Tarde relajada, con una larga y tranquila mamada

 


Aquella tarde de lunes tuve una forzada escapada al centro de la ciudad, y eso, siempre es una tentación para aprovechar y alargar la escapada a la sauna.

Me sentí un pelin forzado a aprovechar esa oportunidad, y eso me incomodaba.

Pero era tiempo suficiente para poder disfrutarla, así que me acerqué. Eran las cinco de la tardes, aproximadamente.

Me encontré por segunda vez con la nueva manera de pagar. Un trasto de máquina donde le echas el dinero y te devuelve en el cambio.
Ví como novedad que estaban ampliando la zona de taquillas por la sala Carpe Diem. Al final habrá más taquillas que sauna.

Había una alta concurrencia y eso me sorprendió.

Todas las zonas con mas o menos ambientación, en la que descataba la  sauna seca con 10 tíos sudando como cerdos.

Aquel día no habia ido con el plan de comerme el mundo, sino más tranquilo.

Y a pesar del gentío no veí posiblese conexiones. Ya me iba bien.

Incluso en el cuarto oscuro grande apenas habían roces o alguna palpaciones. Poco, y poco intenso. Me tumbé un par de veces y otras tantas ocasiones el resultado fue cero absoluto. 

Una cosa es venir con el ánimo tranquilo de no querer muchas historias o no tener la necesidad de buscarlas, y otra en no conseguir nada.

 - Activaré mi modo pasivo "pasota"- me dije a mi mismo.- Pasaré por al minicine, me tumbaré en la camilla junto al tabique y iré mirando el video. Si sale algo por el gloryhole bien, sino también. Mientras veré el video que hayan puesto.

Al poco del relax, y diversos individuos asomándose tras el tabique a mirar que hay y no decidirse a que hacer, se acercó un tio bajito, peludito, complexión normal de edad similar a la mía tal vez. Me sonaba vagamente. Tal vez había tenido alguna vez algún acercamiento. No creo que más.

Se situó a la altura del cabezal y me tocó y presionó ligeramente el pezón.

Yo a su vez palpe sus partes nobles.

Como no hubo rechazo por ninguna de las partes, se aproximó un poco mas dejando ya al alcance de mi boca su recién liberada polla que, al instante, me puse a trabajar.

Así estuvimos largo rato. Él, de pie, pezoneando suavemente mis tetillas con lo que mantenía mi grado de excitación constante y yo tumbado mamando su deliciosa polla que, si bien en tamaño no alcanzaba el rango de estándar ni la dureza el rango de idónea para otros menesteres, fue suficiente para disfrutar de ella durante largo rato.

El tipo, en varias ocasiones, se inclinó sobre mi para catar, improvisando así un 69, mi excitada y tiesa polla que se alzaba como mástil en velero deseosa de ser trabajada, o sea bien mamada, no ya tanto por él sino por los numerosos mirones que se fueron asomando y no se decidían a participar.

Y no sería por la falta de golosas miradas que le echaban ni mis correspondientes miradas de invitación a ello.

No sé si es porque se llegó a cansar o viendo que no nos corríamos ninguno de los dos se acabó marchando y entonces sí, uno de los mirones se acercó para sustituirlo en su lugar yendo directamente a mamarme la polla.

Le dejé unos segundos para ver que tal lo hacía o si era sólo una mero saludo previo para pasar a mayores.
Pero parecía que no lo era, y no me convencía su manera de hacerlo.
Entre eso y que había perdido cierto control del tiempo que llevaba allí, lo dejé.

Con el tiempo justo, me pajeé en el cuarto oscuro para liberar tensiones y tras una tonificante y reconfortante ducha, me vestí y marché.

Sin haber hecho mucho y con un solo tío salí suficientemente satisfecho de la experiencia.

Una tardía pero breve siesta al llegar a casa me dejó como nuevo.

( 18 septiembre 2023 ) - Borrador inacabado



Comentarios

Entradas populares