El polvazo del andino
¡ Pedazo de follada que me estaba dando el cabrón !.
Arremetía con fuerza y decisión en cada una de las embestidas, aunque no siempre con precisión. Cuando se le salía significaba, por fortuna, unos segundos de descanso para mí ajetreado culo.
Poco antes, después de palparme la polla, ya había decidido por sí solo que yo le tenía que follar, pues se había sacado el preservativo y andaba tras de mi polla pajeándola para luego enfundarla, pero al ver que, un tanto disimuladamente yo le iba esquivando, preguntó:
-¿Quieres correrte ya?
-No, le contesté, si apenas acabo de llegar.
-¿Que quieres hacer entonces?
- Que me folles -le contesté directamente.
- Ah!-exclamó un tanto sorprendido.
Hubo un silencio y un súbito distanciamiento, pero simplemente se estaba colocando el condón.
Y le salió entonces la vena dominante, a aquel macho andino.
Una vez puesto, me hizo inclinar sobre la gran cama de la big sex room, y lanzar literalmente su polla contra mi ojete, hasta que en el momento que acertó en el centro de la diana, esta llegó de golpe hasta el fondo.
Así fueron las primeras embestidas.
Las siguientes, rápidas, enérgicas y de ritmo cambiando me hicieron ver el cielo y tocar las estrellas.
-Te gusta maricón- dijo un par de veces susurrando.
- Joder, que culo tienes ! - dijo más veces, mientras soltaba algún cachete en mis nalgas.
Yo era un gemido continuo, cuyo sonido se mezclaba con el de otros tres o cuatro tíos que también retozaban en medio de la cama.
Era otra cosa llamativa de aquel momento, pues no suele ser lo más habitual.
Que uno o dos estén tumbados o sentados y hagan algo con un tercero, juntos o por separado, sí... pero tres o cuatro tumbados, en constante acción entre ellos, y reclamando atenciones de los que alrededor nos acercábamos, no suele ser nada frecuente.
Al menos en las horas que frecuento la sauna Bruc.
Y así, allí estábamos, aquel grupito en medio de la sala sobre la cama en plena orgía, y nosotros, a un lado de ella, cabalgando como salvajes.
El tío me estaba reventando el culo, literalmente, pero por mis cojones, me había decidido a aguantar más que él.
- Toma mi leche, toma mi leche ! soltó entre gemidos mientras se corría, ya por fin, cuando estaba yo a punto de claudicar.
Por el gran agujero que me dejó pensaba que se me iban a caer por él todos los pensamientos. de lujuria que aún me quedaban.
Después de una notoria follada, ya sea por la contundencia de la misma o por el tamaño del cipote, siempre se queda uno con un gran vacío, que al menos a mi, me produce una gran sensación de ansiedad por querer tapar de nuevo el agujero.
Pero después, no ocurrió nada que me aliviara ese desasosiego.
Todo volvió a una cotidiana normalidad.
El polvazo había ocurrido apenas unos diez minutos después de haber entrado en la sauna, había durado unos quince minutos, o tal vez, veinte, y apenas ya me quedaba otros veinte minutos para continuar disfrutando.
Sí, asi era.
Aquella tarde no disponía más tiempo.
De hecho, la primera opción, vista la escasa disponibilidad había sido ir a tomarme un café con leche y una pasta a un bar.
Pero la posibilidad de un poco de sexo furtivo, por poco que fuera, acabo pesando más.
Finalmente, y tras el polvazo del Andino, aún llegué a enrollarme con un tipo que me estuvo observando durante un ratillo y que, al final, se decidió abordarme.
Estaba de buen ver, maduro sobre los 45/50 años no más, con buena polla a la que le faltó en todo momento la dureza suficiente para llevármela de relleno al oscuro pozo del deseo.
Hipotéticamente, pues el 'muchacho' tampoco hizo ademán alguno de querer follarme.
Se contentaba con que le hiciera una larga, tranquila y morbosa mamada en el espacio claroscuro junto al minicine.
Un tipo mayor se nos unió, y si bien no le hice yo ningún caso, acabó regándome la pierna con su abundante y cálida leche.
Sin duda, gracias principalmente al andino, la breve escapada mereció la pena.
(Mayo 2018)
Creo que tomaste una sabia decisión: entre el café con leche+cruasán y pasar un rato en la sauna, te inclinaste por la sauna y de esa manera quemaste calorias en lugar de sumarlas, hehehe.
ResponderEliminarSaliste ganando por partida doble: las calorías que quemadas y las alegrías que te dieron.
Te vas de vacaciones en agosto? Te vas a portar mal y nos lo contarás....???
Un abrazo, perrete.
Hotdardo 🎯
Jaja... Pues visto así tienes razón. Doble beneficio.
EliminarDe vacaciones ya me fui a principios de julio, fui un poco malo y os lo contaré en breve.
Bueno, de aqui a varios post que quiero publicar antes de la tanda de los de la putiweek ;-)
Qué buena la imagen de la miniorgía, es súper excitante. Que lástima que sea poco habitual... Y lo de los gemidos, no hay nada que me ponga más caliente que escuchar los gemidos de placer de otros tíos a mi alrededor, cuando más escandalosos mejor...
ResponderEliminarA mi también me encanta gemidos de terceros a mi alrededor. Acompaña, da caliu". Es como la banda sonora de la escena o efectos especiales añadidos, jeje...
EliminarNo hay nada mejor que cuando la peña se anima y se hace un festin de follada, no importa si se interactúa pero que por lo menos la gente se deje ver y hacer en público.
ResponderEliminarBuena narración macho.
Abrazos
Y es que, a la que uno pone un poco de voluntad y poca vergüenza, el efecto es contagioso, la gente se anima, y todo el mundo lo pasa bien.
EliminarGracias por comentar :-)