El ritual o "Guía para principiantes en la Sauna Nova Bruc"( 1ªparte ).
Este post iba a ser sobre el ritual que, con pocas variaciones, hago nada más llegar a la sauna Bruc.
Y no. No se trata de ponerle velas e inciensos al Buda del Culo Contento, ni rezarles a la Virgen de las Pollas o al Cristo del Palo Tieso, para una estancia feliz, sino de lo que siempre hago en los primeros diez minutos o cuarto de hora, tirando largo, de forma regular.
Después de leer en numerosas ocasiones via messenger, chats o también en La Pizarra de la sauna, los mensajes del tipo "...quedar con alguien que me acompañe", "que me da corte", "que es mi primera vez", he decidido completar el relato del ritual con indicaciones, consejos o reflexiones para animaros a superar esas inhibiciones, miedos o simples "pajas mentales" que tenemos todos, en las que yo, a veces, me incluyo
La parte de las indicaciones sirven para la sauna Bruc, pero los consejos o reflexiones sirven igual para todas.
Empezamos...
Aproximación y entrada a la sauna.
A pesar que la sauna está en una típica calle del barrio de l'Eixample, además de muy céntrica, la entrada es tan discreta que hasta que no estás enfrente y te paras a leer el cartelito de la puerta, no te darías ni cuenta.
Por lo que se podría deducir que, al menos que la frecuentes o vivas/trabajes en la inmediaciones, lo más seguro que nadie sepa que lo ahí hay es una sauna, y menos gay.
Y en la puerta, si no ando errado, no se publicita como tal, sino como sauna Bruc - Spa masculí.
Lo más acertado es acercarse a ella y entrar con decisión, procurando no tropezar y caerte por las escaleras. O como mucho, echar antes una furtiva mirada para atrás para asegurarte que nadie te"vigila".
Pero pensando fríamente, de los 1.6 millones de personas que viven en la ciudad, o los 3.2 millones en su área metropolitana, ¿ De verdad crees te va a ver alguien conocido, ahí, ese día, a esa hora y minuto tan concreto?. Umm... a no ser que seas un personaje público y alguien te vea y reconozca en ese preciso momento, es muy de dudar.
Así decidido, eso sí, antes de entrar hay que hacer lo más importante, decisivo y que influirá en gran medida el éxito de la tarde.
¡ Dejad en la puerta de la calle la mochila de dudas, miedos, angustias y expectativas !, y simplemente ser uno mismo, para ver, observar, relajarse, actuar o no, y siempre, disfrutar.
Comento lo de las expectativas, porque cuanto más tengáis, más cerca estaréis de las frustaciones.
Eso es así.
¡Cuantas veces voy con ganas de comer pollas y que me follen, y salgo totalmente frustrado por lo contrario! .
O no he visto nadie que me atrajera lo suficiente, o al revés, no he sido objeto del deseo de nadie
O no había suficiente ambiente para encontrarme a gusto, o demasiado, y me sentido agobiado.
O he entrado animoso, decidido, bien conmigo mismo, con los pelos arregladitos y bien afeitado, y no me he comido un rosco.
O he entrado desanimado, o por rutina, hecho unos zorros, mal afeitado, y luego he triunfado.
Así que pase lo que pase, el 50% depende de uno mismo, pero el otro 50% no.
O también se podría valorar que un 30% depende, no de la cantidad de gente que haya, sino de la que sea compatible con uno, un 30% de su voluntad de interactuar, otro 30% de nuestra propia actuación, y el resto, el 10% del puto azar.
Seguimos...
Bajad los peldaños y picad al timbre de la puerta de cristal.
Entrad, y un atento, correcto y servicial joven os atenderá preguntándoos por el número de pie para darnos unas chanclas para deambular cómodamente por la sauna.
Junto a ellas, os darán una toalla, un paño y las llaves de la taquilla, donde podéis y debéis cambiaros, dejando la ropa y enseres personales. Esto ocurre en el 100% de las saunas que he visitado.
Pagad los 12.80 euros en efectivo, no admiten tarjetas, y si queréis, podéis coger un condón que suele haber en el mismo mostrador.
Lo más habitual es ir de esa guisa, pero nadie os dirá nada si a la vista o debajo lleváis bañador o tanga. Como si queréis pasearos desnudos.
He llegado a ver a gente paseándose con el paño a modo de fular o con gorra.
A los vestuarios se accede a través de un pasillo.
A la derecha de este está el lavabo y la cabina del masajista, y a la izquierda, el vestuario con sus taquillas.
Y ahí, tranquilamente, es cuando comienzo el ritual de dejar los bártulos en la taquilla y despojarme de la ropa.
Ahí comienza las primeras observaciones que, con el tiempo, he aprendido a no tener demasiado en cuenta.
Que parezca que haya mucha gente o no, no quiere decir nada más que, en ese momento se ha dado el caso.
Un acumule de gente puede significar que sea esa hora concreta en que coincide la gente que se va y la gente que entra.
Y la ausencia de gente tal vez te indique que el "tumulto" esté en alguna de las pecaminosas salas de la sauna.
Y nada sabremos hasta que estemos dentro, así que mejor no comerse el tarro, ni haciéndose ilusiones ni maldiciendo en haber errado con el día.
Una vez desnudo, con el paño en la cintura, chanclas en los pies y toalla al hombro, viene el primer gran disgusto, cuando subo a la balanza y esta me miente descaradamente sobre mi peso.
Sí, sé que me miente, pero no puedo evitar disgustarme, ja ja... y después me paso por el lavabo a vaciarme un poco por dentro, que también es conveniente si uno quiere o pretende hacer determinadas cositas.
Claro que podría ir primero al lavabo, luego pesarme y así el disgusto sería unos gramos menor.
(Continuará)
Pesarse es un deporte de riesgo, por eso hay que hacerlo muy de tanto en tanto y siempre-siempre, después de soltar lastre, hehehe.
ResponderEliminarInteresante tub ritual, con ganas de saber más.
Hasta la próxima!
Hotdardo 🎯
Bueno, lo que se dice interesante, no mucho.
EliminarEs lo normal que se hace al entrar. Pagar al entrar y cambiarse en el vestuario.
Lo de pesarse y vaciarse si es más personal, claro ;-)
Hilarante lo de la báscula.
ResponderEliminarVenga, hasta aquí todo son preliminares.
Queremos chicha.
Mucha chicha no puede haber, Destos.
EliminarEs una especia de guía de lo primero que hago en el primer volteo, para intentar dar confianza a la gente que no se atreve a ir, para que se quiten de miedos y complejos.
Que en las saunas nadie se come a nadie si uno no quiere ;-)
Veo que no soy el único que tiene sus más y sus menos con las básculas...
ResponderEliminarOtra cosa Perrete, cuando dices "vaciarme", ¿te refieres a procedimiento natural o o con alguna ayuda tipo lavativa?
Procedimiento natural.
EliminarSolo me faltaría ahora llevar la lavativa encima, jeje ;-)
En la sala de TV es un manantial de tíos dispuestos a darte de comer. Que delicia!!!
ResponderEliminarJaja... eso es un poco exagerado, pero bueno... a veces así es ;-)
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