Si quieres follar, sonríe.





Pasaron tres semanas aburridas en las que, como mucho, uno de los días que acudí a la sauna hubo algún toqueteo de tipo preliminar para saber como reacciona el otro, se queda ahí sin pasar a más, y acabas por dejarlo.
Aparte, ninguna mamada, ningún enculamiento, ni ninguna situación morbosa a resaltar.
Hay días así. Incluso varios seguidos.
Era ya abril, un mes plenamente primaveral, tanto que ese año se cumplía el refrán que en abril aguas mil, y todas caben en un barril, pero a nivel de sensaciones, sensualidad y sexualidad, cero patatero. Sequía total.

Hasta que un día, nada más entrar noté que un tío me seguía con la mirada y al meterme en la sauna de vapor, me abordó casi sin dejar que la puerta de esta llegara a cerrarse.
Tras un breve magreo, me preguntó si quería ir a una cabina.
Me pareció demasiado pronto, por lo que rechacé la idea. Pero continuamos un rato con toqueteos, hasta que salí, pues el calor me estaba mareando.

Cuando al rato volví a los vapores de la sauna, nos volvimos a encontrar, y esta vez ya sí, tras sugerírmelo de nuevo, accedí, eso sí, después de una buena mamada mútua.

Me llevó a la cabina disponible más cercana y allí se volvió como más resuelto y activo.
Iba dirigiendo mis posiciones. Ahora ponte aquí, ahora de esta manera.
-¿Te puedo follar?- preguntó de súbito en medio de unas de sus directrices.
- Pues claro ! - contesté un tanto sorprendido, ya que pensé que en cualquier momento se pondría a la faena sin necesidad de preguntar.

Y patiabierto, me folló de cara.
Ciertamente no acabó de ser un polvo estupendo, pues el roce del condón me molestaba un poco por falta de lubricante, pero no estuvo nada mal, sobretodo para tres semanas de sequía.

Acabó corriéndose encima mío y restregándome su leche por toda la barriga y pecho.
Quedamos abrazados un rato, para luego comenzar a darme un largo y sensual masaje corporal con comida de pies incluido, cosa que casi me volvió loco.
Me recordaba a mí mismo años atrás, cuando quincenalmente atendía a mi Amo, que entre otras cosas, tenía el mismo proceder.

Pero aquella tarde el que estuvo en plan muy pasivo y receptivo fui yo.

Me tenía visto de otras veces en la sauna, pero no se había "atrevido" a abordarme, pues le coartaba verme siempre tan serio, cosa que no me sorprendió pues no era la primera vez que me lo decían.

"Si quieres follar, sonríe", o algo muy parecido rezaba un cartel en el extinto cine Arenas.
Recuerdo que cuando lo leí, pensé que lo habían puesto expresamente para mí, jeje...
Tal fuera por eso que no me había comido un rosco en este periodo.

- Ah, pues no recuerdo haberte visto por aquí! - le comenté.
- Eso será porque no debo ser tu tipo - contestó.

Me quedé dudando.
El tipo no estaba nada mal a mi parecer, y majete de carácter.
Maduro, por la cinquentena si me apuran, sin aparentar mayor, sin vello y con cuerpito bien proporcionado, cuidado y a buen seguro, para muchos envidiable.

Estuvimos largamente hablando entre caricias.
Me dijo su nombre, pero bien no recuerdo.

La semana siguiente ya vi que poco o nada iba a ocurrir, no sólo porque había poca gente, (que si, que sé de sobra que eso no es garantía de nada), sino que en las saunas propiamente dichas, la de vapor y la seca, era imposible estar de tantísimo calor como hacía en sus interiores.

Y así fue que una vez más, exceptuando la experiencia anterior, nada destacable ocurrió, en aquellas tres semanas.

(Abril 2018)


Comentarios

  1. La sonrisa es una de las mejores cartas de presentación y siempre tiende puentes.
    A seguir disfrutando!
    Hotdardo 🎯

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo sé, lo sé.
      Lo tengo presente, pero me cuesta sonreir así porque sí ;-)

      Eliminar
  2. la sonrisa es un arma increiblemente potente, yo creo que más que ser guapo o cachitas. A mi siempre me reconocen todos por la sonrisa y a veces lo utilizo de arma porque aqui en madrid en los cuartos oscuros la gente es siempre muy seria. el otro dia cuando me vino un maromazo diciendo:
    - ¿porque sonries?
    le dije:
    - me pasa siempre que veo un maromazo como tu.
    no hace falta decir que me le follé :)

    Un abarazo!
    marck

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sonrisa e ingenio para saber contestar, bribón, jajaja ;-)
      Gracias por comentar.

      Eliminar
  3. Es importante la actitud. Una sonrisa puede decir más que una polla erecta.

    Buen post.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo lo intento, pero no siempre me acuerdo de sonreir.
      A veces parece más una mueca forzada que una sonrisa.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares