Cumpliendo fantasías sobre el sling ( 1ª parte )
¿Y si me atrevo a llevar a cabo mi fantasía?.
Sería, por lo menos y en cierta manera, un intento de aprovechar el tiempo, ya que el objetivo principal de haber acudido aquella tarde de principios de junio a la sauna, se había frustado.
Al menos, hasta ese momento.
La experiencia en el erotixxx con el dispensario de pollas continuo, la experiencia medio narrada en el post "Vaya mierda de post que me ha salido", que aunque la publicación fuera mediocre, no lo fue tanto lo que se intuye en la narración, y el polvazo del andino, ocurrieron todas en apenas 10 días.
Por lo que creo que se entiende que estaba más que satisfecho y bien servido, y lo que realmente me apetecía aquella tarde era relajarme con un buen masaje en la sauna Bruc. Ese era mi objetivo.
Pero iba pasando rato y rato, y la habitación del masajista estaba cerrada.
Suponía que por algún largo servicio en ejecución en su interior.
Durante una de las idas y venidas, me había encontrado a Luis, el del post "Los polvos de Luis", en la sauna de vapor, y como era de esperar, sucedió lo que tenía que suceder en esas condiciones.
Toqueteo, pezoneo y poco más, pues tampoco nadie más intervino.
De ahí que no pasara mucho más.
Y en esas fue como pensé en realizar una de mis fantasías.
¿Y porque no?.
Me dirigí, pues, a la cabina del sling, dispuse los condones y el lubricante sobre el taburete, si bien no hacia mucha falta esto último ya que había suficiente con el dispensador que había en el cuartito.
Cosa que, por cierto, a fecha de hoy ya disponen todas las cabinas.
Coloqué la tarima bajo el columpio, para facilitar la altura adecuada a quien quisiera hacer uso de mí.
Las zapatillas sobre la colchoneta, la toalla en el cuero del sling y yo sobre ella, y ahora sí, el detalle que marcaba la diferencia, el paño que se utiliza normalmente para tapar las partes nobles, convenientemente doblado puesto a modo de venda, atada por detrás y tapándome los ojos.
Y la puerta abierta, claro.
Me sentía como un trozo de carne expuesta en un aparador, dispuesto a ser usado por cualquiera que se le antojara, a su capricho y voluntad. Vulnerable e indefenso.
La fantasía (*) no era completa, pero era la situación era la que más se ajustaba la ella.
Faltaba un director de ceremonia. Un Amo o amigo de confianza que controlara según sus propias decisiones, quien pudiera usarme o no.
Uno podría llegar a pensar que, disponerse patiabierto y receptivo sobre un sling es sinónimo de éxito seguro y follamientos continuos.
Pues nada más lejos de la realidad.
La mitad de las veces no consigues nada, y del 50% restante, de esos días que sí alguien se interesa por uno e intervine, el 70/80 % del tiempo, por decir una cifra aproximada, es en exposición, ratos de espera, expectación, ansia o aburrimiento.
A veces vale la pena. Otras no, pero al menos descansas de las putivueltas.
Pero, el hecho de no haber contacto visual directo ¿Animaría a los tímidos, temerosos e indecisos a actuar?.
Apenas unos segundos de haberme acomodado, oí como entraba uno.
-¡Zas!- sentí sobre mi expuestas nalgas.
Sin hacer comentario alguno, un tipo me dió un cachetín en el culete. Y así tal cual se marchó.
Noté como entraba otro tío, sin hacer ruido alguno.
Pero no hizo nada, excepto supongo que mirar.
Lo percibí por el dulce olor que desprendía su piel.
La falta de visión estimula los otros sentidos. Eso era bien cierto.
Los efluvios pronto desaparecieron.
Al poco, un tipo entró solo para tocarme con la punta del dedo, a saber cual, la planta del pie izquierdo, el que estaba más cerca de la puerta. Tres toques.
-¡Que cosas más raras hace la gente!, pensé.
Más tarde entró otro tío, que por el tono de voz debía ser bastante mayor.
-¿Que fas?,¿Jugant a la gallineta cega?, preguntó.
- Sí... Bé, esperant algú que me la clavi, -le contesté, descarada pero educadamente.
Aunque esto parezca mucha actividad, no lo fue en absoluto.
No pasó todo en lo que se tarda en leer estos cuatro parrafitos.
Y de repente, sin haber oído nadie entrar, sentí los labios de una cálida boca chupar mi pezón derecho, mientras que a la par, comenzaba a masajear el otro pezón huérfano, recreándose así durante varios minutos.
¿La suerte estaba cambiando ?
¿Era este el comienzo de algo más caliente?
No tardaría en averiguarlo.
(Continuará)
Nota (*): La fantasía la publiqué en tres capitulos muy al principio de este blog, titulados "La cabalgata de las Walkirias. Después de la segunda parte de "Cumpliendo fantasías sobre el sling", volveré a publicarla en un sólo post.
No me puedo creer que nunca hayas usado un sling ... pero en una sauna? tambien a mi se me hace raro, no soy muy de saunas, no consigo recordad si en las saunas de madrid hay slings, pero lo de los ojos cerrados? bueno imagino que es el morbo de los deconocido, pero yo no lo haría asi, no puedo imaginarme sin ver la cara del otro, de echo en uan fiesta de yeguas y caballos no pude hacer nada por eso.
ResponderEliminarCasualidad que estoy escribiendo un post de Torremolinos donde aparecerá una sling ...
Petons
Si que he usado sling en varias ocasiones, no muchas, pero si unas cuantas. Con diferentes grados de satisfacción.
EliminarLa diferencia en esta historia es que mi fantasía era hacerlo sin ver nada. Con los ojos tapados. Eso no lo habia hecho nunca y quería probar.
Ya recuerdo tu experiencia de la fiesta de yeguas, jeje...
A ver cuando publicas el post de Torremolinos. Ya estoy deseando leerlo.
Qué buena historia, casi podrías elaborar un estudio sociológico sobre los curiosos comportamientos del varón homosexual en un entorno saunístico... Y toda mi admiración, qué valiente exponerte así para hacer realidad tu fantasía. Enhorabuena, Perro!
ResponderEliminar... Y quiero repetir ! :-)
EliminarBuffff, me estabas poniendo bien caliente con la narración... Eso de no ver quien se te acerca...
ResponderEliminarMe muero de ganas de seguir leyendo tu historia, pq intuyo que acabó bien, muy bien.
Un abrazo, perrete!
Hotdardo 🎯
No ver, pero sentir susurros, olores, murmullos, tocamientos, roces... Mmmm...
EliminarAcabó bien, si, pero eso lo cuento en el siguiente post.
Genia este blog, yo tmb pasivo, es bueno leer a otros con los que comparto pasion jeje
ResponderEliminarMuchas gracias, tgnpasv
EliminarEspero seguir viéndote por aquí ;-)
Seguro, yo estoy por tarragona y si algun dia me paso por bcn ojala podamos quedar
ResponderEliminarIgual si, aunque siempre lo decido en un último momento.
EliminarComo tu cuentas si te quedas esperando lo mas seguro es eso.. jeje que te quedes esperando.
ResponderEliminarYo prefiero moverme, ofrecerme aunque me rechacen, lo que sea para ir consiguiendo polvos.
Yo siempre digo que las cosas dependen de uno mismo al menos al 50%
EliminarMe encantó el relato, aunque leí primero el final. Las esperas en el sling... (suspiro)
ResponderEliminarYo como pasivo he usado poco el sling y muy pocas veces he tenido suerte. Aunque las pocas son memorables.
abrazos
Y en el próximo post, el que sigue a la segunda parte de este, la fantasía tal y como la deseaba.
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