque debo reconocer que me gusta cuando el que hace el frottage es de polla de tamaño y grosor bondadoso.

    JEJEJEJE

    ¡Un gusto leerte, majo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que pasa es que, cuando ocurre, entro en paranoia por la posibilidad de que se me haya pegado alguna puta ladilla.
      Gracias por estar ahí, leer y seguir comentando :-)

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares