En resumen, 6 días / 27 polvos.

Y se acabó.
Había terminado la putisemana.
Una semana de sol, playa, siestas, cervezas, lectura, escritura y paseos durante el día, y cervezas, redbulles, sexo, puteo, morbo y poco dormir durante la noche.
Y este año no había sido diferente.

¿O sí?
Los días sí, más o menos, todos en la misma tónica.
Pero las tardes y noches de lujuría y desenfreno habían cambiado un poco.
27 polvos marcaban la diferencia, evidentemente, no todos con la misma intensidad ni complacencia.

En el primer año, un poco a 'grosso modo' las tardes distraidas se limitaron a un par de salidas a las saunas. No hubo ninguna visita al sex shop. Y las noches fueron cada día Free Eagle y Men's Bar, en noches alternativas Qüero Gay Bar, y un par de visitas puntuales a The Factory y Querell.
Buena asistencia de gente en todos los locales, excepto tal vez el Qüero y la Sauna Apolo Cabaret, que en los ratos que estuve flojeaban de personal.
Pero en general, hubo y tuve un buen equilibrio entre sociabilidad, sexo de calentamiento (roces y tocamientos) y sexo a saco (mamadas/folladas), y morbo fetish (sumisión/spank/fist/pissing,...)


El segundo año, las tardes fueron más distraidas. Alterné a días la sauna Miguel y sexshop Cupido.
Por las noches, con el Free Eagle que no estuvo abierto y Men's Bar flojeando mucho de ambiente, me tuve que consolar un dia con el descubrimiento del Exxxtreme Cruising Club, porque los otros locales, The Factory, Querell y Qüero también andaban todos muy a medio gas en el momento de mis visitas.
Esto alteró un tanto el buen equilibrio del año anterior.
Apenas socialicé con nadie y apenas hubo morbo fetish. Sin embargo, si hubo bastante más sexo que el año anterior, y que llegué a contabilizar hasta 12 polvos, algunos memorables.
Al menos para mí, en 6 días, era muchísimo.

Y yo no lo sabía entonces, pero marcó el inicio de una nueva fase.
La fase anal, que ya hablaré de ello en otro post.

Pensar en esos 12 polvos en 6 días, y estar escribiendo durante diez meses los post relativos a esos días, hizo que tuviera muy presente aquella putisemana, de modo que ansiaba para que llegara la siguiente que, en un alarde de desbordante e ingenua imaginación fantaseaba con duplicar los polvos habidos.

Pura coña mental, era consciente de ello, pero me hacía gracia desvariar un poco.
Pues me quedé corto.

No resultó nada halagüeño enterarme el primer día de la 3ª putisemana que las dos saunas estaban cerradas y uno de los locales, The Factory, al que tenía pensado pasarme un par de veces por lo menos, también había chapado.
Encontrar el Free Eagle abierto, a priori, no sirvió demasiado de contrapunto, por el escaso movimiento que había en los ratos que acudía, al igual que el Men´s.
No obstante, de la necesidad y escasez saqué virtud.
Y el Exxxtreme Cruising Club, sin ningún lugar a dudas, contribuyó enormemente a estas cifras.
En general, también este año socialicé muy poco, pero hubo mucho sexo de folladas, "Déu n'hi do" la de mamadas y, apenas nada fetish, exceptuando el momento pissing.

Y he podido contarlo en la mitad de tiempo, sólo cinco meses.
Ahora a esperar tranquilamente la siguiente putisemana, supongo que el próximo Julio.