Encuentro en Boyberry con un FeisAmigo
- Para chuparte la polla, con una hora tengo suficiente - fue la contestación que me dió cuando le respondí que solo disponía de más o menos una hora para poder quedar aquella tarde de viernes.
Tampoco las tenía todas conmigo, pues habíamos quedado en numerosas ocasiones, y sólo tres llegaron a materializarse, eso sí, en forma de amena conversación, junto a un café con leche.
Semanas atrás me había obsequiado con el chat caliente que publiqué en este blog hace 5 meses.
Pero no fue realmente hasta que me mando una foto desde el tren, que comencé a ponerme un poquillo nervioso.
Son pocas las veces que quedo con alguien para un encuentro sexual, y menos las que acaben ocurriendo (por los plantones), ni siquiera de cuando me metía y buscaba exclusivamente en chats, cosa que prácticamente actualmente no hago nunca, ni por apps que me resultan tremendamente absorbedoras, cansinas y decepcionantes ( ojo, que hablo con la escasa experiencia al respecto ) o en facebook, twitter u otras redes sociales.
La mayoría de mis historias nacen de una escapada, muchas veces improvisada, a alguna zona de ambiente, ya sea sauna, la mayor parte de las veces, o sexshops.
Así que quedamos frente al Boyberry de Barcelona.
Con puntualidad británica no encontramos y entramos en el local, el cual le enseñe cual Cicerone, explicándole algunas cosas, aunque pareciesen obvias, o por el contrario, otras un poco más sutiles.
Me sentía un tanto extraño.
- ¿Me dejas probar? - me preguntó para entrar en una cabina donde había un tío semidesnudo y visiblemente ansioso de dar polla, pues no paraba de asomarla por cada uno de los gloryholes que había en el cubículo, a la que oía algún ruido o veía algún posible mamador.
- Claro, faltaría más ! - le contesté, un tanto sorprendido por su pregunta ya que si bien habíamos quedado para "hacer cositas", no había ningún compromiso de exclusividad.
Así se metió, como tan rápidamente salió apenas un minuto más tarde.
Parece ser que no le convenció el tío o sus maneras de proceder.
Al final se decidió a meterse en una de las cabinas.
- ¡ Enséñame lo que tienes !- me dijo una vez dentro, ya con la puerta cerrada, como si no hubiera visto previamente en fotos aquello que tenía y podía ofrecerle.
Tras desabrocharme el pantalón y correrme la cremallera cogió mi polla delicadamente y, prácticamente, ya no la soltó en todo el rato que allí estuvimos.
Comenzó a comerla con dulzura, dedicación y esmero, y de la misma manera acabó, como si aquel pedazo de carne hubiera sido una manjar largamente esperado y una vez en su boca tuviera que saborearla para aprovechar al máximo el tiempo perdido.
Cuando su boca se separó de ella, se dedicó suavemente a recorrer mi piel en ascenso a las tetillas que cuando las alcanzó, mordisqueo con el mismo primor que había dedicado a mi polla, que seguía sujeta y masajeada por una de sus manos.
Besuqueo largamente el cuello y la nuca, sobre la que sentía su respiración tranquila, poniéndome los pelillos de todo el cuerpo como escarpias.
Justo la semana anterior me los había recortado, y ahora, tiesos, parecían puntas de alfiler.
De vuelta a los bajos, me comió el culete con auténtica exquisitez.
En alguna ocasión se abría una de las portezuelas de los glory holes, y un rostro se veía asomar para mirar que sucedía, tal vez como simplemente voyeur en primer plano, o para ser invitado a la acción.
Sólo una de las veces salió una mano de se dedicó a palparme el trasero.
Por otro de los agujeros, se podía ver en la cabina contigua, por la posición y movimiento de las piernas como otros dos tíos follaban, incluso llegaba efluvios de popper.
Ni de haberlo programado decidimos acabar justo a la hora que llevábamos dentro
Ninguno se corrió.
Nos adecentamos, recogimos nuestras cosas que había quedado por los suelos y nos fuimos a coger el metro, compartiendo parte del trayecto hasta que yo me bajé y el continuó el viaje de regreso a su ciudad.
- De esto, ni una palabra en el feisbuc - me dijo.
- Tranquilo, que ya sabes que si una cosa me caracteriza es la discreción.
-¿Y en el blog?- pregunté.
- Si, ahí si - contestó.
- Ya... pero será cuando le toque, eh! - comenté, pensando yo que iba con más de un año en la actualización del blog !.
Tres semanas más tarde, repetimos, pero un mal dorrmir del día anterior y un malestar de barriga de algo que había comido que no me sentó muy bien, hizo que no disfrutara ni de lejos como aquel primer día.
(Febrero 2018)
Buena experiencia.
ResponderEliminarLástima que la segunda vez no pudieras disfrutarlo tanto.
Quizás si tuvierais una tercera...?
Un abrazo,
Hotdardo 🎯
Quizás... Nunca se sabe ;-)
EliminarCoincido contigo, generalmente las quedadas suelen ser infructuosas. Mucho tiempo para nada. Me refiero a los chats y apps. Es mucho mejor como tu haces ir a locales de sexo, la gente sabe a lo que va. O incluso de cruising. Yo siempre que voy a uno de ellos termino acordándome de ti.
ResponderEliminarMe ha parecido un encuentro muy tierno. Lastima que al siguiente encuentro estubieses reguleras...
Y conste que no tengo nada en contra de chats y apps, siempre que sean un instrumento más de apoyo y facilidad para ligar, pero no como único medio para ello.
EliminarSi no, en breve, nos barrerán de las calles, cerrarán los locales y volveremos todos al armario, a ligar donde nadie nos vea.
Buenas...
ResponderEliminar¿Qué decir? Me ha gustado la forma tan amable como has descrito lo ocurrido aquel dia. Leerlo ha sido vivirlo uno.Al parecer no las tenías todas contigo, pero... resultó una interesante experiencia.
El sexo es muchas cosas, no todo se reduce a penetrar, a correrse, es mucho más.
Tu mismo lo explicas muy bien cuando has escrito que aquello que te hacia esa persona te ponia, tu vello se erizaba de placer. Viviste sensaciones, sensaciones de una persona que te procuraba dar placer con el goce de tu cuerpo, a través de sus besos, de sus caricias sobre tu piel, tus pezones. Trató a tu polla como si fuese un objeto de culto, de veneración, quizás por esa razón fue tan tierno, tan especial.
Estoy contigo y con los que te han dejado un comentario que de los chats, apps y demás redes sociales de supuesto ligoteo o encuentro salga personas interesantes, pero a veces una entre mil ocurre, y eso te pasó ese dia.
Un lector te pregunta si habrá un tercer encuentro...pero como si de un relato muy breve podemos escribir la palabra: QUIZAS.
Espero con ganas tu siguiente blog.
Bueno... No podría contarlo de otra manera, pues fue tal como ocurrió.
EliminarFue una bonita experiencia.
¿Tercer encuentro? Ni yo mismo lo sé ;-)
¡Qué bueno estos encunetros!
ResponderEliminarYo lo he intentado y me ha ido mal. Con las apps a veces tengo suerte pero la mayoría de las veces no.
Buen post
Si, es curioso porque aparente es más fácil.
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