El dispensador de pollas





- ¿Y esa marca roja que tienes sobre la nariz?
  Nada importante. Un pequeño recuerdo de las 5 pollas que me comí ayer.
-¡¡¡ ¿Que? !!!
- Pues eso, que ayer me comí cinco pollas. NO! perdón, fueron seis. Cinco en glory hole, y una en el    pasillo. Y la marca es causa de los continuos golpecitos que me daba con el borde del agujero         mientras mamaba.
- ¿Te estas quedando conmigo, no?
- No, que va.
- Es cierto que hace mucho tiempo que no tenia semejante festín, que cuando me ponía me zampaba      una o dos pollas en toda la tarde. Pero mira, ayer ocurrió. Hubo la posibilidad y la aproveché.
- A ver, que otras veces también hay oportunidades, pero por lo que sea, las rechazas.
-Cuenta, cuenta. Ahora no me dejes así.
-¿Que quieres que te cuente?. Todas las mamadas son muy parecidas.
- Tú lo que quieres calentarte y hacerte un pajote, eh?. No me mientas.


- No... bueno, tal vez, jajaja... pero ahora mismo no.
  Si un caso más tarde, dependiendo de lo que me cuentes.
- No sé... Cuéntame como eran los cipotes, si estuviste mucho rato con cada uno de ellos, cual te gustó más, si se corrieron en tu boca...
 - A ver, las preguntas una a una.
 - vale !.
- Primero cuéntame como fue la comida de polla del pasillo, que supongo que por la situacion, sería la mamada más diferente, ¿no?.
-Pues si, en eso tienes razón. Tanto por la situación, como por la polla en sí.
Te cuento.

- Fue al poco de entrar en el sexshop, y justo comenzaba a acostumbrarme a la luz del local.
El tío, joven, guapetón y varonil estaba recostado sobre la pared en el pasillo que va del cuarto del sling al espejo, frente a una de las cabinas, magreándose visiblemente y sin disimulo el paquete por encima de sus tejanos.
Cuando se dio cuenta de mi presencia, no cambió de actitud y siguió a la vez que me iba mirando.
Parecía establecerse una conexión, así que me aproximé, le metí mano y se dejó.
Le desabroché el pantalón y accedí mejor a su polla.
Le subí la camiseta para poder tocar y lamer sus pezones, y al aire quedó un precioso pecho peludo y bien formado.
Mientras, se bajó un poco los pantalones para poder sacársela mejor y comenzar a mamar.
Contemplé su polla, de grueso normal y perfecto para mamar, pero un pelín corta.
Sin embargo, la polla tenía sorpresa.
Lucía un bonito un principe Alberto, que en cierta manera compensaba.

Me arrodillé y puse a la labor, y mientras mamaba, brazos en alto masajeaba sus pezones.
Pero el tío era muy pasivo.
Apenas movía un músculo.
Solo recostó la cabeza levemente hacia atrás y a emitir suaves gemidos de placer.

Cuando empezó a sobreexcitarse, sí puso sus manos sobre mi cabeza, a la par que comenzaba con un  ligero vaivén de caderas, hacia adelante y hacia atrás simulando una follada.
Y fue cuando al poco le dejé !.

- ¿Y eso? , justo cuando se ponía más interesante.
- Ya !, pero temía que el principe Alberto que tenía, se me enganchara con una muela medio rota que tengo y me la arrancara de cuajo.
- Y no era plan.
-¿ Que hiciste?.
- Pues nada. Me incorporé, le dí una palmada en un costado mostrando que lo dejaba.
-¿Y el que hizo?.
- No sé. Supongo se sentiría confuso. Posiblemente se metiera en una cabina a acabar de sacar la leche y se fuera porque no lo volví a ver más en el rato que estuve allí.
- Como lo ibas a ver luego, si estuviste en el glory hole !.
- Pues también es verdad, jaja...
- Bueno, con todo, en el glory hole estuve tal vez entre media hora y tres cuartos. En tiempo, en momento de pasión se desdibuja.

- O sea, que después de la mamada te fuiste directo a uno de los glory hole.
- Casi. Tuve que voltear unos minutos para que la cabina que quería quedara libre.
-Y cuando te metiste ¿Tuviste que esperar mucho a que apareciera la primera polla?
-Pues no. Y eso me sorprendió, aunque no menos que con las restantes, que apenas tuve que esperar un par de minutos entre una y otra.

- ¡ Aquello parecía un dispensario de pollas !

- Bueno, va, ¿Y como eran?.

Pues mira: una era de categoría mini, o sea, minipicha; otra normal, estándar en todos los sentidos; otra normal en tamaño, pero lisa con glande poco diferenciado, y las otras dos, gordotas y morcillonas.

- ¿Y cual te gusto más?.
- Gustarme, ¿en que sentido? ¿Tamaño, gusto, movimiento, savoir fair?
- En el que quieras!-
- Ummm... deja que piense.

- Pues depende.
- Mira. La que tengo claro que fue la que menos me gustó fue la minipicha, y ya no tanto por su tamaño, sino por lo inquieta.
-¿Y eso?.
- Porque apenas la mamaba unos minutos, que la retiraba para asomarse el tío pidiéndome polla. Y entonces le daba de comer yo. Y así varias veces, hasta que se marchó.
-¿Y la que más?.
- Que pesado con la que más !.
- Tal vez la última, una de las morcillonas, Y tampoco por el tamaño, sino porque fue con la más rato continuo estuvo y era verdaderamente insaciable.
- ¿Rato continuo?
Sí, porque con la polla "estándar en todos lo sentidos" también estuve fuera en dos sitios. Luego te explico.
- Pues eso, la gordota última fue la que me hizo darme más con el canto del glory hole, pues la metía por el agujero o alejaba más continuamente, supongo para ver sacar mi lengua pidiendo más.
Así durante bastante rato, y fue cuando fui consciente que estaba empezando a doler la parte superior del tabique nasal.
- Mañana, marca segura - pensé - y toma, así ha sido como puedes ver.

-Y ahora sí. Con la polla que repetí, en el glory hole fue una mamada normal, sin más historia, pero luego me la volví a comer en el cuarto del sling.
-¿Como la reconociste?
-El primer indicio de reconocerla antes de verla fue por la camisa que llevaba el tío, que estaba en el cuarto, magreándose como invitación a que yo entrara-
- Entré, toqué y ya cuando la vi, estuve totalmente convencido que era la misma.
¿Y pasó algo interesante?.
-Bueno...al contrario. No llegó a pasar.
Dejé la puerta abierta, y el tío se cortó porque varios tipos se habían puesto a mirar. Entonces no quiso seguir allí con la mamada.

- Suele pasar bastante a menudo.

-Ya, pero el tío me hizo seguirle a otra cabina, donde se sentó y espatarro con los pantalones bajados.
Allí comencé de nuevo con la mamada y, al poco, me dijo de parar porque no quería correrse.
-Un poco calientapollas, ¿no?.
-Un poco sí... La excusa era que quería culo.

-Ah, quieres follar?- le pregunté.
Pues si quieres me puedes follar. ¿Tienes condón?.
Y me contestó que no tenía.
Y que... estaba esperando a otro tío, con el que había quedado, y no quería correrse ya.

- Pues nada - le dije - te dejo por si llega.
No vi que se liara al final con nadie.
Igual el esperado no vino, o me fui yo antes.
¡Quien sabe!.

-Te queda la polla lisa y una de las gordotas.
-Poca cosa que decir, entonces.

La lisa ya salió dura y lista para ser mamada cuando se la sacó del paquete, y aparte de tener el glande, como decía, poco diferenciado, la polla estaba adornada con un cockring que, supongo, le mantenía la dureza.
Tenía buen busto y fue, lo que se diría, una mamada bonita.
La gordota comenzó siendo un pingajito, pero creció rápidamente hasta tener un buen calibre, si bien más rato morcillona que dura del todo.
La joputa se corrió en mi boca, si bien apenas dos gotas.

-¿Y ya está?
- Sí, ya está.
-¿Te parece poco?.

La media hora restante que más o menos estuve aún en el sex shop, no ocurrió nada más con nadie.


(Conversación simulada de la experiencia real en el sex shop Erotixx de Barcelona - 23 Mayo 2018)




Comentarios

  1. Jajajajajajaja. Ahí compré yo mi jockstrap amarillo.
    Pero no pasé a la zona X.
    Veo que merece la pena.

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    1. Jajaja, Aquí también es cuestión de suerte pillar el dia, hora correcta y gente afin para que sucedan cosas.
      Vaya, como en todos los sitios ;-)

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  2. Cuando lo describes , haces que viva tus experiencias y eso es mucho.
    José discreto

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    1. Pues sí, es mucho.
      Y me alegro mucho también que sea así.
      Gracias por comentar :-*

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