Cumpliendo fantasías en el sling ( 2ª parte )






Y de repente, sin haber oído nadie entrar, sentí los labios de una cálida boca chupar mi pezón derecho, mientras que a la par, comenzaba a masajear el otro pezón huérfano, recreándose así durante varios minutos.

Me resultó inconfundible. Era Luís.
Bueno, eso creía.

No dijo nada.
Yo tampoco, excepto un pequeño gemido de placer que se me escapó.

Allí, indefenso sin poder ver nada, podía ser cualquiera.

El ruido que hizo cuando cerró la puerta me sorprendió.
Eso no era propio de él, pues normalmente nunca rechaza la posibilidad que participe un tercero.
Cerrándola, lo impedía.
¿O tal vez ha entrado un tercero y ha sido este quien la ha cerrado?

Pero no oí más voces, ni más manos que me estimularan, ni bocas que me humedecieran más mis partes calientes.
Estábamos solos.

El supuesto Luís a ratos estimulaba mi polla.
Se acercaba a ella y la mamaba un ratillo, para luego volver al habitual pezoneo.
Me tenía al punto de ebullición, cuando se me acercó por el otro lado del sling, para después de mamarme también el otro pezón, preguntarme.

-¿Y ahora que quieres?.
- Lo que tú desees - respondí - tu mismo, sírvete.
Su voz era muy similar a la de Luís.
Tenía que ser él a la fuerza.
Demasiadas coincidencias para estar equivocado.

Se me puso entra las bien separadas piernas, y comenzó a lamerme con verdadera pasión el culo, los huevos y las ingles.
Se detuvo un momento que, por el leve ruido de rasgado que oí, supone que se estaba preparando para follar.
Se enfundó el condón, y tras ponerme abundante lubricante del dispensador, me la clavó.

- Sácala, sácala!- me apresuré en decirle cuando me dolió.
- Pero vuélvela a meter despacio - le dije - no fuera a pensar que no quería que me follara!.
Así lo hizo, y todo rastro de dolor desapareció.

Y comenzó entonces a pegarme un polvazo de aquí te espero.
En silencio.

Me hubiera gustado oír guarradas o cosas cachondas de su parte, pues me suelo excitar más con lo que oigo que con lo que veo, pero eso no era propio de Luís, si es que realmente era él.
Este hecho también me lo reconfirmaba, así como el tamaño de su polla que tan bien conocía.

Llegado al punto de no retorno, le avisé que me iba a correr.
- Córrete - me dijo, sin saber que aquello ya era inevitable.
Aceleró la follada de mi culo y la paja con la que trabajaba mi polla.
Apretó, manteniendo bien presionado mi cipote, y cuando aflojó, la leche reprimida salió despedida hasta más allá de mi cabeza.
Al menos el primer chorro, pues los restantes cayeron esparcidos por todo mi pecho y abdomen.

- Me encanta cuando sale disparado ! - dijo.

Poco a poco, y fue todo un detalle de agradecer, fue sacando su polla de mi ojete.
Si no, luego la sensación de vacío es brutal.

Me dio papel y me ayudó a limpiarme.
-¿Quieres que te ayude a bajar?- preguntó.
- No, gracias. No hace falta. Descansaré unos minutos- le dije.
-Vale!.

Fue cuando oí que abría la puerta y se marchaba, que me quité el paño que a modo de venda cubría mis ojos, y poco a poco me incorporé.

Me fui a la duchas a refrescarme un poco, mientras destensaba los músculos de la forzada posición a la que te obliga el estar sobre un sling.

A pesar del rato que llevaba en la sauna, cierto que la mayor parte del tiempo sobre el columpio de cuero, aún no me había comido ninguna polla, y pese estar bien servido y satisfecho de culo, tenía esa pequeña ansia de acabar la comilona con un buen postre, puro y café.
Para rematar la tarde.

Dí una putivuelta por el local, y vi como un pequeño festín se desarrollaba sobre el banco de obra del minicine.

El inglés habitual de la sauna y dos tíos más, uno de ellos de pie sobre el banco, estaban liados.
Y otros tres tíos se los miraban en la distancia.
Me acerqué a ellos en espera de algún pequeño gesto por parte de alguno de los participante a que me uniera al festín, y cuando sucedió, me serví de aquella hermosa, sabrosa y rica polla que a la altura de mi boca se ofrecía por parte del tío sobre el asiento, hasta que le hice correr con la mamada.

Fue cuando decidí dar por concluida la tarde.
No sin antes pasar de nuevo por el cuarto del masajista por ver si ya estaba libre.

La puerta seguía cerrada a cal y canto.
Igual no había venido y tal vez, suerte que hubiera sido así, pues pude cumplir mi fantasía de ser follado sobre un sling con los ojos vendados y sin conocimiento del sujeto follador.

Que estuve casi seguro al noventa y nueve por ciento que era Luís, y eso no se ajustaba a la fantasía.
Pues sí. Pero había un 1% de incertidumbre.
Que faltó un maestro de ceremonia. Pues también. Tal vez encuentre un voluntario para otra ocasión.
Que faltaron más folladores!. Pero eso no podía controlarlo.

Pero, al menos, se acercó mucho a la fantasía perfecta.

( Junio 2018 )








Comentarios

  1. Me encanta lo positivo que eres, Perrete, claro que sí!!
    Y desde esa experiencia hasta hoy, has vuelto a subirte al sling con los ojos tapados? Espero que si y que nos lo cuentes en su momento.
    Un abrazo así, bien sudado, de pleno agosto.
    Hotdardo 🎯

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Intento ver siempre el lado positivo de las cosas. Ojo! Pero tampoco soy una happy flower, eh? Jajaja...
      Subirme de nuevo a un sling, sí y algunas de ellas experiencias muy positivas.
      Pero con los ojos tapados, no :-(
      Ya iré contando.

      Eliminar
  2. Muy bueno, sueles correrte cuando te estan follando? yo nunca, para que no me bajen las ganas prefiero manterme casto jeje y cuando me lo preguntan, les digo que lo importante es que se han corrido ellos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, casi nunca. Es más que muchas veces me vuelvo a casa sin correrme.
      No es mi objetivo. Lo principal es pasar bien el momento, y hacerlo pasar bien al otro, mejor. Creo que me entiendes ;-)

      Eliminar
  3. Te habia perdido, con esto de vivir en Granada ya no te leía. Vuelvo a leerte y a ponerme como me ponias. Sigue así que en la distancia mola mucho mas.

    ResponderEliminar
  4. Te entiendo perfectamente, lo mas importante es dar placer y que disfruten hasta correrse

    ResponderEliminar
  5. ¡Macho! ¡Enhorabuena por la corrida follada! Muchas veces uno se tiende en el sling y no pasa nada de nada, sin contar los tímidos que solo ven en la distancia y uno que otro putiatrevido que apenas toquetea y se va.

    Buena crónica.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La fantasía que uno tiene con lo que acaba sucediendo puede resultar muy decepcionante.
      Sin embargo, este no fue el caso, y encima me lo pasé muy bien.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares