Dos polvazos (+1) en el Exxxtreme, fistfucking digital y mamadas, que no faltaron.

El cartel anunciador del día

 Y ahí estaba yo, de rodillas, en doble mamada, alternando dos buenos cipotes.

Hacía poco que había llegado al Exxxtreme cruising club, en una hora indeterminada entre la medianoche y la una de la madrugada.
Y tras pedir la cerveza de rigor en la barra, botella en mano me dirigí hacía la sala de cine del local.

La fiesta de la noche se publicitaba con espectáculo y dress code "underwear o naked", o para que nos entendamos todos, con código de vestimenta en paños menores o desnudo, por 12 euros que incluía tres cervezas, refresco o 1 copa.
Aunque para mi, el espectáculo era lo de menos, pues seguro que ya me lo montaría yo, en bolas o jockstrap.
Ya se vería.

Junto a una de las entradas de la sala de cine, mientras miraba un tanto sorprendido el animado ambiente de esa noche, se me ocurrió acariciar el peludo pecho y culete a un tipo joven que tenia a mi lado, delgado, de aire italiano, tal vez por el fino bigotillo que lucía sobre sus sensuales labios,  y al que le estaban propinando una entusiasta mamada.
 
No fue un magreo, sino más bien una tierna caricia, simplemente para apreciar el tacto de algo que te gusta, pero les dejé estar a su rollo.
Sin embargo, el chaval me cogió de la muñeca y me la llevó hacia su, hasta ese momento, ocupada polla.

Dejo a su mamador y me indicó con una arrebatadora sonrisa y un leve movimiento de cabeza que ocupara su lugar, cosa a la que no tuve voluntad de negarme.
El otro no se marchó, se quedó besándose con el italiano y al rato, para captar mi atención, con unos golpecitos de su polla sobre mi hombro, me la ofreció también para que se la mamara, iniciándose la doble felación de dos ricos pollones.

No podía empezar mejor la noche en el Exxxtreme.

Una cosa curiosa que me pareció de aquella noche es que la mayoría de actividad se dió en la sala de cine, que todo el rato estuvo muy animada, y el cuartito de atrás donde está el sling, la zona compartida con el sex shop Cupido.
Las salas del Exxxtreme, el movimiento de gente me pareció un tanto escaso a lo largo de la noche.
Claro que sería más preciso decir que esta apreciación fue en los momentos que por ahí me movía.
Igual estaban a petar mientras yo hacía mis cositas en otros rincones.

Hacía poco que había acabado con la mamada a los dos pollones, cuando sin cambiar de estancia me acerqué a la cama central del cine donde todo era acción.
Algunos sentados, otros de pie y otros tumbados, aquello era un auténtico festín de carne. Unos mamaban y otros eran los mamados, y algún afortunado follaba o era follado.
Me puse de pie en un hueco que había y enseguida, desde el otro lado de la cama se me acercó lentamente gateando sinuosamente un mulatazo joven de mirada felina y boca hambrienta en busca de comida que le saciara. No exagero. Fue la impresión que me dió. 
Mientras me ofrecía un poco de poppers, se amorró a mi rabo, que si bien no se lo estaba ofreciendo, en ese momento lo tenia bien a la vista, manoseándome más bien a la espera de que alguien por detrás se animara.
No era cuestión de perder la ocasión así que dejé que el muchacho comenzara a degustar mi polla mientras yo admiraba y disfrutaba de las escenas que se producían a mi alrededor y marcaba con mis manos el ritmo de la mamada.

No pasó mucho rato cuando desde detrás mío comenzaron a palpar las nalgas.

- ¡Que morbo me das y como me gusta tu culo! - me susurraron al oído.

Me ladeé un poco para ver de quién se trataba y era Miguel, el tío locuaz y simpático con el que aquella tarde había coincidido con él en el Free Eagle.
Me dejé querer y mientras el mulato se tumbaba en la cama, yo disponía mi culete en buena postura para facilitar la follada de Miguel, que ya me había declarado sus intenciones.
Y mientras este procedía con la vistosa follamienta, yo inclinado, iba mamando el rico cipote del mulato que se retorcía de gusto sobre la colchoneta.
Todo esto junto con otras parejas y tríos que también se lo estaban montado entre ellos junto a nosotros. Y los que andaban sueltos, esperando pillar cacho.

El mulatazo terminó corriéndose, desparramando su leche por su barriga y pierna.
Y ahí acabamos los tres.

Después de descansar un rato breve sobre el sling que hay enfrente de los lavabos y en el que no pasó nada, comencé una serie de putivolteos también sin consecuencias.

Que si aquí un tipo descansando, durmiendo o haciéndose el dormido boca abajo sobre una de las camillas, que rato más tarde, uno se lo follaría en la misma posición y situación.

Que por los cuartos escenas de a dos, como mucho, y algún tercero queriendo intervenir, pero quedándose en las ganas.
Un polvo de dos en una salita. Otro en otra.

Pero en realidad, poco trasiego de gente. Se podía putivoltear sin agobios, ni esperas en dejar pasar de un lado a otro, y sin posibilidades de roces accidentales que pudieran dar paso a mayores.

Decidí probar suerte en el otro sling del local, en que cae en la zona compartida con el sex shop Cupido, en la salita pasado el cine.
Estaba libre y me tumbé esperando que alguno de los buenos mozos que por ahí deambulaban hiciera de buen samaritano y me echara un polvazo o polvete, pues tampoco era cuestión de ponerse exquisitos.
Aunque si fueran varios los que hicieran coro y participaran tampoco haría ascos.

Lo malo que tiene esto de tumbarse sobre el sling y esperar, es que pueden pasar tres cosas.
No obtener la atención de nadie es lo más común. Suele cortar mucho encontrarse tan abierto y dispuesto. Conseguir lo que quieres y deseas en ese momento ocurre en las menos ocasiones. Y tener las atenciones de alguien que, o no te convence como es, pero aún debería uno que darle las gracias, o no te convence lo que te hace es lo que me ocurrió en este caso.

Se me acercó uno que no dudó en ir directamente al abierto ojete de mi culo y meter, primero uno, luego dos y después el tercero, ninguno con un mínimo de gracia, ni delicadeza, si no a lo bruto.
Obviamente le dije de parar al ver que, con mis quejas y gritos no hacía mucho caso.

Bastante después de recuperarme y refrescarme con una cerveza, de nuevo topé con Miguel en la sala  del cine y allí mismo me echó otro polvete.
Breve, pues enseguida me hace seguirle a una de las cabinas de la zona sex shop.

- ¡Ven, que te voy a follar bien follao! - me decía de camino, mientras le seguía.
- ¡Que me das mucho morbo, tío y tu culo me encanta! - volvió a repetirse. Pero ya me gustaba 
-  ¡Lo que te haría en una cama, tío ! - que mis amigos me dicen que follo muy bien, decía. Cosa que yo en ningún momento ponía en cuestión
- Que allá, refiriéndose a la sala del cine, siento mucha presión y 'musha caló'. Lo de la calor no lo dudaba, pero ¿presión?. A mi lo que me daba era un morbo infinito.

Y tal como profetizó, me folló bien follao, y en varias posturas, en la intimidad e incomodidad de una cabina.

Después de este segundo polvazo de Miguel, tercero si contamos el polvete previo, me fui a dar unas putivueltas más.

El cine seguía bastante activo, pues no faltaba en ningún de los momentos que me asomaba por allí, alguien sobre la cama, alguna escena de mamadas, algunas de folleteos, a más de los traseúntes y mirones que nunca, o casi nunca faltan.

La noche aún no había acabado todavía.

( Sábado, 13 de Julio 2019 )




Comentarios

  1. Macho que te he escrito dos veces y no guarda el mensaje en los comentarios.

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    1. Esta entrada me ha dado problemas el publicarla.
      No sé que ha pasado.

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  2. Pues veo que lo ha subido.

    Que te contaba que me ha gustao el relato y me ha dejado caliente, tanto que me fui de putisauneo a la octopus y, si bien no me comí dos buenos cipotes como tú en este relato, me la pasé muy bien.

    Lo de la follada en la cabina son cosas que pasan, incomodidad y placer.

    Te sigo leyendo.

    Abrazos

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    1. Que bien que te haya inspirado lo suficiente como para haber ido de zorreo, jeje...
      Te lo pasaste bien, no? Eso es lo que importa ;.)
      Gracias por seguir ahí

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  3. Fa tan temps que no em menjo una rosca...que m'he fet una palla al llegir-te...💦💦💦💦

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    1. Estem iguals. Me n'alegro que hagis gaudit amb el post ;-)

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